Scholas Occurrentes y el semillero azteca
POR LA ESPIRAL
*Claudia Luna Palencia
En tiempos en los que se debate acerca del consumo de las drogas, de hacerlo legal para determinados estupefacientes o continuar en una carrera sin fondo contra el mercado de lo oscuro e ilegal, hay quienes enfocan sus esfuerzos a reconstruir y reconstituir el tejido social.
Y lo hacen además desde la vocación más humanista y con la visión inteligente de captar que la música, el deporte así como compartir proyectos comunes son herramientas de enorme inteligencia emocional que para muchas personas implican una opción, una compuerta para salir de su particular infierno.
Nelson Mandela, por ejemplo, recurrió a una estrategia brillante durante su mandato en Sudáfrica y no fue precisamente ninguna ley extraordinaria ni apoyarse en el báculo del populismo falaz; recurrió al rugby y su equipo nacional para unificar y suavizar posiciones entre blancos y negros sudafricanos con la finalidad de enterrar las rémoras dolorosas del Apartheid.
Se hizo un libro y luego una película al respecto de un hecho de la vida real, de cómo lo más simple, cobija sensaciones, sentimientos, emociones deconstruidas en algún sitio en el tiempo en odio, racismo o violencia para reconvertirlas en todo lo contrario.
Al Papa Francisco le acompaña desde mucho antes de ser arzobispo de Buenos Aires la misma pasión por rescatar el tejido social y edificarlo desde su célula más fundamental: los niños y los jóvenes.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el planeta Tierra habitan más de 7 mil millones de seres humanos, de los que el 57% tienen una franja de edad entre 12 a 35 años.
Casi la mitad de la población mundial es joven lo que implica un potencial y denodado interés por parte del Vaticano más en tiempos revueltos de juventud atrapada por los vicios, la violencia, el narcotráfico, la desazón hacia un futuro digno; de fe convulsa, avance del laicismo y también de odios ideológicos-teocráticos en los que se utiliza el nombre de Dios para destruir.
La alternativa para su Santidad pasa además de la educación (pero más allá de la tradicional) por las disciplinas deportivas como pivotes para recuperar esa búsqueda de sentido y de valores que en algún momento de la vida puede extraviarse.
La piedra angular de la visión del Papa Francisco está esculpida en Scholas Occurrentes que tiene en José María del Corral a su mejor pastor, para llevarla con sapiencia y paciencia a buen puerto.
En poco menos de tres meses que su Santidad visitó México y realizó una gira intensiva llevando un mensaje revulsivo de paz, espiritualidad, esfuerzo, vocación y superación personal, Scholas Occurrentes ha ido cristalizando proyectos en beneficio de los educandos mexicanos.
Para Del Corral se trata de ir sumando esfuerzos, ese viajero incansables va entretejiendo múltiples historias de miles de rostros de un país y de otro unidos todos al final por un común denominador: la necesidad por los valores y saber que otros también padecen por una misma problemática a la que debe buscársele la salida más positiva en vez del salto al vacío.
A COLACIÓN
A lo largo de esta semana, Del Corral como presidente de Scholas Occurrentes, llegó a México cargado no únicamente de buenos deseos sino de proyectos cristalizables.
Precisamente el miércoles pasado fue presentado con enorme éxito el programa «BoxVal» que refiere al boxeo con valores uno de los deportes más populares en un país como México.
Esta actividad se convierte en un receptáculo para buena parte de la muchachada de los barrios marginales que sueñan con triunfar como estrellas y sacar avante la situación económica de su familia.
Ahora con Scholas Ocurrentes, además del «FutVal» (fútbol con valores) también se estará trabajando con esta disciplina que el pasado 27 de abril logró reunir en Ciudad de México -bajo la convocatoria del Papa- a más de 30 campeones del box.
Queda además de la foto como testigo del encuentro, el olivo de la paz, plantado con la ilusión de que México con Scholas Ocurrentes coadyuven a dar un aviso de cambio positivo para millones de jóvenes.