Opinión
*Alexander Galicia
La noche de ayer, unas horas después de terminada la jornada electoral en el Estado de México (21:50 horas), el Programa de Resultados Electorales Preliminares del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) presentó los resultados del conteo rápido de votos, donde la ventaja favorecía al candidato del PRI, Alfredo del Mazo sobre Delfina Gómez.
Aunque en su página oficial el PREP mostraba que la mayoría de votos mantenía arriba a la candidata del Partido Morena con 32.37% respecto a Alfredo del Mazo con 30.97% de la contienda; el día de hoy, a las 09:30 horas, los datos del PREP apuntalan como virtual ganador en el conteo rápido a Alfredo del Mazo con 33.72%, seguido de Delfina Gómez con 30.82 %, y Juan Zepeda, representante del PRD, con 17.79% de los votos.
Una vez emitidos estos resultados en conferencia de prensa, el candidato del PRI anunció que tenía ventaja de 1% en cada una de las casillas computadas por lo que aseguraba una ventaja significativa.
Esta elección es considerada una de las más importantes por el tamaño del padrón electoral. La muestra para el conteo rápido fue calculado con base en la captura de mil 818 casillas, de las más de 18 mil 600 instaladas.
El presidente consejero del Instituto Electoral del Estado de México dio a conocer que el resultado final de los 45 cómputos distritales estará listo hasta el próximo miércoles, y que de las mil 818 casillas seleccionadas en muestra se recibió información de mil 347, que representan 74.1% del total de los 45 estratos considerados para el diseño de la muestra (distritos locales).
Con un nivel de confianza de 95%, se estima una participación de entre 53.3% y 54.1% de la ciudadanía, y la estimación del porcentaje de votos a favor de cada uno de los candidatos a gobernador del Estado de México fue de 10.99%, límite inferior, y 11.57%, límite superior, para Josefina Vázquez Mota; para Alfredo del Mazo Maza, límite inferior, 32.75%, y límite superior, 33.59%; Juan Zepeda, límite inferior, 17.6%, y límite superior, 18.28%; Óscar Gonzáles, límite inferior 1.03%, y límite superior, 1.13%; para Delfina Gómez, límite inferior, 30.73%, y límite superior, 31.53%; María Teresa Castell, límite inferior, 2.15%, y límite superior, 2.27%; para candidatos no registrados, límite inferior, 0.08%, y límite superior, 0.11%; votos nulos límite inferior 2.5% y límite superior 3.29%.
Las conclusiones emitidas por el Comité Técnico Asesor del Conteo Rápido indicaron que existe una “diferencia estadísticamente significativa” entre el primero y segundo lugar para la elección a gobernador del Estado de México. Sin embargo, la mañana de hoy en varios medios de comunicación se informó sobre un “empate estadístico” también llamado “empate técnico” en el resultado de la elección. Por lo que, es importante precisar y tener en cuenta algunos términos para obtener una conclusión más clara sobre el resultado de la contienda electoral.
De existir un “empate” sólo puede darse en el método de estimación y no un empate en realidad, comúnmente en el mundo anglosajón suelen utilizarse expresiones como “Too close to call”, el cual hace referencia a que es imposible determinar el ganador; no que no lo haya.
Por otro lado, el término de “empate técnico” parece ocultar al responsable de no poder dar resultados (el método). Por ejemplo, si en el diseño muestral de una encuesta el error teórico es del 5%, cualquier distancia menor entre el ganador y el segundo lugar se ha de considerar “empate técnico”. Claramente las distancias de 4 puntos entre dos opciones representarían miles de votos de diferencia.
¿Pero qué es el error de estimación? Es simplemente la distancia que existe entre los resultados obtenidos de calcular un valor con nuestra muestra y los resultados que se obtendrían cuando se calcula un valor con toda la población real. Entonces, el valor real puede ser cualquiera dentro de los límites del error estándar, es decir; el valor más el error estándar y por otro lado el valor obtenido menos el error estándar.
Cuando la muestra n es bastante grande el error suele ser más pequeño, es decir mientras más elementos de la muestra se tengan más se acercará a la misma cantidad de elementos de la población y a su vez, cuando la desviación estándar es pequeña el error de estimación también se suele reducir.
Comúnmente el término empate técnico se utiliza cuando no se tiene realmente una tendencia clara de hacia donde se inclinan las preferencias del electorado, hecho previo a la consulta electoral (encuesta de opinión) y se dice que los candidatos más sonados encabezan las preferencias.
El objetivo es evitar el efecto bandwagon (el efecto del “caballo ganador”), para mantener en la competencia al candidato que se sabe que va en segundo lugar en las encuestas y el resultado certero depende de qué tan cerrada está la competencia y si la diferencia entre los dos candidatos que encabezan es pequeña la estrategia resultara exitosa, pero si la diferencia del candidato puntero es significativa los votos que puedan sumarle o restarle al oponente no serán suficientes para cambiar la tendencia.