Rascón arma ‘cargada’ contra Sheinbaum
+Asistieron cuatro de los siete candidatos al gobierno capitalino
+Se realizó sin Claudia Sheinbaum, Morena, Mariana Boy, Verde, ni Mikel Arriola, PRI
+Se trata, puntualizó Marco Rascón, el anfitrión, de un gesto de civilidad, contra prácticas tradicionales de la cultura política
Ciudad de México, 1 de junio (DAVID POLANCO/CÍRCULO DIGITAL).- Al son de música cubana, canciones de El Piruli, y el espíritu festivo de crear un «gobierno de coalición» –sin mencionar a Claudia Sheinbaum, Morena, Mariana Boy, Verde, y Mikel Arriola, PRI, quienes no estuvieron presentes– se celebró esta tarde la Comida por la Ciudad, en el popular Salón Los Ángeles, de la colonia Guerrero, ante casi 300 comensales, convocada por Marco Rascón, aspirante del Partido Humanista al gobierno de la CDMX.
Quienes acudieron, además de Rascón, fueron: Alejandra Barrales (Coalición Por la CDMX al Frente), Purificación Carpinteiro (PANAL), y Lorena Osornio (Independiente). Aunque en las meses reservadas había logos del PRI y el Verde.
Cada candidata y candidato contó con la disponibilidad de 50 lugares para su partido o coalición, incluido un invitado especial. Además, cada mesa estuvo dispuesta para que compartan los alimentos invitados de distintos partidos.
La Comida por la Ciudad busca romper las prácticas tradicionales de la cultura política al diferenciar lo personal y las ideas a debate.
Entre otros, invitados especiales, estuvieron: Cuauhtémoc Cárdenas, quien ya hizo público su voto en favor de Rascón, Ricardo Pascoe, ex embajador de México en Cuba, y periodistas, Javier Solórzano y Héctor de Mauleón. Así como candidatos a cargos de elección popular del Humanista.
El maestro de ceremonias fue el actor Jesús Ochoa, quien reconoció haber llegado de sonora en 1979 a la capital del país, y que en esta ciudad, como muchos otros capitalinos, “dejamos el hígado” todos los días.
El menú fue suculento: primer tiempo: tamal oaxaqueño, pescadillas, flautas –papa, pollo y barbacoas–; segundo tiempo: Pork Belly, chamorros de cerdo, ensalada de nopales y frijoles cacahuazintle: tercer tiempo: natilla, arroz con leche y café de la olla. Hubo cerveza y mezcal. Aguas de tamarindo, Jamaica y limón.
Luego, el anfitrión, al hacer uso de la palabra, con el humor ácido que lo caracteriza, dijo que “nadie se comió a nadie”, y que el evento, puntualizó, es un gesto de “civilidad política”
Según Rascón, los problemas exigen a las fuerzas políticas una visión de largo plazo por el bienestar común. Con la civilidad, el diálogo y las reglas democráticas, confió, se podrán enfrentar desde cada territorio los problemas que nos afectan, por lo que la participación de todos es fundamental para trabajar a favor del futuro de la capital del país, independientemente de los resultados de las elecciones.
Este encuentro, indicó, pretende además enviar un mensaje a que los vecinos velen por la unidad de sus comunidades: la falta de agua, seguridad, servicios públicos y contaminación, entre otros problemas, que afectan a todos por igual más allá de sus preferencias políticas.
En su turno, Alejandra Barrales convocó a los presentes y a la ciudadanía a “cerrar filas” para sacar adelante a la ciudad de México, que se ha “ganado el derecho a pensar diferente”.
Propuso que hay que ir más allá de los partidos políticos y convocó, que, quien sea el ganador el próximo 1 de julio, convoque a un “gobierno de coalición”, donde sumen todos los presentes, porque la CDMX “la vamos a sacar adelante en grupo, no de manera individual”.
“El objetivo”, resumió, “es que a esta ciudad le vaya bien”.
Por su parte, Purificación Carpinteyro, de Nueva Alianza, hizo escarnio de Sheinbaum:
“No participa porque ya saben quién no la deja”, que desato risas aisladas.
Reconoció que todos los candidatos tiene objetivos y metas comunes para mejorar la ciudad: erradicar la “terrible” inseguridad, la “caótica” movilidad y la “apocalíptica” falta de agua,
Y remató, sumándose a la propuesta de Barrales:
“Me uno para vencer a la hija de ya saben quién.”