No es nada más que a México se le equipare al nivel de Irak en materia de violencia y de asesinatos así como de desapariciones de civiles es la imagen externa que se da: un binomio de impunidad y de corrupción.
Desde hace tiempo diversos analistas venimos aconsejando una campaña internacional en pro de mejorar la cara del país azteca en el extranjero sobre todo porque competimos en el ranking internacional por captar mayores turistas foráneos.
Es verdad que hemos vuelto a colarnos en el selecto top ten pero también es cierto que han obrado diversos factores que han permitido que la industria sin chimeneas nacional repesque muchos otros visitantes que, por miedo a un ataque terrorista fortuito, han cancelado sus planes para ir a Turquía, a Reino Unido, Alemania y por supuesto a Francia.
Lo vemos en el caso de España desbordada al por mayor por masas de turistas extranjeros mezcladas con el turismo nacional lo que ha hecho mella en la infraestructura local.
Hace unos días escribí al respecto de la #Turismofobia esa palabra maldita que últimamente se escucha reiteradamente en los medios de comunicación españoles, así como en múltiples pintadas callejeras; se ha llegado al paroxismo (surrealista) de habitantes con mantas en las playas manifestándose en contra de los turistas… diciéndoles que se vayan.
Sí, sucedió en la Barceloneta: unos furiosos vecinos llegaron con mantas y pitos para caminar entre los bañistas en traje de baño y dejarles muy en claro que ese mar y esa arena son de ellos, de los locales que están “hartos de la presencia del turista extranjero”.
No quiero dejar de subrayar que España (la nación ibérica terminará rota multifragmentada tarde o temprano) vive estos días una especie de boicot perpetrado desde el norte, con Cataluña como el epicentro, y secundado por las islas Baleares.
Hay cierto enconamiento en Cataluña porque desde la Administración central, es decir, desde Madrid el Gobierno del presidente Mariano Rajoy está fiscalizando el control del dinero y del presupuesto hacia las arcas catalanas ante la inminente amenaza de independencia y la realización de un referéndum secesionista en octubre.
¿Cuál ha sido la respuesta? En ese sentimiento profundamente antiespañol, el despecho se ha volcado en el renglón de mayor sensibilidad para España, justo en la rodilla que más le duele: el turismo.
Mientras España tiene el enemigo activo inoculado entre sus cuatro paredes, México debe luchar contra la mala publicidad externa, y créame amigo lector, hacia fuera todo se magnífica: violaciones, secuestros, desapariciones así como reyertas obrando en contra de la imagen del país. España, por ejemplo, defiende con uñas y dientes su Marca y la nación ibérica también tiene delincuencia, homicidios y secuestros de empresarios.
A COLACIÓN
El efecto de este fenómeno provoca que los paquetes turísticos en México sean baratos y además se le equipara a otros destinos que para nada pueden comparársele en materia de infraestructura y calidad.
Cuando se vive del otro lado del Atlántico no queda resquicio de duda acerca de la belleza de las playas en la geografía patria pasando por el Caribe, el Pacífico hasta el Mar de Cortés; todas son infinitamente superiores a cualesquiera de las europeas lo mismo sus hoteles y la gastronomía.
Mientras España camina a replantear su modelo turístico, en mi opinión México requiere hacerlo igualmente sobre todo para sostenerse dentro del grupo de los diez; y voy a decir la palabra mágica “educar” al potencial viajero al respecto del amplio caleidoscopio de opciones que implica viajar al país azteca.
En la década de 1950, Acapulco destelló convertido en un enclave de muchas estrellas internacionales y todos asociaban inmediatamente que México nada más era Acapulco y punto.
Pasa actualmente con Cancún y Playa del Carmen, pero en la medida que se sigan ventilando las maravillas coloniales y el ecoturismo mezclado además con cultura muy seguramente habrá cada días más potenciales viajeros dispuestos a elegir a México como primera opción.
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales
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