Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

El partido surgido del movimiento social y político arrollador que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, y que ha sido calificado por él como el más importante en el mundo, el Partido Morena se encuentra a punto de ser derrotado por las ambiciones de su actual dirigente: la empresaria mexiquense Yeidckol Polevnsky.

Advertido el mandatario por muchos cercanos sobre las incapacidades de Yeidckol para dirigirlo, pero más por los hechos y pugnas internas encabezadas por la propia dirigente suplente, el tabasqueño dejó correr y profundizarse el deterioro de Morena.

Obligado a cumplir con normas dentro del sistema de partidos formales en México, Morena vive hoy un relevo caótico, incierto, confrontado de sus dirigencias.

Relevo que ha sido abandonado a su suerte, sin control ni conducción alguna, por Yeidckol Polevnsky quien ha decidido renunciar a fines de octubre próximo para buscar la presidencia de este partido.

Polevnsky es hoy secretaria general de Morena en funciones de presidenta luego de que Andrés Manuel López Obrador, quien ocupaba ese cargo, pidió licencia en 2018 para ser nominado candidato a la Presidencia de la República.

Junto con Yeidckol Polevnsky corren por la presidencia de Morena el diputado Mario Delgado, líder de la mayoría de Morena en San Lázaro y presidente de la Junta de Coordinación Política en esa cámara (y uno de los más cercanos al canciller Marcelo Ebrard, sin duda un aspirante a la sucesión de López Obrador en 2024); Bertha Luján, presidenta del Consejo Político de Morena y Alejandro Rojas Días Durán, senador suplente de Ricardo Monreal (otro de los pocos previsibles sucesores de AMLO en 2024).

En un contexto de amagos, amenazas, confrontaciones, descalificaciones, pleitos y acusaciones de injerencias desde el Gobierno Federal surgidos principalmente de Polevnsky, ayer se reunió el Consejo Nacional presidido Luján.

Este Consejo pretendía definir si la elección de dirigentes de Morena -junto con la renovación de la presidencia nacional se deberá también realizar la renovación de dirigentes de Morena en 300 distritos electorales-, pero Yeidckol lo descalificó al indicar que este órgano partidario se reúne cada 3 meses, y que el último encuentro había ocurrido hace apenas mes y medio, por lo que cualquier resolución podría ser impugnable ante el INE y Trife.

En todo casi será una reunión “informativa” dijo.

Horas después se sabría que tanto Polevnsky como Luján anunciaron en ese Consejo que renunciarían a sus cargos de secretaria general en función de presidenta una y de presidenta del Consejo la otra, pero hasta el 20 y 24 de octubre próximo para lanzar sus candidaturas formales a la presidencia de Morena.

La más reciente pelea interna abierta por Polevsnky fue contra el senador con licencia Gabriel García Hernández, coordinador general de Programas Integrales de Desarrollo del Gobierno federal, es decir, jefe de los superdelegados de AMLO en el país, a quien acusó de “inmiscuirse en las decisiones de su partido”.

El jefe de los superdelegados es reconocido internamente en el gobierno de AMLO y de Morena como el verdadero operador político-electoral del presidente tabasqueño y uno de sus más leales colaboradores desde hace ya 18 años.

Los cercanos-cercanos-cercanos a AMLO advierten que Gabriel García -un personaje que nunca jala reflectores mediáticos y por lo tanto es desconocido para las mayorías pejistas y no pejistas- cuenta con más confianza del jefe que incluso sus propios 3 hijos mayores.

Es a Gabriel García a quien AMLO encarga siempre desde hace 18 años el análisis de los aspirantes a cargos de elección que luego son palomeados por el tabasqueño.

Cuenta con la absoluta confianza en él en el manejo de miles de millones de pesos.

García estuvo detrás de los fondos de Honestidad Valiente y otros que operó AMLO en el pasado.

Hoy Polenvsky mide sus fuerzas con él.

