CHINA, 13 de julio, (AGENCIAS / CÍRCULO DIGITAL).- El disidente chino Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz 2010, falleció debido a una falla múltiple de órganos, informó el gobierno de su país, mismo que le impidió buscar en el exterior tratamiento para el cáncer de hígado en etapa terminal que padecía.
Liu, de 61 años, fue condenado en 2009 a 11 años de prisión por “incitar a la subversión del poder del Estado” tras haber ayudado a escribir una petición conocida como “Carta 08” en la que se pedían profundas reformas políticas.
Recientemente el disidente chino habría sido trasladado desde la cárcel a un hospital en Shenyang donde según el gobierno chino era tratado por reconocidos expertos chinos en cáncer.
Grupos de derechos humanos y gobiernos occidentales habían solicitado a China permitir que Liu y su esposa, la poetisa Liu Xia, dejaran el país para buscar tratamiento en el extranjero como él quería, pero el gobierno no lo permitió.
El sábado pasado Beijing permitió a dos médicos extranjeros, de Estados Unidos y Alemania, visitar a Liu y ambos dijeron después que consideraban que era seguro que viajara al exterior. Los galenos dijeron que Liu y su familia habían pedido que el resto de su tratamiento se le brindara en uno de esos dos países.
Tras el deceso, en un corto comunicado, la oficina jurídica de la ciudad, en el noreste del país, dijo que Liu sufrió una falla orgánica múltiple y los esfuerzos por salvarlo no tuvieron éxito.
“Pese a que se le aplicaron múltiples formas de tratamiento, su enfermedad continuó agravándose”, afirmó.
Los reclamos no se hicieron esperar, Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Noruego del Nobel afirmó que el gobierno chino tiene una gran responsabilidad por la muerte de Liu.
“Nos parece profundamente alarmante que (…) no haya sido traslado a una instalación donde pudiera recibir un tratamiento médico adecuado antes de llegar a la etapa terminal”, dijo.
“El gobierno chino tiene una gran responsabilidad por su prematura muerte”, añadió en un correo electrónico enviado a la agencia Reuters.
