VISIÓN LABORAL
Por Javier Cerón Espinosa
Frío viento, ambiente enrarecido y la Ciudad de México amaneció envuelta en luto, confusión y tragedia, fue el día uno, luego de furioso sismo de 71 grados, con más de 220 personas muertas, edificios derruidos y otros tantos a lo largo del día, reinaba la desesperación pero afortunadamente sobran manos y sin línea oficial, la sociedad se organizó
La gran capital ya no es la misma, su reloj cambió, su rostro es de desolación, hedor a muerte y temor, nadie escapa al tufo de la tragedia, aunque algunos sin alma, defenestrando su primogénita han cometido robos en medio de la confusión, la historia los pondrá en su lugar, estos momentos sólo reflejan solidaridad, apoyo por mejorar una sociedad que está fragmentada pero no rendida, tal como lo demuestran, mujeres, niños, hombres, adultos mayores y todos en un mismo objetivo: buscar hermanos con vida.
En el día uno, luego del sismo del martes pasado que la sociedad quisiera no apareciera en la historia del país, recorrimos edificios relacionados con el sector obrero, sedes sindicales y organismos públicos, ahí en el Congreso del Trabajo, inmueble de la calle de Ricardo Flores Magón 44, en el territorio de Tlatelolco, región de las “Tlatelolcas”, estaba desierto, sólo unos vigilantes, platicamos en la planta baja con el Oficial Mayor, Juan Pérez y con el Director General de la Comisión Nacional para Protección al Salario, (Conampros), Gustavo Jauregui y otros representantes sindicales, coincidieron “…el edificio resistió”, un inmueble que data de hace más de 50 años, enfrentó el terremoto desde 1985.
Nadie está trabajando de los más de 200 trabajadores, ahí están las oficinas de las 52 organizaciones sindicales, a la entrada en la parte alta se pueden leer los nombres de todos los presidentes que ha tenido el Congreso del Trabajo, considerado un foro obrero, político, sindical que aglutina las fuerzas obreras, como el primer presidente Antonio Bernal Tenorio, Napoleón Gómez Sada, Ángel Olivo Solís, Fidel Velázquez, Rafael Riva Palacio Pontones, Víctor Flores Morales y Enrique Aguilar Borrego, no hay más, los que siguieron el extinto Joaquín Gamboa Pascoe, no figura, algunos dijeron porque “..pasó sin pena ni gloria”. Está de pie contra todos los pronósticos, pese al temor que genera por las grietas en sus escaleras y desprendimientos de yeso y cemento en los pasillos, pero aseguran confían en que las columnas de 1.20 metros por 1 metro que sostienen siete pisos, son resistentes.
Ahora el Presidente del CT, es Carlos Aceves del Olmo, también líder de la Confederación de Trabajadores de México, que en su momento declaró que ya “..era una pieza de museo, habría que renovarlo” y tal parece que esa percepción llegó hasta algunos vecinos de los edificios aledaños porque clamaron: “ese edificio lo tienen que tirar en cualquier momento se derrumba”.
Pasamos por la explanada de edificios rumbo a la estación del Metro, ahí estaba una fila de vecinos, funcionarios de la delegación Cuauhtémoc, que comanda Ricardo Monreal, en una mesita tomaban nota de las quejas por daños en los inmuebles, zona sin duda que en 1985 resintió el terremoto que devastó gran parte de la Unidad Habitacional, el licenciado Miguel Ángel Peña, tomaba nota de un vecino que culpaba a una vecina de quitar muros de carga y que en cualquier momento se podría resentir más. Solo un desprendimiento fuerte de edificio, nada que lamentar.
Luego al edificio del ISSSTE, en la zona de Buenavista, la antigua estación del tren que comunicaba a distintas partes del país, hoy alberga al tren suburbano que va para oos municipios conurbados del norte de la Ciudad de México y del Estado de México, donde también está la Plaza Comercial Buenavista, con hotel Holiday Inn, vía a inagurarse, nada más que tardará porque la parte trasera del edificio se desprendió, lo bueno dicen los comerciantes del lugar es que no había gente.
