Análisis a Fondo
*Francisco Gómez Maza
Volatilidad de grandes dimensiones
El peso, tan devaluado como la confianza
Más preocupadas deberían de estar las autoridades por la gran crisis económico financiera que se avecina (y que advertimos a principios del 2015 en este espacio), que por buscarle delitos viejos al “Güero” Palma, liberado en Estados Unidos por comportamiento ejemplar en la cárcel y que, de un momento a otro, será repatriado a México en completa libertad.
No jueguen, Arely. Qué ganan con tener las cárceles llenas de infinidad de inocentes mientras al país se lo está llevando el carajo en materia económica; la gente no tiene suficientes recursos para vivir y millones están padeciendo hambre y tienen “sed de justicia”, Y usted, doña Arely, urgando para ver si puede detener al Güero ahora que será repatriado por las autoridades de Estados Unidos. Parecen muchachitos jugando a los policías y ladrones.
La situación económica es gravísima. El mundo está entrando en una gran crisis, más importante que cualquier crisis habida desde hace un cuarto de siglo, crisis que se está revelando a través de la volatilidad de los mercados financieros y bursátiles del mundo y que le pegará muy fuerte a la economía mexicana,
Ya lo acaba de advertir el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, quien advirtió que no se descarta ninguna intervención en el mercado por parte de la Comisión de Cambios ante la elevada volatilidad que se ha presentado en el tipo de cambio en días recientes. «No se descarta ninguna intervención. Estamos en un entorno de volatilidad muy alta. El inicio del alza de tasas de Estados Unidos, el tema del Brexit y los temas políticos alrededor del globo hacen más fuerte esa volatilidadad», comentó el funcionario.
En la presentación de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, Aportela recalcó que, dentro de esa volatilidad, las variables macroeconómicas del país se ven bien, con inflación baja y crecimiento del empleo. Pero eso es lo que dice él. No lo que nosotros vemos en la realidad recorriendo a pie las calles de esta gran Ciudad de México.
En ventanillas bancarias, el dólar se cotiza en 19.30 pesos, 20 centavos más que el cierre de ayer lunes, de acuerdo con información de Banamex.
La creciente probabilidad de que Reino Unido salga de la Unión Europea como resultado del referéndum del 23 de junio, coloca al tipo de cambio por arriba de 19.00 pesos por dólar, explicó. El mercado está atento al anuncio de política monetaria que hará el miércoles 15 la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que ha intensificado el nerviosismo entre los inversionistas, generando una gran volatilidad en los mercados financieros y cambiarios. Ayer martes, Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer, dijo que no descartaba que el tipo de cambio pudiera tocar los 20 pesos por dólar.
Mientras tanto, los bancos centrales de varias partes del mundo alistan iniciativas de soporte financiero para mitigar turbulencias de los mercados, en caso de que los británicos decidan la próxima semana abandonar la Unión Europea, a fin de proteger a la economía del eventual impacto a corto plazo.
A través de operaciones como las denominadas líneas de swap, los principales bancos centrales del mundo se preparan para intercambios recíprocos de divisas potencialmente ilimitados, si la agitación de los mercados deja a prestamistas y exportadores sin monedas extranjeras.
Las autoridades temen que el referendo que celebrará Reino Unido el 23 de junio lo llevará a dejar el bloque de 28 naciones y causará un éxodo de capitales del país, lo que paralizaría los mercados cambiarios y pesaría de inmediato sobre el crecimiento si las firmas no obtienen el acceso a las divisas extranjeras que necesitan para hacer negocios cotidianamente.
De hecho, el Banco Central Europeo (BCE) se comprometerá públicamente a respaldar a los mercados financieros, en coordinación con el Banco de Inglaterra, si Reino Unido decide separarse de la UE, según dijeron a Reuters funcionarios cercanos al asunto. Utilizadas por primera vez tras los ataques de septiembre del 2001, las líneas de swap cambiarios tuvieron una enorme demanda durante la crisis financiera global del 2008 y 2009, cuando los bancos, dependientes en exceso de monedas extranjeras, vieron mermado su acceso al mercado. Desde entonces, la Reserva Federal, el BCE, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra, el Banco Nacional Suizo y el Banco de Canadá han establecido líneas de swap permanentes con muchas otras entidades rectoras, al sellar pactos bilaterales para garantizar acceso a fondos globales.
Según los acuerdos, un banco central puede acceder directamente a una moneda de una institución en el exterior al tipo de cambio vigente, pero de alguna forma la transacción conllevaría una tasa de interés más alta que durante operaciones habituales del mercado. Más adelante, el banco central que recibe los fondos distribuye las divisas al banco comercial que realizó la solicitud, que también accede a retornar el dinero en cierto plazo, que podría extenderse de 24 horas hasta tres meses.
Las tasas de interés relativamente altas – un 0.87 por ciento por traspasos de dólares desde la Fed hasta el BCE, por ejemplo – buscan que la herramienta sea lo suficientemente costosa como para que las instituciones sólo las utilicen en caso de dificultades reales.
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