26 de December de 2024
Modificaciones arbitrarias al uso de suelo, mala planeación e incorrecta ejecución de proyectos de obras, causan deslaves
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Modificaciones arbitrarias al uso de suelo, mala planeación e incorrecta ejecución de proyectos de obras, causan deslaves

Jun 24, 2016

CIUDAD DE MÉXICO, 24 de junio, (LILIANA ISLAS / MENSAJE POLÍTICO / CÍRCULO DIGITAL).- La diputada por Morena en la ALDF, Ana Juana Ángeles Valencia consideró que las modificaciones arbitrarias al cambio de uso de suelo y la mala planeación de proyectos de obras por autoridades de los Gobierno de la Ciudad México y de la delegación Cuajimalpa, influyen en los deslaves, así como de la incorrecta ejecución de las constructoras.

Especificó que  las barrancas son zonas más susceptibles a padecer deslaves , aún más e tiempo de lluvias y se tiene que tener más precaución por los reblandecimientos de suelo.
Precisó que tan sólo en Cuajimalpa se registran  al menos 10 mil 907 viviendas ubicadas en zonas de riesgo,  concentradas en 194 colonias.
Recordó el reciente derrumbe de tierra en las calles Luis Barragán y Tamaulipas de dicha demarcación, donde un trabajador perdió la vida. “De igual forma, en octubre y noviembre de 2015 ocurrieron deslaves en la misma zona que provocó el desalojo de una casa y del Residencial Vista del Campo, así como el cierre de acceso al Club de Golf”, añadió.
Informó que de acuerdo a las características topográficas de las zonas altas de la Ciudad de México, existen 74 barrancas situadas en ocho delegaciones:  Álvaro Obregón, con 16, Cuajimalpa, con 14 y Gustavo A. Madero, con 10. Además de Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco.
 En este aspecto, la legisladora  dijo que se necesita el compromiso de las delegacionales y autoridades centrales para la inversión recursos económicos y aplicación de programas de rescate habitacional, incluyendo las propuestas de solución de la ciudadanía, “que es la que sufre las consecuencias de una mala planeación urbana”.
Consideró que si bien las barrancas fueron invadidas por personas de escasos recursos carentes de una vivienda digna, las autoridades legitimaron su presencia al regularizar los terrenos a cambio de votos y ahora tanto los moradores, como las autoridades, no saben cómo resolver el problema que pone en riesgo la vida de cientos de familias.