Índice Político
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Tal parece que en México somos enemigos de la verdad. Sólo hay dos maneras de comunicar por parte de la prensa vendida: informar a secas, sesgadamente, cuando de plano ya no se puede «aguantar» la nota o informar, previo análisis sesgado de antemano con perjurio y dolo, el mismo que desvirtúa y confunde a la opinión pública. Fuera de ahí, nada. Lo demás es lo de menos.
Es lamentable que esto siga sucediendo en México. Somos una sociedad madura que acaba de dar el ejemplo latinoamericano de cambiar gobierno, de cambiar de régimen, de estilo y de patrón gabacho. Ya no estamos para que nos sigan tomando el pelo, y menos por unos señoritingos que impostan la voz para hacerse interesantes.
Todo mundo sabe que buena parte de los comentócratas de la televisión son empleados de George Soros, el magnate neoyorquino que a su vez responde a las riendas del mastodóntico BlackRock, patrón de todos los prestanombres y huachicoleros mexicanos, incluidos presidentitos y toda la ralea de políticos panpriistas.
Hasta hace muy poco, quien movía el pandero de ese oso era el director peñanietista del Fondo de Cultura Económica, José Carreño Carlón, quien transmitía en banda los favores y los mensajes de la voz del amo. El salinismo-atracomulquismo, en el vértice de los amarres nefastos y de la peor estofa.
Hasta «los jodidos» ya se retiraron de las pantallas de Televisa
BlackRock, accionista de Televisa. George Soros, también. Ni a cuál irle. La televisión para jodidos ya no dio de sí, fue despreciada por los pobres mexicanos y quebró, despidiendo a su plantilla exquisita de influencers televisivos. Sólo le queda seguir pie juntillas las instrucciones.
Televisa se ubica al borde de su propio abismo. El periodismo digital y los comunicadores que operan las redes y las autopistas de la información, tiene mucho tiempo que los atropellaron. Miles de veces se cuelga de las noticias del Facebook y del Internet o del WhatsApp de los digitales para salvar la cara comunicativa, a falta de reporteros audaces o de presupuesto para contratarlos.
Así y todo, los comentaristas de sus platós, absolutamente desprestigiados entre la población pensante, todavía deben tener los arrestos para enfrentarse al respetable, descargándole las bombitas de sus patrones, a ver si son cola y pegan. Pero a veces ya colman a cualquiera. La gente ya se les retiró de las pantallas, pero ellos tienen que repetir la voz del amo.
La enemiga principal de la prensa vendida es, ¡uy!, la verdad
La reciente catástrofe huachicolera de los ductos de Hidalgo que pasan por Tula y Tlahuelilpan ha sido presa de todos los lobos de la comunicación. Todos la han zarandeado para dónde sus intereses apuntan. Se han dicho todas las sandeces, porque la enemiga principal de la prensa vendida es la verdad.
Los truculentos opinadores de los platós de Televisa se calzan el huarache y le entran al tema de Tlahuelilpan, Hidalgo. Obviamente, se reducen a preguntarse quiénes traían los bidones para cargar gasolina, cuántos soldados podían impedirles extraerla del ducto reventado, si fue por pobreza o por tráfico de combustible…
… si se trata de robo de indigente o de delito, si están libres de culpa los periodistas que recientemente fueron sorprendidos con las manos en la masa, si están fuera de este ajo los mandarines mexicanos y sus protectores extranjeros… y decenas de trivialidades más, sin entrar jamás al fondo del asunto.
Al foro de comentaristas no le interesa lo que la gran mayoría del pueblo opine sobre las causas de la tragedia. Ellos pontifican y hacen jurisprudencia con silogismos intragables. Perjurio y dolo de por medio, más sandeces y mentiras , tratan de construir una verdad a modo de la hipocresía de los bandidos.
Huachicol, asunto menor comparado con el robo en buques, boyas…
Si se trata de llegar al fondo de este asunto, basta con dos dedos de frente. Para nadie es un secreto que detrás del negocio del huachicoleo están los líderes caciquiles del STPRM, los jefes de seguridad de Pemex, los gobernadores y los caciques regionales, todos coludidos con las mafias del narcotráfico, autorizadas por el poder.
Todos tienen expedientes de investigación en la FGR y en cuanta oficina ministerial del país se pregunte. Los únicos que lo ignoran son los comentaristas de Televisa… y sus jefes de Nueva York. Los narcos pelan la pava, esperan empezar su temporada sexenal, pero como no ven claro, necesitan el financiamiento ultramillonario…
… del tráfico nacional de combustibles. Pero éste renglón es el menos atractivo. El huachicoleo es un asunto menor, si se compara con el gran desfalco de los buques petroleros en altamar, en las plataformas, boyas de distribución, naves y Cayos controlados por las viejas mafias del Sindicato aún en las ambiciosas manos de Romero Deschamps.
