Opinión
BLAS A. BUENDÍA *
· Definitivamente estábamos mucho mejor SIN el PEJE
Han pasado más de dos meses, y el “nuevo gobierno” de supuesta “izquierda”, ha generado un descomunal descontento social que, no tan solo por desaparecer el programa económico neoliberal que traería una recomposición en el conglomerado humano, sino de forma arrogante pretenden hacer creer al pueblo de México afirma que “vamos por el camino correcto”, cuando en los hechos, se vive un desastre que ha dejado a millones de familias sin empleo, que se traducirá en una escala de hambruna.
Y como diría los clásicos: “Quién iba a imaginar…, que una ‘cabecita blanca de apariencia ingenua’, deformaría a toda la Nación”.
Para todo siempre hay un culpable intelectual y material, y ese malhechor es identificado como el Presidente de la República que está empecinado en no escuchar a sus asesores, y menos aún, al pueblo que lo encumbró llevándolo a postrarse en la Silla Presidencial de Palacio Nacional.
La lista de sandeces y arrogancias que han impactado en el núcleo social, es verdadera y patéticamente interminable.
Con la perorata de crear “estabilidad” (¿…?), Andrés Manuel López Obrador no quiere entender que le cambió la vida a los 30 millones que votaron por él, al cancelar de tajo, sus expectativas de empleo sobre todo a quienes hacen posible el desarrollo del sector público, mandándolos completamente a la calle al cancelar plazas y posiciones de empleo que era el sustento de la paz social.
Ha dejado sin guarderías a los hijos de esos 30 millones que sufragaron a su favor; formuló la antítesis de la figura jurídica de la “amnistía” al decretarles prácticamente a los varones del crimen organizado, es decir, “sin castigar a criminales y políticos corruptos”.
Echó a la calle a miles de trabajadores del SAT y del IMSS; metió en zozobra a millones de mexicanos al cortarles el suministro de venta de las gasolinas paralizando al país, todo por su xenofobia al dejar de comprar gasolina a los gringos, engañando a la gente que la culpa era de los huachicoleros… que por cierto, no hay ningún «pez gordo» detenido hasta el día de hoy.
Además:
– Haría compras millonarias sin licitación.
– Cancelaría PROMÉXICO que ingresa 7 USD por cada dólar invertido.
– Cancelaría el NAIM, siendo que era mucho más barato terminarlo.
– Emitiría DEUDA por DOS MIL MILLONES DE DÓLARES a penas al primer mes de su mandato para poder pagar sus ocurrencias.
– Vendería el avión presidencial con una pérdida de varios cientos de millones de dólares.
– Favorecería a amigos (sin aptitudes la mayoría) en puestos públicos, por ejemplo, poner a un pasante de agronomía como director de PEMEX, acción incongruente e inauditamente criminal a nivel mundial.
– Provocaría que la tasa de interés de la deuda de PEMEX fuera subida 1/2 punto porcentual (debido a la incertidumbre provocada por la pésima estrategia propuesta por los “nuevos funcionarios» que fueron a Nueva York), ocasionando pagos extras anuales por 10 mil millones de pesos de intereses.
– Se haría de la vista gorda ante la OMISIÓN de propiedades en la declaración 3 de 3 de miembros de su gabinete. El caso de Romo es ridículo (presume que no tiene nada).
– Compraría pipas que no cumplen la Normatividad para transportar gasolina, que además son bombas de tiempo en movimiento y encarecen en un ¡¡¡1,400%!!! el costo de transporte de la gasolina.
– Cambiaría las leyes a modo (NOM de pipas, ley Taibo, etc.)
– Contestaría a preguntas puntuales con estupideces tipo Cantinflas, que incluso entre la vox populi, se ríen del presidente por su constante “auto-chamaqueo” en que incurre.
– Dejaría en libertad en Veracruz a varios de los cómplices de Javier Duarte.
– Mandaría de vacaciones a sus hijos a Madrid en Primera Clase, hospedándolos en hoteles de lujo.
– Permitiría a los «maestros» de la CNTE tomar SIN NINGUNA consecuencia las vías ferroviarias causando cientos de millones en pérdidas a varios estados.
– Dejaría ENTRAR libremente a México caravanas con miles de inmigrantes (sin saber si son delincuentes o no) y ofrecerles trabajo, paradoja que viven los mexicanos quienes carecen de un empleo con remuneraciones básicas.
– Crearía una Guardia Nacional que TODO indica será su ejército personal para someter a los que difieren de él… (Moreno Valle y el dueño de Soriana diferían de él, ¿o no?)
– Dejaría de perseguir a los Capos de la droga y demás delincuentes porque esa NO es su función (¡¡¡Ya ven que esa Guardia Nacional NO fue hecha para combatir al crimen!!!)
