Por presupuesto 2021 realizan mitin en Cámara de Diputados

CIUDAD DE MÉXICO, 13 Noviembre, (CDMX MAGACÍN).- El día de hoy, el Foro de Luchas Sociales y el Movimiento Nacional contra la Precarización Laboral y los Despidos realizó un mitin en la Cámara de Diputados.

De acuerdo con La Izquierda Diario, se indicó que el gobierno de la Cuarta Transformación canceló unilateralmente, sin avisar, las mesas ganadas en diversas jornadas de lucha, donde se discutirían las exigencias de diversas organizaciones; mayores recursos a salud, educación, ciencia, cultura, vivienda, entre otras necesidades colectivas de la población trabajadora y se dejen de asignar recursos públicos para el pago de la ilegitima deuda pública, así como se cancelen los aumentos presupuestales al gasto de las fuerzas represivas. A continuación, reproducimos el Pronunciamiento que será leído en la manifestación.

Pronunciamiento del Movimiento Nacional Contra la Precarización y los Despidos ante la próxima aprobación del presupuesto público

En medio de la pandemia de Covid 19, que se ha cobrado ya más de 100 mil muertos en nuestro país y una crisis económica sin precedentes, que se ha traducido en millones de despidos y rebajas salariales, los partidos del régimen político (tanto oficialistas como “opositores”) acaban de aprobar la madrugada de hoy en el Congreso de la Unión el Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021. Un presupuesto público para el próximo año que, con el pretexto de la “austeridad”, representa claramente un nuevo ataque contra las necesidades e intereses del pueblo trabajador.

Presupuesto en el que se prioriza el pago de la fraudulenta deuda externa e interna, así como el financiamiento de las fuerzas armadas y de los megaproyectos, sobre el gasto social en educación, vivienda, salud, alimentación y otras necesidades básicas de la población, en particular de los que menos tienen en este país con más de la mitad de su población en condición de pobreza.

A cambio de mantener una serie de programas sociales, de carácter clientelar, que son absolutamente insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de la mayoría de la población. Pero sí le sirven al gobierno y partido para hacer demagogia e intentar conservar su base social, ante sus competidores de derecha, de cara a las elecciones del 2021.

Es decir, lejos de sus promesas de campaña y de una verdadera transformación del país luego de décadas de neoliberalismo, lo que el gobierno de la 4T, su partido y sus aliados nos aseguran con este presupuesto es continuar con la subordinación económica y política al imperialismo norteamericano y al capital financiero trasnacional; con la militarización del país, que sólo ha significado mayor represión a nuestros hermanos migrantes y a los movimientos sociales; mientras se beneficia a un sector de los grandes empresarios con los megaproyectos, a costa de aumentar el ecocidio y el despojo de las tierras y recursos de las comunidades campesinas e indígenas.

Se demuestra así que, si bien los partidos del régimen político se diferencian en las formas y en el discurso, en el fondo todos están por defender los intereses de los grandes empresarios, mientras los trabajadores y el pueblo pobre no contamos con una representación política propia, que exprese y luche por defender realmente nuestros intereses.

Mientras tanto, la pandemia sigue causando estragos en la salud y la vida de los trabajadores y sus familias principalmente. Hoy vemos las consecuencias de la reapertura criminal de industrias no esenciales, como las maquiladoras, avalada por el gobierno de la 4T con el único fin de preservar las ganancias de los grandes empresarios nacionales y de las trasnacionales vinculadas al TMEC.

Empresas que no dudaron en rebajar los salarios o despedir directamente a miles de trabajadores, especialmente a los más vulnerables. La supuesta recuperación del empleo de la que se jacta el gobierno de la 4T, no es más que la mínima parte de los millones de despidos que se consumaron impunemente en los últimos meses, gracias a las condiciones de precarización laboral que imperan en el país.
La propuesta de regular el outsourcing que acaba de anunciar el presidente con bombo y platillos, tiene el objetivo de recaudar para el gobierno mayores ingresos fiscales, no de acabar con las múltiples formas de precarización que niegan los derechos labores.

