22 de December de 2024
Se busca justicia real, con Nuevo Sistema: Luis María Aguilar
Sin categoría

Se busca justicia real, con Nuevo Sistema: Luis María Aguilar

Jun 18, 2016

CIUDAD DE MÉXICO, 17 de junio, (MENSAJE POLÍTICO / CÍRCULO DIGITAL).—El Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, reiteró su compromiso a que con el Nuevo Sistema de Justicia Penal permita dar el paso hacer real la justicia y que el Estado cumpla su responsabilidad.

“El Poder Judicial de la Federación está comprometido a lograr el sistema eficiente que resuelva la problemática penal desde su primera etapa hasta la reparación del daño, con absoluto respeto a los derechos fundamentales de todos los involucrados, del imputado y la víctima”, señaló.

Junto con el primer mandatario Enrique Peña Nieto, y los presidentes del Senado de la República, Roberto Gil Zuarth, y de la Cámara de Diputados, Jesúz Zambrano, el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal, Luis María Aguilar, encabezó la ceremonia “La reforma de justicia penal: un compromiso de Estado hecho realidad”, que marcó el inicio de este Nuevo Sistema de Justicia Penal.

Ahí, en la explanada del Altar a la Patria, en Chapultepec (también conocida como Monumento a los Niños Héroes), Luis María Aguilar sostuvo que el Poder Judicial ha contribuido con la creación de los espacios, la generación de capacidades logísticas y la habilitación de los operadores judiciales capacitados para juzgar los delitos federales.

“Así de importante es el paso que los mexicanos hemos dado para transformar, con un cambio radical, el paradigma para la solución de las problemáticas en materia de justicia penal”, manifestó el ministro presidente.

Añadió que era un secreto a voces “y a veces de gritos desesperados”, un crudo mensaje social: que el sistema de justicia penal había dejado de cumplir solventemente con su misión de resolver las problemáticas especialmente graves para la sociedad.

Luis María Aguilar concluyó que este Nuevo Sistema de Justicia Penal es una “verdadera reforma de Estado” y, por tanto, la sustitución de un mecanismo ineficaz e impotente para atender las necesidades de la vida cotidiana y el combate al crimen organizado.