– Ocasionaría la muerte de más de 100 personas en Hidalgo debido a la orden dada al ejército (que resguardaba el ducto HORAS antes de la explosión) DE NO HACER NADA, dejando pasar a la población libremente a robar gasolina.
– Regalaría nuestro dinero a vagos en lugar de mantener los organismos que promueven el empleo competitivo.
– Cancelaría la nueva infraestructura para distribuir energía eléctrica renovable desde Oaxaca al centro del país.
– Apoyaría a Nicolás Maduro ante la flagrante violación de los Derechos Humanos que hay diariamente en Venezuela, donde en calles y avenidas, lucen como tapetes decenas de cadáveres.
De todo esto, se puede concluir con las siguientes observaciones:
1.- O AMLO es muy limitado y todo lo hace sin darse cuenta, o es un TRAIDOR A LA PATRIA, o ambas cosas.
2.- Definitivamente estábamos mucho mejor SIN el PEJE.
3.- Si en tan sólo 2 meses AMLO, ya logró hacer todas estas barbaridades, ¿qué nos espera al final de su sexenio?
4.- Dejemos de ser el típico mexicano agachado y APÁTICO y compartamos esta publicación y alcemos la voz ahora que todavía estamos a tiempo, es decir, instruirle un Juicio de Procedencia para desaforarlo y demandar de forma inmediata y fulminante, ¡que renuncie el Presidente!, hasta meterlo a la cárcel.
En este análisis profundo de la actuación del imberbe Peje, no habría ninguna necesidad establecer un referéndum para saber si está actuando bien el también vituperado pejevejeteojete, porque esos 30 millones que votaron a su favor, al unísono alertan: “¡Ahora si nos va llevar la fregada!”
El Presidente López está pagando las de Caín. Solo falta que la otra chachalaca identificada como Vicente Fox, califique a su antagonista como la chachalaca del sureste, ya que el pueblo percibe que Andrés tiene la lengua muy larga, lo que le impide conectar el cerebro, ocupando con exceso los reflectores, en conferencias matutinas ociosas, desgastantes para su equipo que asisten todavía con sueño, ojerosos y con una resaca de la borrachera de la noche anterior.
Para infinidad de abogados, sentencian que el Peje Presidente pierde mucho tiempo con sus papeles protagónicos en lugar de sentarse en su cubículo presidencial para elaborar un plan global de desarrollo.
Maneja discursos groseros contra sus adversarios, mostrando poca resistencia frente a la provocación, donde el político Diego Fernández de Cevallos, le puso un hasta aquí, al reiterar sus calificativos hirientes sin ningún respeto a la figura presidencial que en manos de López, ha hecho trizas a toda la Nación.
Es demasiado intransigente frente a la crítica y se troca en explosivo.
Es obcecado en sus ideas, no atiende consejos, planea un tren descabellado con altísima inversión y poca proyección de rendimiento o recuperación amortizable.
Jamás ha dejado de ser un desquiciado que, ante la luz de las circunstancias, le seguirá partiendo la cabeza al pueblo sabio, al pueblo noble, a ese pueblo dejado que se convierte en cobarde para no vestirse en protestar al muy estilo parisino con chalecos amarillos.
Dicen quienes están enterados, que hubiera sido más viable un tren rápido México-Tijuana y sin grave impacto ambiental, que andar frenando el desarrollo de los mexicanos.
Es un personaje con escasa preparación académica y sin idea del manejo planificador de la macro economía.
Se distrae en el encono contra adversarios, por no haber dimensionado su nuevo papel político de Estadista, habiéndose estancado en su manejo político de líder estudiantil opositor, incendiario de pozos petroleros, y usufructuario de una imagen de izquierda, la que en profundidad desconoce.
Se siente azorado o desconcertado frente a un poder omnímodo que detenta y del que nunca dimensionó poseer.
No calcula el poder de sus peroratas.
Obtuvo su victoria en una mixtura de caldero diabólico con ingredientes de toda corriente política, sin establecer un mínimo ético de perfil exigible a sus seguidores. Habiendo imbricado en sus filas a personajes protervos de mucha carga de desprestigio e inmoralidad, lo prioritario era ganar a costa de cualquier compromiso, sea con quien sea siempre que le proporcionaran recursos financieros o votantes.
La venta de candidaturas fue moneda del cuño corriente en la estructura de sus planillas de propuestas para diputados, senadores, gobernadores y alcaldes, es decir, quien gozaba del poder económico podía adquirir una candidatura, siempre y cuando se autofinanciara porque los recursos que le fueron dotados para apoyar esas candidaturas, los dispuso alegremente para su rancho que está más allá de La Chingada. Decir rancho es un manejo simbólico escenificante de su bolsillo
De tal suerte que si el Peje Presidente “no se pone buzo”, “me canso ganso” que el pueblo lo presionará para hacerlo renunciar por su patética incompetencia, atentando contra la unidad de toda la nación.
