Percepción Política
*Juan Manuel Magaña
Primero en una voz aislada y luego conjunta, los reporteros pidieron no más impunidad.
Dos días después del asesinato del escritor y corresponsal de La Jornada, Javier Valdez, el jefe del Ejecutivo convocó a gobernadores para generar una estrategia conjunta de protección a periodistas y defensores de derechos humanos.
Anunció el mero refuerzo de puras tareas burocráticas que nunca se han llevado a la práctica: el mecanismo de protección a periodistas y defensores de derechos humanos; el incremento, sin precisar, de recursos para esa protección; protocolos homologados entre oficinas federales y estatales.
De cajón, Peña se pronunció por la libertad de expresión, el respeto a la crítica, el estímulo al disenso y el diálogo con los periodistas, precisamente en momentos en que la libertad de prensa vive su peor crisis en el país.
¿Respuesta de Estado?
Según él secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, hay respuesta de Estado al asesinato de periodistas, pero la Comisión Nacional de Derechos Humanos contradice rotundamente esta definición y reporta impunidad casi total desde el 2000.
Es obvio, el discurso oficial no se respalda con los hechos. Y la inacción en tres sexenios se corresponde con la impunidad.
