5 de May de 2024
Minicasas, bandera de libertad
Opinión

Minicasas, bandera de libertad

Oct 31, 2016

    POR LA ESPIRAL

*Claudia Luna Palencia

 Amigo lector, anótelo bien en su bitácora, porque dentro de diez a quince años nuestro diario vivir tal y como lo conocemos ahora mismo presentará diversas alteraciones; una muy importante relacionada con  la vivienda.

Tenemos que partir de un hecho incontestable: la generación de los baby boomers va hacia la extinción de forma natural por cuestiones de edad, su cajón etario en la pirámide demográfica terminará en el panteón.

Así es que tanto hoy como  mañana los que marcarán las pautas del consumismo, la publicidad y la mercadotecnia son las nuevas generaciones léase bien los Millennials.

De hecho ya lo están haciendo no nada más laboralmente hablando sino que van obligando a muchas grandes multinacionales a renovarse para evitar el fracaso a futuro.

La introducción de las ensaladas en McDonald´s no es casualidad aunque la marca del payaso Ronald necesitará más que eso para mantenerse a flote porque los milénicos no son precisamente adictos a la carne.

Tampoco sienten pretensión alguna por el lujo ni por etiquetar su vida con marcas no quieren mostrar su poder adquisitivo vistiendo ni de Chanel o  Louis Vuitton.

¿Qué quieren? Llevar una vida todo lo contrario que sus  abuelos y sus padres, los primeros padecieron Vietnam y la explosión demográfica junto con la inmigración del campo a la ciudad; y los segundos sufrieron los latigazos de las  varias  crisis económicas en todas sus versiones desde la década de los ochenta y han visto  depauperar su nivel de vida como clase media.

Los millennials pretenden una vuelta de tuerca, quieren ser dueños de su propia vida y tiempo, no en balde son la generación menos fiel a las empresas no duran más de tres años en un puesto de trabajo y no dudan en renunciar buscando más tiempo para su ocio.

Ellos no piensan en hipotecar su vida como lo hicieron sus padres  esclavizados a un corporativo, diluyendo sus sueños personales a cambio de la certeza de una paga quincenal para hacer frente a un cúmulo de deudas contraídas.

Para que lo entendamos: nuestros hijos no quieren carne, no quieren marcas de lujo, no se hipotecarán de 30 a 35 años por una vivienda, no quieren compromisos que les coarten la libertad y si son homosexuales lo gritarán a los cuatro vientos porque además podrán casarse o tener hijos en solitario sin problema alguno. Ellos no formarán parte de ninguna tribu urbana, de hecho, habrá una vuelta al campo… una especie de islas rurales.

A COLACIÓN

Se trata de gente que querrá tomar el control de su vida en todos los sentidos y en eso hay dos aspectos fundamentales: dónde vivir y qué comer.  Hoy a casi tres años del 2020 van creciendo en tendencia las minicasas y en menos de diez años más habrá un boom de viviendas chiquitas.

Las parejas jóvenes están comprando casas de 20 a 35 metros cuadrados, adquiriéndolas al contado para evitar los errores de sus padres atados a una hipoteca de por vida sin tiempo para sí mismos y mucho menos para su familia.

En Estados Unidos, después de la eclosión de las hipotecas basura y la crisis del ladrillo, las minicasas ganan cuota de mercado rápidamente. También en Australia hay un auge al respecto: las neoviviendas son pequeñas, cómodas y funcionales y lo más cercanas a entornos naturales  con  precios  que oscilan entre los 60 mil a los 250 mil dólares dependiendo de la zona y los metros cuadrados.

En Estados Unidos por ejemplo proliferan las minicasas rodantes de 35 metros cuadros por menos de 100 mil dólares y son además autosuficientes generan su propia energía, son amigables con el ambiente y pueden soportar cualquier tipo de clima. Esto es algo más que una moda pasajera será la tendencia de vida.

En desarrollos urbanos, los arquitectos deberán diseñar islas rurales a partir de esos nuevos requerimientos, la progenie que nos precederá será mucho más austera que nosotros y definitivamente consciente de pertenecer al entorno natural. Nosotros hemos cifrado nuestro éxito con base a lo material, en cambio ellos con base a la libertad.

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