BERLÍN, 27 de mayo, (AGENCIAS/ CÍRCULO DIGITAL).- El estreno del presidente Donald Trump en el escenario internacional esta semana en Europa, donde participó en una cumbre de la OTAN en Bruselas y en otra del Grupo de los Siete (G-7) en Taormina, en la isla de Sicilia, fue recibido con críticas e incertidumbre en Alemania.
En Alemania recibió fuertes criticas el desempeño y comportamiento de Trump en su primera gira al exterior desde que llegó a la Casa Blanca, en la que visitó también Arabia Saudita e Israel, y que estuvo marcada por gestos poco afortunados, sin contar con el disenso a nivel político sembrado entre los tradicionales socios y aliados de Estados Unidos.
El experto en política Exterior de la CDU (partido Unión Demócrata Cristiana, el principal en el gobierno), Jürgen Hardt, consideró, en declaraciones a medios alemanes, que estos días Trump se quedó aislado y señaló que lo que se vio en Europa “no representa lo que esperamos de un presidente estadunidense, ni en lo intelectual ni en lo que respecta al potencial de Estados Unidos”.
Trump bloqueó hasta el final la declaración del G-7 a favor del libre comercio, aunque finalmente se impuso una frase que declaraba la lucha al proteccionismo.
Además se negó a develar si seguirá o no formando parte del Acuerdo de París para el Cambio climático, e hizo un desaire a sus socios al publicar en Twitter que lo decidiría la próxima semana.
En política migratoria también defendió sus ya conocidas restrictivas propuestas, ignorando al anfitrión italiano, uno de los países que más sufren las olas migratorias que llegan desde el Mediterráneo.
Sin contar con sus nuevas exigencias a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de que aumenten sus gastos en defensa a un mínimo del 2.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y las críticas al superávit comercial alemán, que molestaron e inquietaron especialmente en Berlín.
El diario “Frankfürter Allgemeine Zeitung” (FAZ), uno de los principales periódicos nacionales del país, hizo un muy duro balance de la primera gira de Trump en su editorial de este domingo, preguntándose por las conclusiones.
“En el recuerdo quedarán sólo escándalos, torpezas y provocaciones, ya sea en el Yad Vashem de Jerusalén, en la cumbre de la OTAN en Bruselas o en la cumbre del G-7 en Taormina. Donald Trump se comportó como muchos temían que hiciera pero nadie había esperado un balance tan negativo”, afirmó.
Todos los encuentros se convirtieron en “shows de Trump contra todos”, resumió. En la prensa alemana se palpa hoy un cierto temor a la división que Trump pueda sembrar en Occidente y tildó su comportamiento de “amargo para Europa”.
En la prensa alemana se palpa hoy un cierto temor a la división que Trump pueda sembrar en Occidente y tildó su comportamiento de “amargo para Europa”.
Trump no se reunió con los antiguos socios de Estados Unidos “para repartir piropos, aportar certidumbre en tiempos inciertos en todos los temas de la agenda que requieren una acción conjunta”.
“Donald Trump no es alguien que vaya a mantener unido a Occidente, que comparta sus valores o respete su visión del orden mundial y no entiende la responsabilidad de su país en el mundo”, señaló el FAZ en su editorial.
“Trump está haciendo realidad el cambio que prometió: no quiere tener un papel de liderazgo, quiere ‘su dinero’ de vuelta y adula a los autócratas”, aseguró el prominente rotativo alemán.
Sólo un día después del cierre de la cumbre de líderes de los principales siete países industrializados del mundo, donde se pretende reforzar la cooperación entre Estados, el Partido Socialdemócrata alemán (SPD), socio del gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, puso en cuestionamiento el intercambio de información de inteligencia con Wahington.
El jefe de la fracción parlamentaria del SPD, Thomas Oppermann, dijo hoy a los diarios del grupo mediático Funke que Trump debe reconocer que entregó información controvertida a representantes de Rusia y que por eso la actual cooperación no puede continuar como hasta ahora.
“El tratamiento arbitrario de Trump con información importante supone un riesgo para la seguridad de Occidente”, dijo.
Trump está bajo la crítica por la sospecha de haber entregado información extremadamente confidencial a un servicio secreto aliado referente a la milicia terrorista Estado Islámico (EI) al ministro de Exteriores ruso Serguei Lavrov durante una visita reciente de Lavrov en la Casa Blanca. Algunos medios apuntan que esa información procedía de Israel.
Lejos de arrepentirse, Trump respondió en Twitter que tiene “derecho absoluto” de compartir la información que quiera con Rusia”.
Según los medios era información estrictamente secreta que ni se podía difundir a gran escala dentro de su propio gobierno ni tampoco entregar a países aliados. Al parecer, en conversaciones con el ministro ruso se lo contó “espontáneamente”.