Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Esta semana deberá quedar consolidado el cambio de coordinador del PAN en el Senado. Para consolidar su elección como nuevo presidente de Acción Nacional, el michoacano Marko Cortes se comprometió a dejar como nuevo coordinador de la fracción blanquiazul en el Senado al exgobernador poblano Rafael Moreno Valle.
En previsión de ese cambio, Damián Zepeda renunció a esa coordinación el domingo pasado, a fin de dejarle el paso libre al expriísta poblano y esposo de la nueva gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso.
Y es que, a diferencia de partidos como el PRI que sus bancadas eligen a su coordinador, en el PAN la dirigencia nacional en turno es la que designa a dedazo a los líderes de sus fracciones parlamentarias.
Se supone que Marko Cortés deberá hacer una consulta personal de senador por senador para designar al nuevo coordinador. Sin embargo, fue público su compromiso de campaña por la presidencia del PAN de designar a Moreno Valle en sustitución de Zepeda, a fin de obtener el apoyo de la corriente de panistas que apoya al exgobernador poblano.
Moreno Valle llega a la coordinación del grupo parlamentario del PAN en el Senado, luego de que Zepeda no pudo consolidarse como un opositor real dentro de la cámara alta.
Zepeda, de voz aguda, chillona, remilgado y gritón en exceso, y sin mayores experiencias que la de haber sido un diputado federal del montón, y sustituto de Ricardo Anaya al frente del PAN, nunca tuvo el nivel requerido para negociar con Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de los senadores de Morena..
Moreno Valle en cambio, como ex gobernador de Puebla, expriísta prominente, hijo de exgobernador, y como esposo de la gobernadora electa Martha Erika Alonso representa un contrapeso político y partidario distinto.
LA VIOLENCIA LLEGA A TJ CON LOS MIGRANTES
Un número creciente de habitantes de Tijuana -nativos y llegados de otros estados e incluso de otros países-, exigen rechazar y expulsar a los migrantes centroamericanos que comenzaron a llegar a esa ciudad en caravana hace una semana.
Desde un inicio sus organizadores los enfilaron hacia Playas de Tijuana, una zona de clases medias y áreas pudientes, y quizá la única que queda ya en esta ciudad con amplios espacios vacíos.
Los primeros en llegar, un grupo de 85 migrantes de la comunidad LGBT, lo hizo a bordo de varios autobuses sólo para encontrarse con un ambiente de rechazo social y gubernamental.
Ya antes, al pasar por San Luis Río Colorado, la parte final de Sonora antes de entrar a Baja California y Mexicali, el grupo había experimentado el repudio de los habitantes de esta región del noroeste mexicano.
Alcanzados en los días siguientes por el resto de la primera caravana, un movimiento surgido hace más de un mes en Honduras, y luego del resto de Centroamérica, conforme se instalaron en Playas de Tijuana, los migrantes han visto crecer casi hasta la insurrección un repudio social y gubernamental que ha generado enfrentamientos y un ambiente que ha hecho pensar a muchos de ellos en mejor regresar a sus países de origen.
Nada más antier, domingo, miles de tijuanenses se concentraron al rededor del emblemático monumento a Cuauhtémoc, para exigirles a sus autoridades la expulsión inmediata de los hondureños y otros centroamericanos.
Entre el agitar de banderas mexicanas y el himno nacional, y el clamor de «¡fuera, fuera!”, calificaron a los migrantes de sucios, desagradecidos y de ser un peligro para Tijuana y la convivencia de los ciudadanos.
Ya ayer surgieron los primeros gritos de “¡perros! ¡muertos de hambre!” “¡regresen a sus países!”, en una muestra de hostilidad que amenaza en convertirse en una acción no deseada.
Los señalaron de provocar una «invasión» y los culparon de propiciar el mal uso de millones de pesos de sus impuestos para mantenerlos durante meses que podría durar su ingreso a Estados Unidos.
En medio de este creciente rechazo, otros grupos menor numerosos, han salido sin mucha convicción en defensa de los centroamericanos.
