CIUDAD DE MÉXICO, 27 de octubre, (MENSAJE POLÍTICO / CÍRCULO DIGITAL).—La confrontación pública que han sostenido el líder formal del PAN, Ricardo Anaya, y su antecesor, Gustavo Madero, tuvo hoy un nuevo capítulo en el Senado de la República.
Los protagonistas: por parte de Anaya, el coordinador de los senadores del PAN, Fernando Herrera; y por parte de Madero, el ex coordinador blanquiazul, Jorge Luis Preciado.
Todo fue porque Fernando Herrera despidió de la bancada panista a todo el personal contratado por Preciado.
Ya cerca del final de la sesión de este jueves, Preciado solicitó participar en la Tribuna ante el Pleno, y ya ahí despotricó contra Herrera.
«No, no le voy a hablar a la Comisión de Justicia. Yo le voy a hablar al coordinador del Partido Acción Nacional. Yo fui coordinador, y aquí tengo el mensaje que me acaba de enviar la Secretaria de Administración del grupo parlamentario: ‘Senador, por instrucciones del señor coordinador, se le da de baja a todo su personal’”.
Continuó Preciado: «Muchas gracias, coordinador, espero que las diferencias que tenemos en la votación y en el de opinión no se vea reflejado, no se vea reflejado en afectar a los trabajadores que están desde hace ya mucho tiempo inscritos en el grupo parlamentario.
«Es muy lamentable porque este tipo de situaciones no se deben de dar cuando el 99% de las posiciones que ha asumido el grupo las he compartido. Es lamentable que se tome este tipo de represión, pero no importa, yo puedo seguirles pagando sin su autorización.»
Añadió, en segundo lugar, que lo que estaba en riesgo en ese momento no era el resultado de una votación, sino la unidad del PAN en el Senado de la República, porque su coordinador hizo acuerdos sin consultarles, y se enteraron de ello por los periódicos.
«Los coordinadores coordinan, no son nuestros jefes y no somos sus empleados. Nuestro voto vale y cada uno de nosotros se la fue a jugar a su estado para ganar una elección.
«Y déjeme decirle una cosa, coordinador, lamento mucho decirlo desde la tribuna, pero usted se quedó ahí por mí. Yo le pedí a Gustavo Madero que usted coordinara, y cuando lo iban a quitar para poner al Senador Roberto Gil yo le pedí al Presidente del PAN que lo mantuviera ahí. Y cuando lo iban a remover para poner al Senador Juan Carlos Romero Hicks, también yo le pedí al Presidente Ricardo Anaya que lo mantuviera en esa posición.»
Preciado remató: «Qué lamentable, déjeme decirle, que hoy pierda un aliado, a un amigo que todo el tiempo metió las manos por usted. Es muy lamentable con este tipo de represión porque usted me puede hacer lo que usted quiera, hacérmelo a mí, pero no se lo puede hacer a mi personal, ni a la gente que viene trabajando conmigo toda la vida.
Así concluyó este capítulo del pleito Anaya-Madero, protagonizado por Herrera y Preciado.
