CIUDAD DE MÉXICO, 23 de mayo, (AZCAPO NOTICIAS/CÍRCULO DIGITAL).— El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop), de la Cámara de Diputados, presentó el libro “Capital especulativo y blindaje financiero en México”, de Carlos Antonio Rozo Bernal, que explica la lógica del funcionamiento de este dinero sobre el mercado mundial de divisas y la peculiaridad del enfoque mexicano.
La publicación refleja la postura de “puertas abiertas” de México a la inversión especulativa y su alto precio para nuestra economía, debido al elevado costo que se paga por la acumulación de reservas internacionales, por lo que es indispensable entender y explicar las razones por las cuales las autoridades consideran como positivo lo que en otros países estiman perjudicial, coincidieron académicos.
El asesor general del Cesop, Enrique Esquivel Fernández, destacó que los retos que enfrenta México no los resolverán solo las autoridades; se requiere de una mayor gobernanza, es decir, de la interacción entre autoridades, sociedad y partidos políticos, quienes juegan un papel preponderante para el futuro del país.
Anunció que está próxima la firma de un convenio académico entre el Cesop y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), a fin de desarrollar “no solo trabajos editoriales como éste, sino investigaciones e intercambio de estudios”.
Este libro, comentó, refleja la colaboración entre ambas instituciones. “Nos sentimos honrados de que un académico tan destacado como Carlos Rozo, nombrado profesor distinguido por la UAM, nos acompañe en la presentación de su libro.”
Rozo Bernal sostuvo que el costo de mantener las reservas del blindaje financiero ha sido del dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), “más que el combate a la pobreza, al cual se destina 0.5 por ciento del PIB”.
En la renegociación del TLC, advirtió, se debe poner a México por delante, y establecer restricciones al capital internacional, que no viene a producir, sino a ganar dinero comprando activos financieros del gobierno mexicano. “El capital se va a quedar mientras sigamos pagando lo que le pagamos, es decir, la diferencia entre la tasa de interés en México, que es del uno por ciento, y la de Estados Unidos, que es de siete por ciento”.
Se requiere ver la forma en que gane el país en términos de empleo, capacidad, desarrollo tecnológico y de mayor control de la economía, pero también el capital transnacional. “Deberían plantearse, en esta lógica de especulación financiera internacional, qué hacemos en él, y cómo generar mecanismos para restringir esos capitales”.
Consideró que la economía mexicana requiere una transformación radical para hacer crecer el mercado interno e incrementar la demanda para impulsar la economía. “Necesitamos política económica orientada al mercado interno, pero no hablo de una economía cerrada, de ninguna manera, sino desarrollar el mercado interno y utilizar el externo para las exportaciones”.
La académica e investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Noemi Levy Orlik, dijo que se requiere repensar la dinámica económica de México, ya que “no todo es generar liquidez, ni mantener estable el peso, no todo es la política monetaria, ni todo depende de los flujos financieros”.
Lo que tenemos que hacer, subrayó, es volver a mirar al mal llamado “sector real”; en este sentido “invito a leer el libro porque aclara los enigmas del sistema financiero; ojalá y pueda ser tomado en cuenta para realizar políticas económicas”.
Comentó que lo que ha modificado la forma en que se mueve el capital mundial fue la organización de una economía nueva con condiciones particulares generada después de la crisis financiera del 2008 y, particularmente, con la política de relajamiento monetario, que provocó gran liquidez en los mercados financieros.
El investigador del Cesop, Gabriel Fernández Espejel, indicó que nuestro país se encuentra a la deriva ante los cambios que ocurren entre los bancos centrales del mundo, ya que sostiene la misma política. “Mantenemos una política de reservas internacionales cuyo costo es dejar dinero a la deriva para que lo tomen los especuladores a cambio de ganancias”.
El texto, precisó, constituye un estudio sobre la política monetaria y la especulación financiera que se basa en la crisis de 2009, con el objeto de entender mejor su relación; no obstante, que los tiempos de edición y de prensa dejaron fuera los acontecimientos que ahora vivimos tras el ascenso de Donald Trump al poder.
“Son pocos los analistas financieros que entienden integralmente estos hechos, y de ahí la pertinencia de este libro”, concluyó.