Estas condiciones han llevado a diferentes sectores de trabajadores a tener que salir a luchar por sus derechos, aun en medio de la pandemia.

Como las trabajadoras y trabajadores de NOTIMEX, la agencia de noticias del estado, que están por cumplir 9 meses en huelga contra los despidos injustificados y el ataque a su Contrato Colectivo de Trabajo, impuesto por la prepotente Sanjuana Martínez. Pero no son lxs unicxs. Los profesores de asignatura de la UACM siguen reclamando el reconocimiento de sus derechos laborales; los trabajadores de la cultura organizados en colectivos como No vivimos del aplauso, exigen mayor presupuesto para su sector; los trabajadores de Audi, de General Motors y de otros sectores de la industria, también denuncian los despidos y las condiciones de riesgo a las que los someten los patrones, enfrentando a los charros entreguistas y traidores de sus sindicatos.

Mención especial merecen los trabajadores de la salud, que han estado en la primera línea del combate no sólo de la pandemia sino de las consecuencias de la injusticia y la desigualdad que prevalece en todos los ámbitos a lo largo y ancho de este país, motivo por el cual hemos visto manifestarse y movilizarse a mwdic@s, enfermer@s y demás personal de salud de manera intermitente y dispersa pero continúa en todo el país en los casi 10 meses que ha durado la contingencia. El caso más reciente y significativo es el del personal de salud del estado de Chihuahua que exige equipo de protección personal y medidas para garantizar su vida en el momento preciso en que comienza el aumento de casos de enfermedad y muerte en ese estado del país. ¡Y el gobierno todavía se atreve a decir que hay suficiente presupuesto para el sector salud!

A la par que esto sucede, la represión continúa contra los sectores que no se conforman ni se adaptan a la “nueva normalidad” que quieren imponernos. Como se demuestra con la represión cada vez más brutal al movimiento de mujeres, que llegó al extremo hace unos días en Cancún, Quintana Roo, donde la policía municipal y estatal disolvieron una manifestación contra el feminicidio a tiros. Otro caso emblemático es de Kenia Hernández, activista defensora de derechos humanos, presa política del gobierno de la 4T.

Esta situación ha contado con la complicidad de los dirigentes de las principales organizaciones sindicales. No solo los charros de la CTM, sino también los líderes de las centrales sindicales que antes se reivindicaban democráticas y “opositoras”, pero que poco o nada ha hecho para que las y los trabajadores podamos enfrentar en unidad estos ataques.

Ante ello, desde el Movimiento Nacional Contra la Precarización y los Despidos seguimos llamando a la unidad y a la movilización combativa de las y los trabajadores, junto a nuestrxs aliadxs en el movimiento estudiantil, de mujeres, campesino, indígena y el resto del pueblo pobre, con independencia del gobierno, de todos los partidos patronales y de las instituciones de este régimen que ya han demostrado que no tienen nada bueno que ofrecernos, más que mayor miseria y represión.

Con la lucha seguiremos exigiendo:

• Aumento sustancial al gasto social en salud, educación, vivienda y alimentación, a partir del no pago de la deuda externa e interna y de imponerles mayores impuestos a las grandes empresas.
• Por la prohibición de los despidos, del outsourcing y de todas las formas de subcontratación que encubren la precarización laboral.
• Por la resolución favorable de las luchas obreras y populares, como la huelga de Notimex, la lucha de los profesores de asignatura de la UACM y de los demás reclamos obreros.
• Por la libertad de Kenia Hernández y de todxs lxs presxs políticxs del país.
  Llamamos a todas las organizaciones obreras y populares, especialmente a las centrales sindicales que se reivindican democráticas, a romper con su pasividad y a convocar un plan de lucha unitario para enfrentar este ataque.

LTS