Los observadores internacionales del negocio del petróleo calculan conservadoramente que el reporte de daños al patrimonio nacional con nuestro petróleo en altamar asciende a más de un millón de barriles diarios de crudo ligero que se fugan por los Cayos del Golfo de México hacia el mercado negro del Mar del Norte.
Frente a ello, un fraude gigantesco que puede representar un porcentaje importante de la producción mundial y cuyos resultados económicos van a los bolsillos de la mafia sindical – gubernamental – delincuencial de narco – gobernadores estatales, y jamás ingresan al presupuesto federal, no tiene comparación posible.
Y le echarán la culpa a los «diablitos» de la enorme estafa en la CFE
Pero los opinadores de Televisa nos siguen dorando la píldora con el número y el contenido de los bidones que la población de a pie recoge por necesidad alimentaria, abandonada por un gobierno rapaz y rastacuero que hasta hace cincuenta y tres días tronaba el chicharrón.
No tardan en aparecer tonantes los Aguilar Camín, Zuckerman, Castañeda y su troupé de perfumaditos en echarle la culpa a los «diablitos» de la fenomenal estafa que el pripanismo ejecutó en la Comisión Federal de Electricidad, perjudicando a toda la población, vendiendo los territorios…
… adjudicando los grandes contratos a empresas extranjeras, entregándose al Imperio decadente en manos de Larry Finck, el dueño de Google, British Petroleum, Exxon Mobile y Televisa, entre otros, el que factura el equivalente anual del presupuesto estadounidense, el que es responsable de la debilidad supina de nuestra seguridad nacional estratégica.
Y después, echándole la culpa a los modestos burócratas de ventanilla de la incapacidad del gobierno federal, encubriendo la responsabilidad de las mafias sindicales que controlan los dineros y los descuentos, las prestaciones sociales y la tranquilidad de los trabajadores al servicio del Estado.
Reconocer la toma de nota del STPRM encabezado por Mario Ross
Pero así somos, con tal de no haber tomado a tiempo las decisiones esenciales: meter a la cárcel a los presidentillos pripanistas, a los caciques sindicales de la baja ralea de Romero Deschamps y Ricardo Aldana y de acabar de reconocer la representatividad sindical de héroes obreros que se han pasado la vida denunciando las viejas mañas que nos tienen en la cuarta pregunta.
El Estado del nuevo régimen requiere con urgencia el apoyo masivo de las organizaciones sindicales nacionalistas. Ya es tiempo de quitarnos las vendas de los ojos y escuchar la verdadera voz del pueblo. De acabar con las mentiras neoliberales y anexionistas de los peores exponentes del viejo régimen, enriquecidos hasta la médula con nuestro dinero.
Debemos de empezar por reconocer la toma de nota del sindicato petrolero encabezado por Mario Rubicel Ross García, obtenida desde hace dos meses en la gran convención petrolera de los disidentes de las 36 secciones sindicales del STPRM, agraviados históricos de la mafia caciquil cobijada y complicitada con el salinismo-atracomulquismo. Esta decisión no puede esperar; sería tiempo perdido.
La lucha tiene que empezar. Es urgente y definitivo.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Siguen llegando comentarios a la columna titulada Roban más de la mitad de la producción de Pemex. Va al mercado spot que corre con profusión en la autopista de las redes sociales. Arturo Rizo escribe: » Los mexicanos debemos unirnos a una causa donde en conjunto nos convirtamos en un contrapeso importante para quienes van a defender sus intereses. La unión hace la fuerza.»… Filomeno Ruiz: «Estamos contigo Presidente. Tienes todo nuestro apoyo para destruir a esos prianistas que nos han saqueado por décadas nuestro patrimonio. Hay que exterminar a esas bandas delincuenciales.»… Hernaldo Burnes: «Desde presidentes corruptos y todos sus secuaces. Llámense secretarios de Desgobierno, legisladores, gobernadores, líderes sindicales, y todos los que de una u otra forma han robado el patrimonio de los mexicanos ¡no tienen madre! No estoy de acuerdo con nuestro Presidente actual, Andrés Manuel López Obrador, en decir que no va a castigar ni a perseguir a todos esos ladrones que son traidores a la patria. Debería de investigarlos y quitarles todo lo que se han robado. Y con eso se pagaría la deuda y acabaría con la pobreza de los mexicanos…». Víctor M. Dorantes: «Soy un humilde empleado de Pemex, tal vez el último de la baraja, honrado y preocupado por los problemas que aquejan al país y a mi querido Pemex. Debido a ello, quisiera saber ¿dónde puedo comprobar o averiguar más de lo que dice en este interesante reportaje de «Roban más de la mitad de la producción de Pemex»? Aclaro que no es que lo dude, sino que cuando lo comparta, me van a pedir la fuente y quisiera tener las herramientas necesarias.»… Julio Leos: «Es increíble el desfalco nacional. Por muchas décadas la clase política (PRIAN) ha violado a este país a más no poder. La gente trabajando duro para poder medio vivir y estos sin vergüenzas ¡traicionando a la patria! ¡Cárcel para todas estas personas!»
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