Balconeando
Francisco Rodríguez
Buscó el poder al lado de su mentor Manuel Camacho. Lo alcanzó con Andrés Manuel López Obrador. Fue víctima de Vicente Fox, quien lo defenestró de la titularidad de la SSP capitalina. Volvió a ser rescatado por AMLO, de cuya mano llegó a la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal. Se autoexilió, tras ser acusado de un fraude monumental en la Línea 12 del Metro. Nuevamente, el hoy Presidente lo rescató y lo convirtió en titular de Relaciones Exteriores. Larga carrera, con altibajos, ¡para terminar secuestrado!
Gonzalo Fabián Medina Hernández es el nombre de su captor. Desde su cargo de Jefe de Oficina del titular de la Cancillería tiene copado a Ebrard. Controla su agenda. Sus llamadas telefónicas. Los eventos a los que asiste y a los que no debe presentarse. Marcelo es un títere que pende de los hilos que mueve su secuestrador.
Inexplicable situación para muchos que conocen y han tenido trato político, incluso amistoso, con el canciller. ¿Por qué permite Ebrard que esta situación haya escalado a niveles que ya son preocupantes? ¿Qué le sabe Medina Hernández al titular de la SRE? ¿Por qué permite que lo manipule así?
Fabián Medina no goza de las mejores credenciales. De trato áspero fue retratado con fidelidad por la columnista Marta Anaya quien hizo una crónica del primer encuentro entre los equipos de transición de la Cancillería, hace apenas unos meses: «… la reunión comenzó en un tono “prepotente” y “agresivo” por parte del ex vocero de Ebrard en el Gobierno del Distrito Federal y de Daniel Cabeza de Vaca en la Procuraduría General de la República.
“’Les manda saludos el Presidente electo y el canciller…’, iniciaría diciendo Fabián.
«E inmediatamente después, sin mediar palabra de por medio, advertiría a los miembros del Servicio Exterior Mexicano:
“’Aquí nadie venga a decir que hay que proteger a la ‘casta dorada’ cuando tenemos 53 millones de pobres…’
«El embajador Canchola —
«Pero aún les faltaba más por escuchar. Medina los conminó ‘en tono amenazante’ a no sacar más artículos de prensa, ni tuits, ni facebukazos, porque llevaban las de perder.
«Ése fue el inicio del encuentro y fueron ellos, los del equipo de transición –Fabián Medina, particularmente–, quienes se presentaron con agresividad y prepotencia, sostienen los diplomáticos.
«Decir lo contrario –señalan-, ¡es indignante!…»
Grilla y negocios
Medina es uno de esos personajes que meten pita para sacar hebra y, claro, para engrandecer sus no pocos bisnes e intereses económicos. Golpeador nato –¿será que también le pega a Ebrard?– ha tenido como víctimas recientes al ex secretario de Gobierno de la CDMX y actual diputado Federal Héctor Serrano, quien lo acusó de haber filtrado a la revista Proceso una serie de falsedades: «Tengo información de que este último, Gonzalo Fabián Medina Hernández –escribió Serrano al semanario– ha manifestado a personas de su propio círculo, con jactancia, que fue él quien hizo llegar dicha información en senda carpeta negra, con otros datos más que serán dosificados en su publicación, y que la misma fue entregada a uno de sus reporteros.
«Los señores Gonzalo Fabián Medina Hernández y Alberto Esteva Salinas –cómplice del primero en asuntos de trata, denunciados por el ex panista Arne Aus den Ruthen Haag– son reconocidos operadores del próximo canciller, Lic. Marcelo Ebrard Casaubón», agregó.
No sólo eso. De acuerdo a Gabriel Regino, ex subsecretario de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal, señaló a finales de noviembre, que Fabián Medina fue quien intentó involucrarlo con el crimen organizado para evitar que se hiciera cargo de la dependencia capitalina. Negó además que su nombre haya sido mencionado durante el juicio contra “El Chapo” Guzmán en Nueva York.
Medina, por cierto, que tanto se preocupa por los «53 millones de pobres» que según él hay en el país, fue evidenciado por la colega Dolia Estevez, quien utilizó sus redes sociales para criticar al jefe de la oficina de Marcelo Ebrard, ¡por portar un cinturón de la marca Hermès, que presuntamente tiene un costo de 1 mil 300 dólares!
¿Con el sueldo de burócrata?
¿O con el rescate que le cobra a su secuestrado Marcelo Ebrard?
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