En la explanada de la Delegación Cuauhtémoc, que comanda Ricardo Monreal, la más ambicionada de todas de la capital, mucho movimiento brigadas descargando víveres, módulos de obras registrando los problemas, otro registrando voluntarios, uno más enlistando a arquitectos, ingenieros, sicólogos, todo lo que se pueda, camiones tortón listos para cargar y llevar la ayuda, algunos decían “..para Xochimilco, que los les ha llegado”, otro contestaba: “..pero lo camioneros ya no quieren ir, porque se colgó el puente de Tlalpan y Viaducto”, ahí había atención a toda la gente que llega, ya el delegado había declarado a la delegación “zona de desastre”.
Las calles de esta zona semi desiertas, poca gente, autos y un ambiente de temor, de incertidumbre, frío día, nublado, caminamos hacia el Monumento a la Revolución, poca gente, algunos jóvenes reunidos, pasamos frente al edificio de Fonacot, donde laboran muchos empleados, estaba cerrado, al igual que un edificio contiguo donde en la parte alga por el quinto piso colgaban los vidrios y ventanas abiertas, llegamos a la CTM, vimos de nueva cuenta la estatua de Fidel Velázquez, bronceada, incólume, firme, dicen los entendidos que es lo que sostiene la CTM, líder histórico por más de 50 años.
Avanzamos hacia el edificio de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), que alberga las oficinas de los 87 sindicatos que la conforman en 10 piso y que lidera el senador priísta Joel Ayala Almeida, en las calles de Valentín Gómez Farías y Sadit Carnot, solo sin empleados, en una de sus esquinas una fisura, justo arriba de una lona en la que se leía: “Centro de Acopio para los Damnificados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz”, y algunos mirones comentaban “…falta que le agreguen y la Ciudad de México, Puebla y Morelos”, sonreían.
Luego sobre Avenida Insurgentes, hacia Avenida Reforma, frente a la estación de bomberos “Ave Fénix”, los camiones listos y los heroicos también, enfrente el edificio considerado nuevo del Sindicato Mexicano de Electricistas de unos 10 pisos, solo gente afuera en un centro de acopio, al parecer sin novedad y a la vuelta sobre la calle Antonio Caso, el edificio del Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de México, que lidera Juan Ayala, según sus cifras unos 110 mil, cerrado, junto con su teatro, al parecer reporte sin novedad, en este sindicato están jardineros, del sistema de aguas, basureros, etc, algunos dijeron que estaban apoyando labores de rescate.
Y así las calles, semidesiertas, el reloj de la capital lento, pesadumbre, tomamos un metrobus gratuito, al igual que el Metro, así lo ordenó Miguel Ángel Mancera, Jefe del Gobierno de la Ciudad de México o del DF (pues todavía ni sabemos), pero quien está pendiente del desastre en la capital, aunque en sus aspiraciones por el momento tienen las alas rotas por la candidatura a la Presidencia de la República, con olor al Frente que han formado PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, pero ya afirmó: “no renunciaré, permaneceré al frente del gobierno para atender la emergencia del sismo”.
ZONA DE DESASTRE, SIMILAR A 85
Algunos restaurantes, puestos de comida y puestos de refrescos y dulces, pocos clientes, no había gente, no había niños escolares, no había empleados, burócratas, ni senadores, ni ayudantes, semi desértico, enfilamos hacia el Sur, abordamos un Metrobús, el conductor dijo: “…Sólo llego hasta la glorieta de Insurgentes, si van hacia el Sur, tienen que caminar hasta la parada de Nuevo León”, unas 30 calles nada más. Ya estábamos otra vez en la Colonia Roma, esa que también sufrió los estragos del sismo del 85.
Por la calle de Oaxaca, llegamos a la calle con esquina de Sinaloa, ahí un gran centro de acopio, con víveres, hombres con marros, cascos, picos, palas, cientos ó miles de jóvenes entusiastas apoyando, demostración de solidaridad, en este punto en la esquina de Monterrey y Sinaloa, un Dormimundo dañado, la Cofepris enfrente, al parecer sin daños, sola y su alma, que registró gritos, desesperación, desolación, angustia de por lo menos unos 500 trabajadores que ahí laboran.
