23 de December de 2024
 México; antes y después a 1968
Opinión Principal

 México; antes y después a 1968

Oct 4, 2018

Opinión

Juan Martínez Veloz

La historia de México no comenzó en 1968 durante las movilizaciones que se realizaron en la ciudad capital, primero con demandas académicas y después otras de carácter social y político, sin embargo ese año fue un catalizador de los cambios políticos que vendrían después.

¿QUÉ HABÍA ANTES DE 1968?

El sistema político mexicano  ha ido evolucionando y adquiriendo cada vez más características democráticas, desprendiéndose de sus rasgos no democráticos (autoritarios) del pasado.

Si comparamos nuestro sistema electoral mexicano de hoy con las instituciones electorales del pasado podemos darnos cuenta de los avances logrados.

DURANTE EL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX, EL  PERIODO DE 1812 A 1911 EN LA HISTORIA NACIONAL ESTUVO CARACTERIZADO POR LA INESTABILIDAD POLÍTICA, MUY POCOS GOBIERNOS TERMINARON SU MANDATO.

Una de las características de los sistemas electorales empleados en aquélla época es que fueron indirectos (hoy el voto es directo) y por tanto impedían una manifestación directa de la voluntad popular.

Los ciudadanos  en asambleas elegían a sus electores primarios; posteriormente, reunidos éstos en las cabeceras de partido, nombrarían a los electores secundarios, y al final, éstos, constituyendo un colegio electoral en la capital de su Estado, debían elegir a todos los diputados que al Estado correspondieran, según el censo electoral.

La Constitución de Cádiz (1812) y las leyes electorales de los gobiernos conservadores y centralistas de 1836 y 1847 establecieron como característica del voto pasivo (derecho a ser electo) y activo (derecho a votar) el carácter censatario, es decir, únicamente se adquiría el derecho si se tenía una determinada renta anual.

Otro aspecto que fue un gran avance  de la democracia en México fue la universalización del sufragio, sin embargo esta sería una lucha lenta de más de un siglo.

El sufragio universal fue instituido en la Constitución Francesa de 1793. La inclusión del sufragio femenino se vino imponiendo en el mundo moderno poco a poco desde finales del siglo XIX.

En México, algunos Estados como Yucatán comenzaron a adoptar el sufragio universal en las elecciones locales a partir de 1920, San Luis Potosí en 1923, Chiapas en 1925.

En el ámbito nacional fue establecido el sufragio universal en la Constitución General de la República en 1947 para las elecciones municipales y en 1953 para todas las elecciones.

¿QUÉ HUBO DESPUÉS DE 1968?

Después de 1968 se han realizado diversas reformas electorales y políticas para avanzar en el desarrollo de la democracia en México. Podemos destacar las de 1977 (lo comentamos en el artículo anterior), 1987, 1989, 1996, 2007, 2014, entre otras.

Creemos que en lo general las reformas electorales han funcionado, sin embargo han existido elecciones muy polémicas y cuestionables que a nadie dejaron contento como en 1988 y 2006.

El sistema político mexicano ha sido flexible y la mejor muestra es que en el año 2000 se dio una alternancia política hacia un partido y candidato (Vicente Fox) ubicado más en el centro-derecha (Partido Acción Nacional).

Ahora en 2018, un frente de partidos ubicados electoralmente en las Izquierdas ha ganado la presidencia de la república (Lic. Andrés Manuel López Obrador) la mayoría en el Congreso Nacional y en muchos congresos locales del país.

*No sabemos ni podemos adelantar si el gobierno de AMLO tendrá éxito o fracaso,  pero lo que sí visualizamos es que MÉXICO COMO PAÍS ESTÁ GANADO (EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL) pues muestra una apertura política que nos integra mejor como nación y subsana en parte las “heridas electorales” que dejaron elecciones tan cerradas como las de 1988 y 2006.

*LA SOCIEDAD MEXICANA TAMBIÉN GANA PUES PODRÁ EVALUAR MÁS DE CERCA A LOS PARTIDOS UBICADOS EN LAS IZQUIERDAS y al propio Lic. Andrés Manuel López Obrador.

*Hay que reconocer de entrada que si el nuevo gobierno de AMLO quiere trascender “ante la historia” como al parecer pretende deberá realizar reformas de gran calado (o convocar a un Constituyente) sobre los temas olvidados (o están en contra) por el Neoliberalismo; educación pública, reforma universitaria, servicios públicos, derechos del consumidor,  salarios, seguridad social, derechos humanos, política exterior, etc. Lo de “trascender o no ante la historia” eso será evaluado posteriormente por las generaciones venideras.

Hay tareas pendientes aún en la democracia (en el tema electoral) en México, las comentaremos en otra ocasión.

 

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