Migración y muro fronterizo, ausentes de segundo debate Clinton-Trump
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de octubre, (MOMENTO INFORMATIVO / CÍRCULO DIGITAL).- La migración y el muro fronterizo, que han ocupado la atención de los electores, fueron temas omitidos nuevamente durante el segundo debate de los candidatos presidenciales estadunidenses Hillary Clinton y Donald Trump, al tiempo que fijaron posturas encontradas respecto a la política internacional.
El magnate Trump calificó a la demócrata Clinton como “suave” en temas migratorios y a favor de amnistías para migrantes indocumentados, destacó un análisis del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado de México.
En el segundo debate, celebrado el pasado domingo en San Luis, Misuri, Trump se mantuvo en su intento de presentarse como el candidato del orden y quién hará cumplir la ley en el país, al señalar que si él fuese presidente ella “estaría en la cárcel”, y que de ganar la elección establecería una fiscalía especial para investigarla.
Trump criticó el mal uso de Clinton de servidores privados cuando fue secretaria de Estado y reprochó los dobles estándares que permitían que Clinton –parte de la élite de Washington- no se enfrentara a cargos, mientras que ciudadanos que cometen faltas mucho menores en términos de seguridad deben lidiar con graves consecuencias.
En tanto, Clinton refutó la mayoría de las declaraciones de Trump, enfocada en ilustrar lo inadecuado que es el republicano para ocupar el puesto más alto del país, y recordó a la audiencia los grupos a los cuales Trump ha insultado varias veces, incluyendo mujeres, latinos y afroamericanos.
Respecto a la política internacional, los temas abordados en el segundo debate fueron la actuación de Estados Unidos en Siria e Irak, algunos aspectos de las relaciones bilaterales entre Rusia y Estados Unidos, así como lo referente a la islamofobia y la recepción de refugiados provenientes de Medio Oriente en la Unión Americana.
Trump tomó la delantera al criticar el acuerdo nuclear con Irán como “el peor” dado que supuso entregar 150 mil millones de dólares a un “Estado terrorista, el Estado terrorista número uno”, enfatizó, así como fortalecer a un país que realmente era muy débil hace tres años.
El candidato republicano criticó el hecho de que Estados Unidos, en su perspectiva, mantiene un déficit comercial por 800 mil millones de dólares.
En contraste, advirtió, en su eventual gobierno daría por terminados grandes acuerdos comerciales y se procuraría fortalecer la frontera sur.
Ante una pregunta relacionada con sus declaraciones reveladas el pasado fin de semana sobre aspectos de su conducta sexual, Trump la evadió.
Se refirió a lo que llamó “asuntos relevantes” y dijo que el mundo vive una “carnicería” sin precedentes “desde la Edad Media” con el autodenominado Estado Islámico (EI) “cortando cabezas” y que prometía derrotar al EI, una amenaza surgida gracias a un vacío de poder que dejó la administración de Barack Obama en Medio Oriente.
Aprovechó una oportunidad posterior para señalar que “el país volverá a contar con fronteras” durante su gobierno y que detendrá el proceso mediante el cual “otros países despojan a Estados Unidos de sus empleos y su riqueza”.
En tanto, la candidata demócrata acusó a Trump de criminalizar y culpar injustamente a los inmigrantes, a los afroamericanos, a latinos y a musulmanes de algunos problemas que viven los Estados Unidos sin ofrecerles disculpas.
Citó el caso de los padres del capitán Khan, oficial musulmán del ejército estadunidense caído durante el desempeño de su deber en Irak, a quienes -dijo- Donald Trump “insultó y atacó por semanas con base en su religión”.
Ante una de las preguntas de un integrante de la audiencia sobre la islamofobia en Estados Unidos, el candidato Trump señaló que existe un problema y que “nos guste o no tenemos que aceptarlo”, dado que el terrorismo islámico radical existe y está causando problemas enormes en el país.
Mencionó que para empezar a resolver el problema hay que nombrarlo como tal, agregando que en su opinión, ni el expresidente William Clinton ni Barack Obama lo habían hecho.
Indicó que Khan fue un héroe estadunidense y que si él hubiera sido presidente, Khan estaría vivo porque a diferencia de Clinton, él no apoyó la participación de Estados Unidos en la guerra de Irak.
Además, acusó a Clinton de adoptar una política para recibir un enorme flujo de refugiados, especialmente de Siria, que representaría un 550 por ciento de aumento a los flujos anteriores.
Trump también dijo estar a favor de la construcción de zonas de seguridad, de hacer pagar a algunos países por su verdadera responsabilidad enfatizando la necesidad de que los países del Golfo Pérsico la asuman en relación con los refugiados.
Así como su descontento sobre el hecho de que “cientos de miles de personas” llegan de Siria sin que “sepamos nada sobre sus valores o sobre su amor por nuestro país”.
Más aún, comentó que él obligaría a los países de origen de aquellas personas deportadas por Estados Unidos que se niegan a recibir a sus ciudadanos con antecedentes criminales, a recibirlos y que él, a diferencia de Clinton, quien busca “una amnistía total”, “entiende cómo funciona una frontera” y de ahí que la Agencia de Inmigración y Aduanas, así como la Patrulla Fronteriza “hayan respaldado su candidatura”.
Clinton dijo que resultaba inadmisible adoptar la retórica de división sobre los musulmanes de Trump, que Estados Unidos no está en guerra contra el Islam y enfatizó que para derrotar al EI es necesario construir una gran coalición con naciones musulmanas.
Además, mencionó que el terrorismo yihadista aprovecha la retórica divisiva de Trump precisamente para reclutar terroristas.
En relación con los refugiados, la candidata demócrata mencionó que apoya aumentar el umbral de recepción, especialmente de solicitantes de refugio sirios.
Ello debido a que hay muchas mujeres y niños que están sufriendo los efectos del bombardeo de fuerzas sirias y rusas que no suponen un riesgo para Estados Unidos y que no es aceptable establecer una política para admitir a refugiados con base en una estimación sesgada sobre su religión.
En una discusión posterior, Clinton relató que la inteligencia estadunidense había concluido que el Kremlin -es decir el gobierno ruso y el presidente Vladimir Putin- está dirigiendo los ataques y el hackeo de información a cuentas de correo electrónico estadunidenses para influenciar el resultado de la elección.
“Nunca en la historia de nuestro país -advirtió Clinton- habíamos tenido una situación en la cual un adversario, una potencia extranjera, ha trabajado tanto para influenciar el resultado de esta elección a favor de un candidato” y ese, según dijo, es Trump.
Aseveró que quizá esto sea a causa de la manera en que Trump admira a Putin o bien porque tiene negocios o busca realizarlos con Moscú.
Señaló que al ser secretaria de Estado negoció un Tratado con Rusia para reducir su arsenal nuclear y que ha enfrentado a Putin al tiempo que ha aprovechado esa posición para defender los intereses del país y especialmente los derechos de las mujeres.
Trump dijo que no conoce a Putin, no tiene negocios ni créditos en Rusia y que si bien sería buena idea que ambos países combatieran conjuntamente al EI, no tiene mayores vínculos con ese país.
En cambio, Trump estableció que Clinton ha mostrado consistentemente tener mal juicio sobre muchos temas como en “Libia, Siria e Irak”, donde un vacío de poder dio lugar al Estado Islámico, que ya se extiende a “32 naciones”, por lo que -reiteró- “todo lo que ha hecho en materia de política exterior ha sido un desastre”.