CIUDAD DE MÉXICO, 25 de mayo, (VIBRACIONES CAPITAL/CÍRCULO DIGITAL).— La Cámara de Diputados, por medio del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), presentó el libro “Ética y política para tiempos violentos”, de Gerardo Ávalos Tenorio, que plantea romper viejos paradigmas para superar la violencia en la que está hundido el país, priorizando el interés humano y el pensamiento crítico.
En la presentación de la coedición con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, el gobierno de Michoacán y la editorial MC, el CESOP manifestó su apertura a la comunidad académica en todas sus vertientes, a fin de fortalecer la democracia y la cultura política del país.
Ricardo Martínez Rojas Rustrián, director de Estudios de Desarrollo Regional del CESOP, al moderar la presentación del libro, apuntó la necesidad de popularizar el pensamiento filosófico entre ciudadanos de todos los estratos sociales, con investigaciones como ésta que abordan un tema muy actual, vinculando ética y política con la violencia.
El asesor general del CESOP, Enrique Esquivel Fernández, consideró que la obra es muy ambiciosa en sus planteamientos y alcanza una madurez intelectual en la que si bien es cierto, se trata de desestigmatizar al Estado, también lo ubica en la discusión actual.
“Se hace una crítica fundamentada al Estado mexicano que, sin duda, vive una de las crisis contemporáneas más severas, pero el hilo conductor es la ética, entendiendo ese concepto como el instrumento fundamental para alcanzar libertad y justicia”, comentó.
El texto manifiesta que Estado y democracia deben alejarse de cualquier condición de violencia, concibiendo a esta última como ausencia de orden político. Esquivel Fernández invitó al autor a realizar otra obra donde reflexione sobre distintas formas de Estado.
El autor Gerardo Ávalos Tenorio subrayó que su texto no es complaciente con instituciones, políticos, partidos, ni autoridades, tampoco habla mal ellos, ni culpa al Estado o a las partidocracias. “Hoy es muy sencillo hablar mal de los políticos. Si uno quiere un aplauso fácil, lo rápido es hablar pésimo de los partidos”.
México, continuó, está hundido en la violencia y el único antídoto es recuperar lo humano en todo sentido, y el problema es la ausencia de pensamiento fuerte y crítico en nuestro país. Requerimos ideas complejas y estudiar más y de fondo, pues existe un proceso de descomposición social que a nivel de instituciones se llama disolución del Estado.
La caída en la vorágine de violencia que carcome al Estado, es un tipo de violencia sui géneris, porque no es la agresión en contra de ciudadanos, sino un tipo de violencia horizontal que tiene los nutrientes para que sean, precisamente, jóvenes y mujeres quienes participen en asociaciones delincuenciales, señaló.
El libro, precisó, es una obra antidogmática que toma de frente el reto de explicar nuestros tiempos, en los que ya no funcionan los viejos paradigmas. “No podremos entender las causas profundas de la violencia, si no volteamos a ver los nuevos rasgos de la política contemporánea”.
Ávalos Tenorio sostuvo que en la actualidad se demanda una heterodoxia, es decir, atreverse a pensar de otra manera y no aplicar esquemas o verdades que se confeccionaron en otras latitudes.
Al comentar el libro, Pablo Tepichín Jasso, doctor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, destacó la crítica punzante que desmonta los discursos hegemónicos que naturalizan el quehacer político, en uno de los momentos más sombríos del neoliberalismo por la preminencia de la ganancia económica en todos los ámbitos humanos en un proceso acelerado de disolución del Estado.
La considera una obra madura al cuestionar el momento en que se normalizaron las desapariciones forzadas, fosas clandestinas, feminicidios, tortura, crimen organizado, asesinatos de periodistas, la impunidad, corrupción y los prófugos de la justicia que antes ostentaron cargos públicos dentro de una democracia “frágil, efímera, dependiente de una refinada educación moral y sus lacerantes tiempos violentos”.
“Ética y política para tiempos violentos” no es un conjunto de recomendaciones de cómo actuar en lo individual y colectivo, “tampoco es un elixir para curar el pesimismo y a la gente decepcionada de la político”, sino una propuesta a repensar para encontrar nuevos esquemas, dialogar y lograr acuerdos, a fin de “resignificar a la política” para recuperar los mejores atributos humanos.
José Luis López Callejas, doctor del Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, urgió a comprender la época actual signada por la violencia, la exclusión y precariedad, donde la ética es una práctica indispensable para superar esos fenómenos.
Consideró que la obra de uno de los filósofos políticos mexicanos más destacados de nuestro tiempo, hace una aguda crítica de la evidente disolución del Estado, alentada por el beneficio privado a costa del bien público privilegiando el narcisismo y hedonismo que desembocan en la antipolítica, a través de una “ética light” fomentada por la seducción de las nuevas plataformas tecnológicas, “donde los demagogos se aprovechan de la ignorancia de la población para fomentar el individualismo, agresividad, racismo y homicidio”.
Esta investigación “no sólo es un esfuerzo por comprender, sino para transformar las condiciones infrahumanas a las que estamos sometidos a diario”. Por ello, su lectura y discusión coadyuvan a reconfigurar la subjetividad fundada en la justicia, diálogo y defensa del bien común para alejar la violencia del quehacer político y humano.
Miguel Ángel Hinojosa, catedrático de la UAM, agradeció al CESOP ser el puente entre esa casa de estudios y el Congreso. “Es importante fomentar la relación que tienen ambas instituciones y reconocemos el apoyo que se da a la universidad y a su pensamiento crítico y propositivo para el desarrollo del país”.