NASA descubre atmósfera primitiva en exoplaneta “Neptuno Cálido”
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de mayo, (DE VAGOS/CÍRCULO DIGITAL).— La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), dio a conocer que el lejano planeta de nombre HAT-P-26b tiene una atmósfera primitiva compuesta en su mayoría por hidrógeno y helio.
De acuerdo con un estudio que agrupa observaciones de los telescopios espaciales Hubble y Spitzer, el también llamado “Neptuno Cálido”, porque tiene el tamaño de Neptuno, se ubica a 437 años luz de distancia y órbita una estrella con el doble de vida que nuestro Sol.
Los investigadores determinaron que la atmósfera del HAT-P-26b está relativamente libre de nubes y ostenta una fuerte indicación de agua, la mejor medición hasta la fecha de vital líquido en un exoplaneta de este tamaño.
De acuerdo con la agencia estadunidense, el hallazgo de una atmósfera con dichos componentes en ese exoplaneta repercute en lo que piensan los científicos sobre el nacimiento y desarrollo de los sistemas planetarios.
“Los astrónomos han comenzado a investigar las atmósferas de estos distantes planetas con la masa de Neptuno, y casi de inmediato hemos encontrado un ejemplo que va en contra de la tendencia de nuestro sistema solar”, explicó la autora principal del estudio, Hannah Wakeford.
Para el desarrollo de la investigación los especialistas emplearon datos de tránsitos, esto es cuando el planeta pasa por delante de su estrella anfitriona, en este caso se estudiaron cuatro traslaciones medidas por Hubble y dos de Spitzer.
Gracias a que el estudio dio como resultado una medida precisa del agua, los investigadores han podido usarla para estimar la riqueza del planeta en elementos “metálicos”, es decir, más pesados que el hidrógeno y el helio, lo cual indica cómo se formó.
“Este análisis demuestra que hay mucha más diversidad en las atmósferas de estos exoplanetas de lo que esperábamos, lo que nos da una idea de cómo los planetas pueden formarse y evolucionar de manera diferente en nuestro sistema solar”, describió el segundo autor del artículo, David K. Sing.
El artículo fue publicado en la revista en especializada “Science”, por Hannah Wakeford y su grupo de investigación.