Hacia el miércoles, jueves anteriores centenares de vecinos de Playas de Tijuana amenazaron con colocar retenes para impedirles al paso. La protesta generó enfrentamientos verbales entre unos y otros y algunos jaloneos y empujones.
El ambiente hostil ha sido alentado además por las declaraciones tanto del gobernador panista Francisco “Kiko” Vega como del alcalde Juan Manuel Gastélum, del mismo partido.
Ambos han afirmado que los migrantes no son bienvenidos a Tijuana.
El gobernador declaró cero tolerancias para migrantes y consideró que el comportamiento de estos no ha sido apropiado.
ALCALDE PREPARA CONSULTA
En tanto el alcalde pidió al Gobierno de Enrique Peña Nieto aplicarles la expulsión considerada, dice, en el 33 constitucional. Y exigió una partida federal adicional de al menos unos 80 millones de pesos para poder atender a los migrantes.
Pero alentado por las consultas populares impulsadas por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, el alcalde panista Gastelum prepara ya una consulta popular para preguntarle a los habitantes de Tijuana sobre si hay que tolerar o expulsar a los migrantes de las caravanas.
Mientras Gastelum no baja a los migrantes de ser unos “mariguanos” y de decir que si bien “Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera”, agrega.
E insiste:
“Tenemos que hacer una consulta ciudadana, estamos elaborando la pregunta para decidir cuál sería la mejor…
«Aquel que no respete la ley va a tener que ser sancionado, los derechos humanos son para los humanos derechos… el mensaje es antimariguana antiborracho es anti violador de la ley, conductas antisociales» indicó en un galimatías.
Y consideró que detrás de estas caravanas podrían estar intereses ajenos a México y a los habitantes de Tijuana.
«Alguien está disfrutando de hacer esta maldad…. aquí hay una situación dolosa que no podemos permitir, es un clamor de los tijuanenses a la autoridad federal, a los diputados federales, a los senadores, a todos los actores que tienen o que inciden en la vida de los tijuanenses a ponernos a cerrar filas y exigir lo que tenemos que exigir», dijo.
Mientras no descartó la posibilidad de colocar retenes en las carreteras de acceso a la ciudad a fin de detener a los migrantes.
De acuerdo con el secretario de Desarrollo Social, Mario Osuna Jiménez, son alrededor de 2 mil 700 migrantes centroamericanos los que han llegado a este municipio, de los cuales 2 mil 8 se encuentran en el refugio habilitado en la unidad deportiva Benito Juárez.
Y TRUMP ATIZA EL DESCONTENTO
En este contexto y luego de mantenerse alejado del tema de las caravanas de migrantes hacia EU, el presidente norteamericano Donald Trump afirmó que los migrantes no sólo representan una amenaza para los norteamericanos, sino que han causado ‘grandes problemas’ en México.
Como lo estila, en su cuenta de Twitter afirmó que su país no tolerará una ‘invasión’, y exigió a los migrantes a que ‘regresen a casa’.
Y recordó que el alcalde de Tijuana, ha señalado que esta ciudad no está preparada para recibir a estos migrantes ni mantenerlos durante meses mientras EU decide recibirlos o no.
Trump indicó que al igual que Tijuana, Estados Unidos no está preparado para esta invasión.
¡Regresen a casa!”, les dijo vía Twitter
Mientras todo eso ocurre por territorio mexicano transitan otras 3 caravanas de centroamericanos hacia la frontera norteamericana.
Las autoridades de migración de México estima que 9 mil migrantes más lleguen a Tijuana en los próximos días.
Por ello y en previsión de un intento de ingreso descontrolado o por asalto a EU, policías federales mexicanos han colocado vallas en los carriles de acceso a la garita internacional de San Ysidro, la más grande del mundo con casi 20 carriles.
En un intento por bajarle tensión a la llegada de migrantes a Tijuana, el embajador de la República de Honduras, Alden Rivera Montes, anunció la instalación de un Consulado Móvil a fin de darle documentos legales a todos los migrantes.
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