Monreal a Batres, en directo: no, no habrá reelección en presidencia del Senado
TRAS LA PUERTA DEL PODER
Roberto Vizcaíno
Entre ellos no hay espacio para la bondad ni la misericordia. Por eso ayer Ricardo Monreal adelantó que la próxima presidencia del Senado recaerá en uno de la bancada de Morena, pero no será una reelección.
Es decir, no será Martí Batres. Punto.
Todo, dijo, se resolverá en una votación abierta y por mayoría entre los 60 senadores de Morena.
“No es un asunto de voluntad política, ni de descalificación, es de leyes… la Constitución y la ley (interna del Congreso) señalan que para aspirar a la presidencia del Senado, o de la Junta de Coordinación Política, se requiere cuando menos pertenecer a un grupo que tenga el 25 por ciento de los escaños…
“Es el prerrequisito… no es un asunto político… Morena cumplirá… es obvio que Morena acatará y a observarla estrictamente la norma. No quiero descalificar a nadie; hay muchos candidatos de Morena… es la ley orgánica y la Constitución las que definirán el mandato”, subrayó.
Por eso mismo el próximo presidente del Senado para el tercer año de la 64 Legislatura será un senador de Morena, ya que ninguno de los otros grupos llega al 25 por ciento de legisladores requerido.
“… el problema está en Morena, habrá cuatro, cinco o seis aspirantes… lo definiremos democráticamente: en una asamblea, ante notario público, y con voto libre de los senadores y senadoras, por mayoría”.
Yo podría adelantar aquí que un puntero en esta nueva contienda interna podría ser el senador Cristóbal Arias, un político proveniente del cardenismo y muy cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, que estaba apuntado para ser el presidente del Senado en el primer año, pero que por presiones y malas mañas de Yeidckol Polevensky y Martí Batres, fue relegado.
Arias es hoy el precandidato más viable a la gubernatura de Michoacán y su paso por la presidencia del Senado le daría oportunidad de consolidar esta aspiración y eso lo saben desde AMLO hasta el último del grupo de Morena en el Senado y por supuesto Ricardo Monreal.
Por eso cuando el líder de la mayoría de Morena en la cámara alta afirma que “no habrá reelección”, le deja todo el camino libre a Arias.
Ya la tabasqueña Mónica Fernández, quien llegó igual hace un año en una pelea cuerpo a cuerpo contra Batres, ha dijo que ella no quiere reelegirse a pesar de que ha hecho un muy buen papel en ese cargo.
Monreal dijo ayer de ella: “aplaudo su desempeño, la felicito, es una revelación para mí en su capacidad jurídica y en su talento en el manejo de la Mesa Directiva…”
Lo otro que dejó en claro el zacatecano, es que la presidencia del Senado se alternará en cuestión de género, por lo cual, a una mujer, seguirá un senador.
Monreal quedó de acordarlo además con los coordinadores de los otros grupos parlamentarios.
“La elección es por mayoría, aunque tenemos mayoría con los aliados, a mí me gustaría que fuera de un gran consenso, como ha sido en los dos años pasados la Mesa Directiva”.
Y en busca de evitar el muy previsible embate de Batres y su grupo, aclaró que “yo soy un voto de los 60, y el día que nos convoquemos lo voy a ejercer”.
O sea que él no decidirá quién será. Mmmm.
“A todos los respeto, y tienen el derecho de buscar ser candidatos y, en su caso, presidentes o presidentas de la Mesa Directiva, así es que de mí habrá sólo respeto para todos”, dijo.
LOZOYA PODRÍA PROVOCAR UN ESTRUENDO POLÍTICO
En conferencia a distancia, por redes sociales con los reporteros que cubren la información del Senado, Monreal consideró que con la detención y extradición de Emilio Lozoya y de César Duarte, el México político vive un momento inédito.
Indico que por sobre las olas de especulación, duda, suspicacia, desconcierto que corren por todos los centros del poder en este momento en México, las revelaciones de uno y otro podrían significar un gran paso en contra de la impunidad y la corrupción en el país.
Como uno de los políticos con mayor experiencia, pide sin embargo esperar, y ver qué sucede realmente con estas detenciones.
“La incriminación o el señalamiento de presuntos responsables o delincuentes dará pie a una gran investigación de la Fiscalía General de la República”, precisó.
Es decir, no todo sería mediático.
Por lo pronto, dijo, existen muchas posibilidades de que se aclare finalmente asuntos como la compra de votos dentro del Senado y Cámara de Diputados en la aprobación de las reformas energética, de comunicaciones y otras en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
“… creo que va a haber un temblor político… miren, no sólo es el soborno de los legisladores que votaron en favor de la Reforma Energética, sino de las reformas estructurales: Telecomunicaciones, Fiscal, Educativa, de Amparo, todas las nueve, 10 reformas estructurales, no sólo esas.
“Además está el robo durante décadas en ultramar de PEMEX, donde embarcaciones eran vendidas ilegalmente y exprimidas u ordeñadas en altamar, de eso tiene 40 años haciéndose, y luego el tema de la empresa de Fertilizantes, y luego los sobornos de Odebrecht”, enumeró.
Recordó que los temas de Lozoya y César Duarte no pueden desligarse de los del abogado Juan Collado también en proceso judicial; el Rosario Robles, entonces poderosas secretaria de Estado; el del exsecretario de Seguridad Genaro García Luna o el del empresario Alonso Ancira, propietario de Altos Hornos.
“Hay seis asuntos emblemáticos, muy fuertes, que en otros periodos sexenales sería impensable que sucedieran… no me pronuncio por su culpabilidad, todos tienen derecho a un debido proceso; simplemente que no están excluidos de la investigación.
“En otro tiempo era prácticamente imposible que se diera esto, seis cuando menos, que son apenas la punta del iceberg; pero en otro tiempo nunca hubiese pasado. Y, ahora lo de ellos, lo que está por ocurrir hay que estar esperándolo”, afirmó.
Pero al centrarse en el caso Lozoya, indicó que por su importancia y posible connotación, él podría ser algo aparte de los demás.
“Si él habla lo que sabe, va a haber un estruendo, una sacudida, para bien del país, para bien del país. Nunca había ocurrido eso, ojalá y esté decidido a hacerlo, para abrir la caja de pandora”.
¿Quiénes deberían preocuparse por eso?, se preguntó para responder:
“Pues, como dijo el filósofo de Güemes, ¿quiénes deben de preocuparse?… los que tienen que preocuparse, los que recibieron recursos públicos, prebendas, no sé.
“Yo no, no me gusta hacerle al pitoniso ni tampoco adelantar vísperas, ni hacer acusaciones facilonas…No lo sé, vamos a ver qué sucede en la investigación”
Y, aceptó, cierto que ya se manejan nombres de exlegisladores panistas y priistas, que presuntamente serían balconeados por Lozoya respeto a la aprobación de las reformas estructurales.
“No lo sé, vamos a esperar, pero sí es un tema, ya ven hoy el mayor interés de los medios está en Lozoya”, concluyó.
INGRESO BÁSICO UNIVERSAL, A LA CONGELADORA
En cuanto a la intención de no pocos de promover una iniciativa para establecer el Ingreso Básico Universal, Monreal indicó que por el momento se va al congelador legislativo.
Consideró que antes de entrarle al tema en el Senado, se requeriría de un debate de expertos y de una consulta con las secretarías de Hacienda y Economía para definir de dónde saldrían los recursos para dar ese apoyo.
Por el momento, afirmó, es un tema “muy precipitado”.
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