Renegociación del TLCAN podría tomar seis meses: Zabludovsky
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de agosto, (MENSAJE POLÍTICO / CÍRCULO DIGITAL).—Cuando Jaime Zabludovsky participó hace más de dos décadas en la negociación del TLCAN, las condiciones eran distintas, ya que los tres países tenían claro a dónde querían llegar: la eliminación de las barreras al flujo de comercio de bienes, servicios e inversión.
Para el economista, la principal diferencia es que hace 22 años, por muy difícil que fue el proceso, México, Estados Unidos y Canadá buscaban un objetivo compartido a priori que era el libre comercio, por lo que el reto era la rapidez con que lo lograrían los diferentes sectores.
Eso no es tan claro hoy en día, porque una de las dificultades de esta negociación es que no sabemos bien a bien, algunas cosas ya la sabemos porque Estados Unidos hizo su pliego petitorio, pero hay ciertas cosas que no sabemos que busque, indicó.
Puso como ejemplo el Capítulo 19, “no sabemos si realmente lo quiere quitar o es una estrategia de negociación, sobre todo para obtener de Canadá algunas cosas a cambio”.
El exnegociacior del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) relató a Notimex que la segunda diferencia es que en los años 90 no había un texto sobre el qué negociar y todo partió de cero.
Hoy se inicia con un documento que lleva más de 20 años en operación, donde las partes saben lo que funciona y lo que quisieran cambiar, además del apoyo de otros textos como el del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP).
Zabludovsky Kuper recordó que en ese entonces había mucho menos referentes, porque el equipo mexicano negoció cosas que nunca se habían hecho en el comercio internacional, como temas de agricultura, algunos servicios o inversión.
Entre risas y en tono de broma, comentó que otra diferencia es que el equipo negociador de entonces no tenía ninguna experiencia.
“Tuvimos que aprender sobre la marcha, hoy tenemos un equipo muy experimentado, algunos sobrevivientes de las batallas de hace 20 años, pero otros hijos o nietos de ese proceso, y que han participado en muchísimas negociaciones después”.
Por ello, aseguró que México llega con un equipo mucho más experimentado del que existió hace más de dos décadas, empezando por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien estuvo presente en el proceso de los años noventa.
Sin embargo, dijo que no todo fue miel sobre hojuelas en el proceso hace 22 años, dado que el tema de energía fue muy difícil, pues Estados Unidos quería la incorporación del sector y estaban impedidos por cuestiones políticas y por la restricción constitucional.
«Tomó muchísimo tiempo convencer al gobierno estadounidense de que si ellos seguían insistiendo en el tema, se acababa el TLCAN», advirtió Zabludovsky Kuper.
Asimismo, recordó que en ese entonces también hubo intereses defensivos para la apertura de algunas cosas del sector agropecuario en México.
“Hoy no nos acordamos, pero en 1992 no se vendía legalmente un aguacate mexicano en Estados Unidos, hoy 20 años después vendemos cerca de 1500 millones de dólares al año”, resaltó.
A su decir, “abrir el aguacate costó sangre, mantener el acceso al jitomate costó sangre, reglas de origen que le permitían a nuestro sector automotriz exportar, hubo muchas batallas, pero al final acabamos con una muy buena negociación”.
Cómo se negocia un tratado
De acuerdo con Jaime Zabludovsky, para la negociación de un tratado hay una metodología bastante clara para los que participan, pero bastante oscura para quienes están afuera, y donde primero se organiza en temas, se pone lo más importante y urgente al principio, a fin de diseñar y acordar el índice.
Explicó que una vez que se acuerda este mapa de ruta, el siguiente paso es nombrar a los integrantes del equipo que estará encargado de la negociación de cada uno de los temas acordados; mientras que el tercer punto es un calendario de negociación.
«Luego se centra en la sustancia de la negociación, donde generalmente se establecen algunos principios, hace 22 años era la liberalización del comercio, donde todo estaba en la mesa y no iba a haber excepciones”, señaló el economista.
Indicó que cada uno de los capítulos tiene que ser traducido a un texto, “realmente la negociación entra en la parte más sabrosa cuando hay textos de negociación y en los textos se empiezan a ver las diferencias».
Dijo que la negociación empieza cuando se tratan de quitar los corchetes para llegar a un texto único, cuya rispidez depende de la dificultad del tema y de lo sensible que sea para los países, en el caso del Capítulo 19, Estados Unidos va a poner corchete a todo, punto donde Canadá y México no están de acuerdo.
Primeras mesas de negociación
Para el exnegociador, esta primera sesión que se llevará a cabo a partir de mañana, tiene por lo menos dos componentes: el simbólico y mediático.
Además de uno político muy importante, sobre el inicio de la negociación por parte de los tres responsables; aunado a la necesidad de acordar los tiempos, la gente, los lugares y las formas de la negociación.
Respecto a los tiempos que llevará la renegociación del TLCAN, opinó que si bien están dictados por la sustancia, también es cierto que dependen de la voluntad política de las partes para querer o no concluir el proceso.
«Lo que yo leo hoy, es que las tres partes están comprometidas en tratar de hacer el mejor esfuerzo de concluir rápido”, afirmó.
Se ha oído que van a hacer calendarios de negociación con rondas cada tres semanas y si eso es lo que determina en el proceso, yo creo que no es imposible concluir una negociación hacia finales de año, “en seis o cinco meses, el TLC nos tomó 14 meses”, anotó.
Sobre el ruido que podrían generar las declaraciones del presidente Donald Trump, Zabludovsky Kuper expuso que en este momento hay dos carriles en la relación bilateral.
Uno que no existía a principios de año que es el cause de una negociación que va a empezar al amparo de las reglas y procedimientos, sujeto a los intereses de las contrapartes en Estados Unidos y a los intereses de los sectores en ese país.
«Creo que el presidente de Estados Unidos sigue un poco en las mismas, en estos discursos y posturas no muy justificadas y reflexivas, más esporádicas ahora, pero que sigue de repente con algunas aseveraciones al respecto del comercio general y la relación con México en particular que no tiene mucho fundamento», apuntó.
Resaltó que la importancia del TLCAN no sólo es el acceso a Estados Unidos para exportar sin aranceles, sino todo un conjunto de reglas e instituciones, un medio ambiente que facilita el comercio y la inversión extranjera.
«Creo que va a haber un resultado positivo, porque el gobierno mexicano ha sido muy claro de que sí hay cosas que son inaceptables, preferimos no tener el tratado”, subrayó Zabludovsky Kuper.
Consideró que si la renegociación concluye exitosamente, casi por definición va a ser aceptable, “porque si nos ponen en la mesa cosas que de antemano no estamos dispuestos a aceptar, como son la imposición de aranceles o cuotas de exportación, ya dijimos que no vamos a aceptar», concluyó.