Piden ampliar el programa de recolección de pilas usadas
Ciudad de México a 20 de Octubre (CÍRCULO DIGITAL).-Por representar un peligro potencial para la salud de las personas y la sustentabilidad del medio ambiente, con riesgo de afectar el agua, el suelo y aire de la Ciudad de México, se deben instalar más contenedores para recolectar pilas usadas, propuso la diputada Elizabeth Mateos.
Dijo que la Secretaría de Medio Ambiente local que encabeza el programa “Ponte Pilas con tu ciudad”, uno de los más grandes de América Latina y que ha reunido más de 600 toneladas de baterías en 400 estaciones de acopio desde hace ocho años, debe seguir impulsando la instalación de contenedores en sitios de gran afluencia de personas.
Para ampliar el éxito del programa con más cantidad de pilas recuperadas, señaló, deben instalarse en mercados, edificios delegacionales, parques, jardines y en aquellos lugares con una asistencia masiva de usuarios.
La vocera del Grupo Parlamentario del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal añadió que la ampliación de contendores contribuirá también a tener una actitud de sensibilización ciudadana para desechar de manera segura ese tipo de residuos.
Alertó del riesgo que representa tirar las baterías usadas sin seguridad, pues al quedar expuestas a la intemperie pierden su cubierta y derraman metales pesados, como Mercurio, Cadmio y Zinc, que contaminan los mantos freáticos y afectan las cadenas de alimentación naturales.
Además, cuando se incineran desprenden elementos tóxicos volátiles que contaminan el medio ambiente, lo que daña, en el mediano y largo plazo, el tejido cerebral y el sistema nervioso central de las personas.
De ahí que propuso a la SEDEMA relanzar el programa “Ponte Pilas con tu Ciudad”, mediante una intensa campaña de difusión para desechar las baterías de una manera responsable.
Las pilas comunes de zinc-carbono que quedan expuestas al medio ambiente pueden contaminar tres mil litros de agua, en tanto que las alcalinas por su alta cantidad de Mercurio, afectarían 175 mil litros de agua, cuya cantidad rebasa lo que puede consumir una persona en toda su vida.
El Mercurio es un posible agente cancerígeno y no se puede eliminar del cuerpo, y al estar expuesto a una cantidad alta de ese metal pesado se puede dañar el cerebro y riñones, la gestación del bebé y provocar retraso mental, afectaciones a las funciones sicomotoras y ceguera entre las personas.
Otros metales que se utilizan para elaborar pilas, como el Plomo, Litio, Cadmio y Niquel, tienen efectos nocivos para la salud humana, especialmente en riñones, sistema respiratorio y la piel, de ahí su importancia de procesar adecuadamente las pilas que se desechan.