Seguimos la ruta, llegamos por la calle Oaxaca a la plaza Fuente de las Cibeles, convertida en una mega plaza de acopio, siendo testiga la réplica de la fuente original de España, que en época del gobierno de José López Portillo, mandó instalar, aquel político con el que empezamos a conocer eso que llaman crisis y devaluaciones y que prometió defender nuestro peso mexicano como “perro”, pero nunca lo hizo, eran los primeros años de la década de los ochentas, cuando se los bancos privados pasaron a manos del Estado Mexicano, fue una tarde-noche en que los banqueros lloraron, luego los recuperarían con creces.
Un edificio de por lo menos unos 10 pisos que está en la glorieta de las Cibeles, con losetas despegadas, piso fracturado y acordonado, al lado el del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), que lidera el diputado federal priísta Marco Antonio García Ayala, de siete pisos, acordonado, unos vigilantes cuidaban, este edificio que ha sido remodelado por lo menos cuatro o cinco veces, presenta en su frente ligeros despredimientos de su fachada, se ve nuevo, nadie adentro, los que tienen las diferentes secretarías del Comité Ejecutivo Nacional, ausentes, nadie que informe, luce desierto, pasando casi inadvertido.
Nos llegó el informe en la calle de Alvaro Obregón número 286, colapsó un edificio de quien sabe cuántos pisos, nadie los contó, parecía un epicentro de gente de un lado a otro, gritando, apoyando, llevando alimentos, organizando, se leía “…25 personas rescatadas”, pero voluntarios mostraban listas y más listas de desaparecidos serían unos 200 ó 300, todo acordonado por elementos del Ejército infranqueables, por los de la Policía de Seguridad Pública, pero un voluntario que descansaba sentado, nos comentó: “..llevamos más de 16 horas de trabajo, se acaba de caer otro edificio en la calle contigua de Cacahuamilpa, brigadas de movilizaban, llegaban víveres, herramientas, por momentos había caos, confusión, repentinos gritos: “..un médico, un médico”, al parecer habían rescatado otro hermano más, porque los que ya habían encontrado en los escombros los habían trasladado a diversos hospitales.
De momento, gritos, confusión: “voluntarios, voluntarios se cayó un edificio en Yucatán y Medellín, todo mundo corría, organizaba, llegaban camiones tortón, máquinas retroexcavadoras en espera de entrar en acción, gente repartiendo agua, sanwich, comida, tacos, llegamos al punto, en efecto un edificio colapsó, pero se impidió el paso, sólo los que rescatarían. Mientras en Alvaro Obregón, ahí donde está el edificio de la Secretaría de Movilidad del Gobierno de la Ciudad de México, donde usted va a sacar sus placas y sus licencias, cerrado, mudo, más de 12 pisos, inmueble que alguna vez albergó a la Secretaría de Pesca, que como reportero del original Heraldo de México, nos tocó cubrir sus noticias.
Comentaban, el mega edificio abandonado de tres frentes, abandonado de más de 15 pisos “..está a punto de derrumbarse, está inclinado hacia el Oriente”, versión que confirmaría un elemento militar que consultamos y que resguardaba la zona, brigadas y más brigadas, cientos de decenas de jóvenes, hombres, mujeres, con picos, palas, guantes con lo que se podía, este edificio que fue en su tiempo orgullo de la ciudad y del arquitecto Panini, abandonado, solo habitado por algunas gentes, refugio de malandros de la zona, la tarde nublada, oscurecía, y vino la lluvia al filo de las 19:00 horas, la imagen del 85 latente, en una ciudad que dormirá en el miedo y amanecerá con esperanza, sin doblegarse.
DE TODO UN POCO…CÁMARA DE DIPUTADOS..Urgente se reunió el Presidente de la Cámara de Diputados Jorge Carlos Ramírez Marín, con un grupo de expertos que revisarán el inmueble en San Lázaro, para que den a la brevedad un dictamen, dicen los malosos que lo único que no se afectaron fueron “las curules” de los diputados ¡FALTABA MÁS!….TELMEX…Salió el apoyo de Telmex cuyo dueño uno de los más ricos del mundo le entró, Carlos Slim y su Fundación ya que por cada peso que aporte la gente, ellos aportarán 5 pesos destinados al sector de educación y salud ¡obras son amores!…SECTUR…Buena decisión de la gente del Secretario de Turismo, Enrique De la Madrid Cordero, para cancelar el IV Festival de Pueblos Mágicos en Nuevo León, metió reversa y sensibilidad ¡tacto!. En Hora Buena.