Así que no solo se necesita el talento de la mayoría morenista en el Congreso, sino que la propia Suprema Corte de Justicia federal, así como todos los núcleos sociales, líderes partidistas, industriales y la amplia gama de la iniciativa privada, así como el pueblo en general, advierten que López “ni tiene el talento para superar al prócer Benito Juárez, y mucho menos que pudiera superar la estrategia del EZLN”, que está más puesto en tomar las armas.
Para rematar, las redes sociales se han transformado en auténticos tribunales al grado de mofarse del “nuevo gobierno”, al convocar que “MORENA solicita funcionarios de primer nivel”, con los siguientes requisitos:
– Primaria truncada.
– Mala presencia.
– Mal gusto.
– Ser ex priista.
– Experiencia comprobable en striptease.
– Facilidad de palabra al mentir.
– Mala ortografía.
– Porro el ex porro.
– Inútil presentarse si no cumple los requisitos.
Pero el vaso con agua podrá derramarse si el “nuevo gobierno” pretendiera echarle más gasolina al fuego con el incremento de impuestos, que para los especuladores, anuncian que “ya vienen en camino”.
Al respecto, Gilberto Martínez Quintero, abogado fiscal-laboral, desglosa lo siguiente:
Si usted se aboca a analizar la LIF de 2019, se dará cuenta de la desmedida e imprudente ambición del gobierno federal para cobrar más impuestos a contribuyentes. En efecto, es clara la intención de implementar más impuestos desde que uno se percata de que en la redacción de la ley en comento, vienen estipulados en sus articulados
México sigue en un marasmo económico cuya máxima tasa de recaudación tributaria apenas alcanza un 13% del PIB (el promedio de la OCDE es del 21%) entonces… ¿Por qué mejor no elevar dicha recaudación además de pugnar por los impuestos al consumo?
Es cierto que la Carta Magna -muy actualizada a la fecha- en su artículo 73, fraccion VII, dota a «nuestros representantes populares» y Senadores, para que anualmente aprueben las contribuciones que se les ocurra con la finalidad de cubrir el presupuesto de egresos federal.
No obsta decir que ya reciben mucho dinero derivado de las contribuciones existentes, además del mal uso o destino que se les da, toda vez que un gran porcentaje se va a gasto corriente, pensiones y pago de deuda pública, entre otras erogaciones que no detonan el desarrollo del país.
A ello súmele los impuestos estatales y municipales (estos últimos en su mayoría «derechos»), que solo vienen a asfixiar la economía del contribuyente formal que, día a día sale a «ganarse el pan» y a batallar para «sacar» la nómina, para que al final resulte esquilmado por el gobierno que nada le devuelve pero a otros todo les regala, gracias a su vocación por los programas clientelares (perdón… programas de subsidios y asistencia).
Evidentemente y a la luz de lo dispuesto por el Pacto Federal, no hay límites para imponer tributos sobre cualquier materia salvo los establecidos en la fracción IV del artículo 31. Igual las entidades federativas pueden gravar con más tributos con base en el artículo 124, pero con las limitantes del artículo 73 fracción XXIX, 117 y 118; todos de la Carta Magna.
El colmo en 2019, es que hasta el incentivo para ahorrar es castigado con el aumento de más del doble de la tasa de ISR (del 0.46% pasó al 1.04%), lo que viene a descifrarse que no tienen llenadera.
La LIF es un acto condición para que las contribuciones establecidas en leyes vigentes puedan aplicarse durante un año, por lo que basta con que se estipule la denominación de dicha contribución para que proceda su cobro, por ello es válido el cuestionamiento: ¿qué hacen estos tres impuestos en la LIF de 2019? ¿Los piensan implementar? ¿Para gastarlos en qué?
Al respecto, el artículo 32 -antes 27- de la LIF dispone la obligación que tiene el gobierno de señalar con antelación la finalidad de cada tributo que pretenda imponer. Es un artículo de ornato. ¡NUNCA lo cumplen!
Concitar a no pagar impuestos a nadie nos conviene ya que los servicios públicos deben funcionar siempre aunado a que, tarde o temprano, colapsaría la economía nacional. No se vale lucubrar en contra del país, sin embargo, a todos nos concierne preguntar: ¿para qué quiere el gobierno, más impuestos?
* Autor del libro CRÍMENES OCULTOS DE LÓPEZ OBRADOR