CIUDAD DE MÉXICO, 21 de junio, (LILIANA ISLAS / CDMX MAGACÍN / MENSAJE POLÍTICO).- “No podemos soslayar ni permitir que haya una muerte más en Oaxaca, ni un habitante agredido o violentado en sus derechos fundamentales, sea maestro, periodista o cualquier ciudadano”, expresó el diputado local Víctor Romo, luego de los hechos violentos registrados el domingo pasado en distintas zonas de Oaxaca que dejaron, varias personas muertas, entre ellas un periodista, y decenas de heridos.
Por ello, llamó al Gobierno Federal a «detener la violencia y anteponer el diálogo, la tolerancia y la concordia por encima de cualquier interés, porque la agresión y la violencia sólo generan cerrazón, mayor intolerancia y violencia”.
El también integrante de la Comisión Especial para Garantizar el Ejercicio Periodístico de la Asamblea Legislativa, exigió que se rinda un informe oficial fidedigno de lo ocurrido este 19 de junio, en localidades como Nochixtlán y Juchitán, de cara a la sociedad, y que se determine las causas de las personas fallecidas para aplicar todo el peso de la ley contra los culpables.
Romo Guerra lamentó la muerte del periodista Elidio Ramos Zárate, quien presuntamente fue asesinado en Juchitán, mientras cubría los bloqueos en algunas vialidades y la quema de los autobuses. Por lo que pidió esclarecer su muerte.
El perredista señaló que el gobierno federal y local tienen que ofrecer garantías a los representantes de los medios de difusión para ejercer la libertad de expresión y que los periodistas puedan cumplir con su responsabilidad de informar y dar cuenta objetiva de los hechos en todo el estado de Oaxaca, pues dijo, la sociedad exige saber quiénes, cómo y por qué fueron personas asesinadas en distintas localidades de Oaxaca.
“Desde la ALDF, expresamos nuestro total repudio, indignación y rechazó al uso de la fuerza y de las corporaciones policiacas contra la población civil de Oaxaca, se trate de maestros, periodistas o de cualquier integrante de la población civil”, aseveró el diputado.
Finalmente, se pronunció por una mesa de diálogo y concertación con los representantes de los sectores inconformes, con la participación de organizaciones internacionales que testifiquen lo hblado y garanticen el respeto a los derechos humanos de las partes.
