Landau y Monreal coinciden: el T-MEC, enorme herramienta del desarrollo regional
Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
En México, y ahora fuera de él, es de todos conocido que Ricardo Monreal se ha convertido en cierta forma en el bombero de la 4T, en ese que se encarga a cada conflicto de “sacar las castañas del fuego”.
Igual hay muchos que todavía sienten escalofríos al recordar cuando a fines de junio pasado Christopher Landau recomendó a los financieros de su país no invertir en México.
El embajador de Estados Unidos, claridoso, afirmó en un encuentro empresarial que no había condiciones ni confianza para abrir negocios en este país.
Este es el contexto de la conversación entre el embajador y el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado Mexicano quienes al final indicaron que uno de los beneficios de la firma del T-MEC, es que brindar la certidumbre al comercio y a la inversión entre México y sus socios en Estados Unidos.
De nuevo vemos pues que el zacatecano logra revertir el golpe.
Es obvio que los inversionistas norteamericanos recibirán hoy el “mensaje” de confianza de su embajador, que, a un mes del descontón, ahora afirma que ya hay condiciones de certidumbre para el comercio e inversión en México.
Ni que decir que es obvio que Monreal logró de alguna forma modificar las reticencias del embajador Landau sobre la inseguridad y desconfianza hacia México.
En un breve reporte del encuentro, se indica que ambos conversaron además en que el nuevo tratado permitirá identificar oportunidades para que empresarios de Estados Unidos reubiquen sus empresas y maquilas en México como consecuencia de la confrontación creciente entre EU y China.
Comentaron, se afirma, que México está en una posición idónea para convertirse en la plataforma manufacturera de productos que Estados Unidos importaba de China y que hoy se están fabricando en Vietnam y otros países asiáticos.
Hablaron igual de impulsar la sustitución de las importaciones chinas, y sobre la presencia en nuevos mercados para lo cual se requieren reglas claras, labor de inteligencia para identificar los productos que puedan ser sustituidos y programas de atracción de inversión instrumentados, de manera conjunta por el sector privado y el gobierno.
Respecto de la reapertura económica en México, Monreal sugirió al embajador Landau ir a una coordinación de los trabajos de las cadenas globales de valor o de producción entre ambos países, como ya es el caso de la industria de autopartes.
En dicho sector, le dijo Monreal, causa preocupación en Estados Unidos el desfase en las fechas, porque es de todos conocido que en Estados Unidos la pandemia inició un mes antes que en México, por ello ha sido complicado empatar los ritmos de trabajo de ambas naciones.
Puso como ejemplo el caso de Chihuahua, donde alrededor de la planta de Ford, existen varias empresas de autopartes que no han controlado la pandemia y no pueden trabajar al ritmo con que sí lo hacen en la planta en Dearborne, Michigan.
Monreal y el embajador Landau se comprometieron a mantener un diálogo abierto a fin de impulsar acciones y medidas que evite la descoordinación en las cadenas de valor de ambas naciones.
Consideraron que la relación entre México y EU trasciende a sus gobiernos. No importa quien gobierne, afirmaron y lo cierto es que en la medida en que en Estados Unidos se vaya recuperando, impactará positivamente en nuestra economía, indicaron.
Avanza la iniciativa de legislar a distancia
La presidenta del Senado, Mónica Fernández, y Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, avanzaron ayer en lograr procesos legislativos a distancia.
Así, al instalar el grupo de trabajo y de análisis del Congreso Digital, insistieron en la necesidad de acelerar el paso ya que resulta urgente e impostergable poder legislar dentro de un marco legal y técnico.
Con la presencia de todos los representantes de los partidos políticos que integran la LXIV Legislatura, el zacatecano informó que se han presentado once iniciativas sobre el tema.
Tres de ellas de reformas a la Constitución, dos de reforma a la Ley Orgánica del Congreso, y seis para reformar el Reglamento del Senado de la República.
Monreal consideró que es ineludible encontrar una fórmula eficiente para legislar a distancia porque el Senado no puede caer en la inacción.
Y recordó que el uno de septiembre inicia el período de fin de año y que para entonces se deberán tener discutidas y aprobadas reglas claras bajo consenso para modificar la Constitución.
“Estamos en tiempo y si hay voluntad, flexibilidad y consenso, creo que lo podemos lograr”, afirmó para indicar que esta reforma puede ser tramitada en los 19 días que faltan para que concluya agosto.
Los peores pleitos son entre ex aliados
El ahora diputado priista Carlos Pavón, fue durante años uno de los colaboradores más leales y cercanos a Napoleón Gómez Urrutia, senador por Morena y líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana.
Lo fue hasta mediados de 2009, cuando Gómez Urrutia tenía los primeros 3 años de su largo exilio de 12 en Vancouver, Canadá, cuando Pavón junto con otros dirigentes fue expulsado del sindicato minero bajo los cargos de deslealtad y traición.
Entonces señalaron que el ahora diputado priísta negoció con Germán Larrea, propietario de Grupo México, y con los propietarios de la Minera Peñoles y Altos Hornos de México, y hasta con el entonces secretario del Trabajo, el poblano Javier Lozano, para echar a andar un sindicato alterno que pudiera luego quitarle el control de los mineros a Gómez Urrutia.
Desde entonces, Pavón, como Larrea de Grupo México, Peñoles y Altos Hornos, le han buscado por todos lados minar a su ex aliado. No lo han logrado. Creo que al contrario, lo han afianzado. Uno de los argumentos recurrentes es que Gómez Urrutia se embolsó 55 millones de dólares de la venta de acciones de Cananea y que eran para la indemnización de los mineros de ese enclave.
Se acude a ese argumento a pesar de que la Suprema Corte ya falló a favor de Gómez Urrutia al no encontrar que se haya quedado con ese dinero.
Hoy, Pavón, quien encabeza 10 agrupaciones que integra la Unión Nacional de Sindicatos Minero Metalúrgicos y Metal Mecánicos de México, la UNASIM -y seguramente las empresas señaladas-, vuelven a la carga al exigirle al Gobierno de Trudeau de Canadá, que les informe oficialmente si Napoleón Gómez Urrutia es o no aún ciudadano de ese país.
Creen que con un “sí, todavía lo es”, ellos podrían invalidar constitucionalmente a Napoleón como senador de la República.
Esta acción, afirma Pavón, se realiza bajo la asesoría de abogados en derecho internacional, sin dar nombres.
Afirma que un antecedente importante se dio el 2 de enero de este 2020, cuando Gómez Urrutia viajó con su esposa, Oralia Casso, a Vancouver, Canadá, y según el portal thebreaker.news lo hicieron con pasaportes canadienses.
Pero comenta que en noviembre de 2018, un tribunal federal ordenó a Gómez Urrutia aclarar si renunció o no a la nacionalidad canadiense por la que optó durante su exilio, y el ahora senador de Morena mostró un certificado expedido el 9 de marzo de 2018 por la Secretaría de Relaciones Exteriores que afirma que Gómez Urrutia se presentó ante el consulado mexicano en Vancouver para declarar que renunciaba a la nacionalidad canadiense.
Pavón no le cree a la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y ahora quiere que el Gobierno de Canadá le confirme si renunció o no Gómez Urrutia a esa nacionalidad.
Feo pleito entre ex aliados, con fuerte olor a pagos por debajo de la mesa por parte de las empresas interesadas.
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