CIUDAD DE MEXICO, 10 de noviembre, 10 de noviembre, (AGENCIAS / CÍRCULO DIGITAL).- Por Carlos Trejo Serrano. Con el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, México tiene que replantear su relación con la comunidad migrante que vive en ese país, consideró Javier Urbano Reyes, coordinador de la maestría en Estudios de Migración de la Universidad Iberoamericana.
En entrevista con Notimex, dijo que México tuvo que establecer un vínculo con los connacionales desde hace décadas, sin embargo tuvo una lenta reacción al respecto.
De hacerlo ahora, indicó, los millones de mexicanos migrantes pueden fungir como interlocutores y promotores de los intereses que hay entre México y Estados Unidos.
Urbano Reyes recordó que en el vecino país hay 53 millones de latinos, de los cuales entre 22 y 24 millones son mexicanos y de esa cantidad, la mitad son regularizados, otra parte está en proceso y seis o siete millones son migrantes indocumentados.
“Estamos hablando de una población bastante grande qué infelizmente está creciendo como votante potencial, pero lo está haciendo en aquellos estados donde el voto demócrata ya está consolidado”, expuso.
Señaló que el gobierno mexicano también tiene que pensar en planes transexenales de posicionamiento en el Congreso y las cámaras de representantes del país vecino, lo cual permitirá tener una experiencia previa y soportar los efectos negativos de las contingencias.
“México debe mirar a Estados Unidos como un socio estratégico y en esa medida invertir en un plan de cabildeo transexenal para promover sus intereses, como lo hacen todos los países”, expuso el académico.
Además, abundó, es importante buscar un espacio de diálogo entre ambas naciones para contener las promesas de campaña de Donald Trump y evitar que el problema se convierta en una política migratoria
Sobre la construcción de un posible muro en la frontera entre ambos países, Urbano Reyes subrayó que es un tema sin sorpresas porque ya existe una valla de mil 500 kilómetros en las zonas más estratégicas del paso de migrantes.
También hay sistemas de videovigilancia, helicópteros e integrantes de la policía fronteriza. “Solo hay que esperar para ver una postura radicalizada y tal vez un aumento en el financiamiento para más infraestructura de seguridad”, advirtió.
Referente al posible retorno de connacionales, el experto en asuntos migratorios consideró muy poco probable un aumento, porque algunos lo hicieron en determinado momento.
Ello, explicó, porque en las administraciones del presidente Barack Obama se deportaron millones de migrantes. “Es quien ha deportado a más mexicanos desde Estados Unidos”, aseguró.
Sin embargo, opinó, la posibilidad de establecer un política antimigratoria, con la cual se podrían activar los movimientos en defensa de los derechos de los migrantes y “es algo que no han estudiado correctamente los asesores de Trump”.
Esto, indicó, porque millones de latinos forman parte del sistema económico de ciertos sectores productivos en Estados Unidos y al deportarlos habría graves implicaciones.
Por otra parte, agregó que el inédito triunfo del candidato republicano evidenció primero la ineficiencia de los instrumentos utilizados para analizar la elección estadunidense, pues las proyecciones apuntaban a una dirección distinta.