Políticos británicos condenan asesinato de diputada laborista
LONDRES, 17 de junio, (MOMENTO INFORMATIVO / CÍRCULO DIGITAL).- Políticos de todas las corrientes e ideologías de Reino Unido condenaron el asesinato de la parlamentaria del opositor Partido Laborista, Jo Cox, quien fue abatida a tiros a plena luz del día después de una reunión con sus electores.
El primer ministro británico, David Cameron, y el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, visitaron esta tarde el poblado de Birstall, West Yorkshire, en el norte de Inglaterra, para rendir tributo a la diputada, de 41 años.
Los diarios británicos destacaron en primera plana el atentado contra la parlamentaria, quien habría sufrido amenazas de muerte en el pasado. La policía analizaba redoblar su seguridad, de acuerdo con el diario The Times.
Algunos tabloides ligan el asesinato con la campaña del referéndum del 23 de junio para salir de la Unión Europea (UE). Hay testigos que aseguran que el asaltante gritó “Gran Bretaña primero” antes del ataque.
La policía interroga a un sujeto, de 52 años, nombrado por la prensa británica como Thomas Mair, quien “sufría desde hace años problemas de salud mental”, según el diario The Guardian.
Otros reportes sugieren que Mair estaba ligado a grupos de extrema derecha y que esa habría sido la motivación detrás del ataque.
El sujeto apuñaló a la parlamentaria y le disparó en varias ocasiones. La diputada murió a pesar de los intentos que se hicieron para ser trasladada en un helicóptero-ambulancia a un hospital cercano.
En tanto, grupos de parlamentarios del Partido Laborista y miembros del público han depositado arreglos florales en el lugar donde fue abatida Jo, quien durante varios años trabajó para la organización de caridad Oxfam.
Brendan Cox, esposo de la parlamentaria, quien fue electa en los comicios generales de 2015, hizo un llamado para “luchar contra el odio que mató a Jo”. “El odio no tiene, credo, raza o religión, y es venenoso”, señaló.
El violento asesinato de la madre de dos niños pequeños ha conmocionado a la opinión pública británica debido a la violencia y magnitud del ataque que provocó la suspensión de las campañas rumbo al plebiscito del 23 de junio sobre el futuro de Reino Unido dentro de Europa.