Precios de los combustibles benefician al salario real: Cepal
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de mayo, (ESFERA EMPRESARIAL / CÍRCULO DIGITAL).- Los salarios reales en América Latina registraron en 2015 “cierta estabilidad” pero su comportamiento fue heterogéneo pues hubo países como México, donde el año pasado los salarios tuvieron un avance “moderado”, producto de la inflación por la baja de las cotizaciones de los combustibles. En tanto, en otros como Brasil, la mejora salarial fue en menor magnitud porque se aceleró el índice de precios.
Así lo señala un nuevo reporte “Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe” elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el que advierten de un aumento en el desempleo en 2016 en la región por el deterioro económico de los países miembros.
El documento indica que en los países de Centroamérica y México los salarios reales se beneficiaron en general de una inflación decreciente, causada principalmente por el descenso de los precios de los combustibles.
El salario medio real del empleo registrado tuvo un aumento aproximado de 1.38 por ciento promedio en 2015 para diez países de América Latina, con base en datos disponibles.
México tuvo un incremento del salario medio real alineado con el promedio de la región, mientras que Costa Rica tuvo el mayor aumento con 4 por ciento. En tanto, Brasil fue el único país con número negativo al reportar una caída de más de 3 por ciento.
Aunque el avance de México es “moderado”, para nuestro país ese incremento de 1.3 por ciento es una mejora si se observa que en 2013 el salario medio real reportaba pérdida de poder adquisitivo.
En la mayoría de los países de la región, la política salarial se esforzó en 2015 por estabilizar la capacidad de consumo, especialmente la de los trabajadores de bajos ingresos y en la mediana de 19 países el salario mínimo real aumentó 2.7 por ciento, ligeramente menor que el año anterior.
La Cepal y la OIT prevén que en 2016 tendrá lugar una nueva contracción de la economía regional, que implicará que se mantenga la debilidad en la generación de plazas con una nueva caída de la tasa de ocupación y un empeoramiento de la calidad del empleo.
El desempleo urbano en la región subiría a 7 por ciento de la fuerza laboral en 2016, arriba de lo registrado el año pasado, cuando la tasa de desempleo promedio llegó a 6.5 por ciento por la “leve” contracción del PIB regional.