Percepción política
*Juan Manuel Magaña
Ya apareció el peine… y el PRI elegirá a su candidato presidencial a través de una «convención de delegados».
Una convención que no será otra cosa que un rebaño escogido a modo y limitado a ratificar la decisión que, por dedazo, ha tomado el inquilino de Los Pinos para escoger y tratar de impulsar un sucesor propio.
Es todo un show y su animador es Enrique Ochoa Reza, dirigente de este partido: «Damas y caballeros», anuncia ante los reflectores, «el método que propondremos el viernes (20 de octubre) es la convención de delegados, de manera tal que podamos establecer un mecanismo participativo (…) para escoger a nuestros candidatos y candidatas a diputados federales, a senadores de la República y la Presidencia de la República».
Para que tenga sentido eso de «mecanismo participativo», el rebaño espectador que será pastoreado hasta el graderío de la convención tendrá como atractivo adicional el poder aplaudir también a las candidaturas de diputados federales y senadores que serán decididas entre bambalinas previamente por otros dedazos.
Recuérdese que el presidente de la República y a la vez priista distinguido, Enrique Peña Nieto, acaba de ser integrado como miembro de la Comisión Política Permanente del Partido, instancia que ejecuta el guión del proceso de selección del candidato presidencial del 2018, misma que palomeará las listas de todos los candidatos de 2018.
Además, en la pasada sesión del Consejo Nacional Político realizada hace un par de semanas en la sede nacional priista, «se eligió» a los integrantes de esa “Comisión de los Dedazos”. Ellos son: Enrique Ochoa Reza, Claudia Ruiz Massieu, Alfredo del Mazo Maza, Emilio Gamboa Patrón, Manlio Fabio Beltrones, Ernesto Némer, José Murat, Rubén Moreira, César Camacho Quiroz y Enrique Jackson, entre otros.
Así que el dedazo mayor corresponderá al presidente Peña, mientras que en lo que concierne a la gran bolsa de candidaturas para diputados y senadores los pequeños dedazos van a estar de a peso.