Y con Delgado, Luján y Rojas Días Duran a quien intentó infructuosamente expulsar de Morena.

El caos interno provocado por sus ambiciones, podría llevar a la fractura general y a un ponto de no retorno entre las fuerzas de la 4ta Transformación en la cual Morena ya es no sólo Gobierno y poder dominante en el Legislativo, sino una puerta de promoción a cargos de elección en todo el país.

DE EL TORITO A SANTA MARTHA ACATITLA

Ubicado sin duda como el gran re diseñador del Estado Mexicano, Ricardo Monreal -líder de la mayoría de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado-, considera que es tiempo de que el Congreso asuma su responsabilidad ante el alto índice de mortalidad provocado por accidentes de tránsito por el alcohol.

Por ello presentará mañana ante el pleno del Senado una iniciativa para imponer penas de cárcel a quienes se encuentre con índices superiores de alcohol, estupefacientes o psicotrópicos en la sangre.

El primer paso para aplicarlas serían los operativos antialcohólicos que hoy sólo, al menos en la Ciudad de México, terminan con el envío de los infractores a El Torito a cumplir con ciertas horas de detención.

Su idea es que, al reformar el artículo 171 del Código Penal Federal, se imponga una pena de tres a seis meses de prisión, una multa de entre 10 mil y15 mil pesos, así como la suspensión de la licencia de manejo de uno a dos años a quienes infrinjan los límites en su consumo de alcohol o ciertas drogas.

La iniciativa provee que las penas se dupliquen siendo reincidente en el primer año de la licencia de manejo, o a conductores de servicios de autotransporte federal de carga, pasajeros, turismo o transporte privado.

Un Informe sobre la Situación de la Seguridad Vial en México de 2017, de la Secretaría de Salud, indica que cada 32 minutos muere una persona por accidentes de tránsito lo que convierte a México en uno de los países con más alto índice de mortalidad entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

CÓMO HAN PASADO LOS DÍAS …

Sin que el rencor de Martí Batres por la derrota en su reelección haya disminuido ni una décima de milímetro (¿cómo se medirá el rencor?), este martes 1 de octubre doña Mónica Fernández cumplirá un mes en la tan apreciada silla de presidenta del Senado.

En estos últimos 30 días la senadora Fernández -que debe de aparecer en todas las pesadillas de Batres-, no sólo ha mostrado experiencia y temple para dirigir la complicada cámara alta, sino que ya vivió un momento para la historia legislativa y de género en México.

El caso es que el jueves anterior, en plena comparecencia de la senadora con licencia y hoy secretaria de Gobernación, la exministra Olga Sánchez Cordero, doña Mónica presidio una mesa senatoria integrada solo por mujeres.

Una clara muestra de cómo se ha dado el empopderamiento de la mujer en México.

En ese histórico momento, en la tribuna del Senado, además de Sánchez Cordero y Fernández, estaban las senadoras Verónica Delgadillo, de MC; Guadalupe Murguía, del PAN; Katya Ávila, de Encuentro Social; Martha Guerrero y Citlalli Hernández y la oradora, la priísta Beatriz Paredes.

Ocho senadoras en total, en una composición plural que es un reflejo de lo que es este país.

7 VECES MÁS QUE LA CASA BLANCA DE PEÑA

En un ejercicio comparativo hecho por Diario Ciudadano, se encuentra que las propiedades encontradas por la periodista Areli Quintero a Manuel Bartlett, hoy director de la CFE y que suman los 800 millones de pesos, representan 7 veces más que el costo de la Casa Blanca encontrada por Carmen Aristegui a Enrique Peña Nieto.

Como en el caso del expresidente, quien señaló que la Casa Blanca era propiedad de su esposa Angelica Rivera, hoy las propiedades documentadas por la periodista a Bartlett, están en gran parte documentadas a nombre de su pareja, Julia Elena Abdala Lemus, y de los hijos de ambos de relaciones anteriores.

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