• El juez para poder ser auténtico tiene que ser independiente y, fundamental, tener un ambiente de tranquilidad y serenidad para dictar sus resoluciones, dijo
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de octubre (MENSAJE POLÍTICO / CÍRCULO DIGITAL).—El Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Luis María Aguilar, afirmó que el trabajo de los jueces y magistrados es fundamental para la vida democrática de México y para un verdadero Estado de derecho, por lo que su seguridad y la de sus familias es una preocupación permanente del Poder Judicial de la Federación, que trabaja para garantizarla.
“Estamos ocupados, nos estamos ocupando precisamente de hacer todo lo necesario por conseguir y otorgar todas estas condiciones de seguridad para que los juzgadores trabajen en el mejor ambiente, en el que nada sea motivo de disturbio de su independencia”, sostuvo.
Al inaugurar el II Congreso Internacional de Derecho Constitucional La constitucionalización de los derechos, el Ministro Presidente manifestó que son varios los elementos que constituyen un ambiente que permita a los jueces emitir sus resoluciones con imparcialidad y uno de ellos, es la tranquilidad, la seguridad y la serenidad de sus propias personas y sus familias.
En el auditorio Espejos del CJF, reiteró que un juez que no es independiente, es cualquier cosa: es un mandadero, un escribano de alguien, inclusive, -desgraciadamente- un cómplice, pero no es un juez. “El juez para poder ser auténtico tiene que ser independiente y dentro de esto, el ambiente de tranquilidad y serenidad para dictar sus resoluciones es fundamental, expuso.
Destaca labor de jueces y magistrados
El Ministro Aguilar Morales manifestó que si bien el trabajo de la SCJN es fundamental en el respeto y la vigencia de la Constitución, en su interpretación y en la determinación de criterios para establecer su contenido, no menos importante es la labor de los jueces y los magistrados que trabajan continuamente en favor del constitucionalismo mexicano.
Ante Salvador Mondragón Reyes, director del Instituto de la Judicatura Federal; Mark Tushnet, catedrático de la Universidad de Harvard; Roberto Lara Chagoyán, director del Centro de Estudios Constitucionales de la SCJN; el Ministro Presidente expresó que “todos y cada uno de los jueces y magistrados federales son actores fundamentales en la impartición de la justicia en México. Este año, calculamos que el Poder Judicial de la Federación reciba prácticamente un millón 200 mil asuntos a cargos de jueces y magistrados”.
Señaló que los juzgadores merecen la más alta consideración y son motivo de protección por parte del PJF, a través de la labor que para ello realiza el Consejo de la Judicatura Federal, pues la tranquilidad de los jueces es un elemento fundamental de su independencia.
El Ministro Presidente consideró que este Congreso es una ocasión no sólo adecuada, sino también oportuna para reflexionar sobre la forma en que el derecho puede contribuir a generar condiciones que permitan a las personas desarrollar sus capacidades a plenitud.
México precursor
Relató que en el Siglo XIX, México fue precursor en la adopción del constitucionalismo como método para estructurar el ejercicio del poder público y consagrar los derechos de las personas.
“La Norma Fundamental que está por cumplir su primer centenario profundizó este compromiso estableciendo, por primera vez en el mundo, derechos y garantías de carácter social, con el fin de construir una sociedad más igualitaria, en la que cada persona pudiera, conservando sus diferencias, desarrollar a plenitud sus capacidades”, agregó.
Mencionó que otros rasgos que han distinguido al constitucionalismo mexicano durante el último siglo son su permanencia y dinamismo, “uno de los resultados más sobresalientes de las investigaciones recientes ha sido demostrar que la vigencia promedio de los textos constitucionales con que han contado las diferentes naciones ha sido de 19 años. La Constitución de 1917 ha estado en vigor durante un periodo cinco veces mayor. Esta condición la hace un texto excepcional que la coloca entre las normas supremas de mayor longevidad en la historia del constitucionalismo a nivel mundial”.
El constitucionalismo mexicano del último siglo, dijo, también se distingue por el dinamismo que ha resultado de la publicación de más de 200 decretos de reforma constitucional. “Una vez más, la experiencia mexicana destaca por haber encontrado en la reforma y no en la sustitución, la vía para ajustar el orden constitucional a los retos que fue enfrentando el país a lo largo de su historia contemporánea”.
Constitución demanda más que una celebración
En intervención, Roberto Lara Chagoyán, director del Centro de Estudios Constitucionales de la SCJN, afirmó que el Centenario de la Constitución demanda algo más que una celebración, pues requiere un pensamiento crítico para honrarla y llamarnos a todos a cuenta por las promesas que no hemos logrado cumplir y que le quedamos a deber.
“En efecto, las cuentas no saldadas tienen que ver con la desigualdad –especialmente la estructural- que se puede palpar en cada pulgada de nuestro territorio y circunstancias; la inseguridad que se siente a flor de piel; la violencia, que es, por desgracia, parte de la cotidianeidad; y la exclusión de determinados grupos, como las mujeres, los indígenas, las personas con discapacidad, entre otros, que forman parte de nuestra realidad”.
El Congreso se llevará a cabo desde hoy y hasta el 21 de octubre, durante los tres días de trabajo se analizarán, en ocho mesas de trabajo, los temas Constitucionalismo, igualdad y no discriminación; Los conflictos entre derechos en la práctica judicial; Conflictos entre derechos; El papel de los tribunales constitucionales en la protección de los derechos; El constitucionalismo en la práctica mexicana; El precedente judicial: vinculatoriedad y efectividad, entre otros.