5 de November de 2024
Sí a una Ley de Seguridad con respeto a los derechos humanos
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Sí a una Ley de Seguridad con respeto a los derechos humanos

Dic 11, 2017

Ciudad de México a 11 de Diciembre (JUAN MARTÍNEZ VELOZ /MENSAJE POLÍTICO/ CÍRCULO DIGITAL). A principios de diciembre de 2017 el debate político en las redes sociales y la prensa se ha “calentado” con motivo de una Ley de Seguridad que se discute actualmente en el Senado.

Sobre este debate hay que precisar varias cosas.

  1. El Congreso de la Unión si tiene la facultad de aprobar las leyes reglamentarias que la propia Constitución autoriza en las treinta fracciones del artículo 73 constitucional. Desde 2007 visualizamos la necesidad de adecuar las actividades de las Fuerzas Armadas a la nueva realidad del país.

 La facultad de REGLAMENTAR los artículos de la Constitución del Congreso de la Unión no puede restringir las garantías y derechos establecidos en ella y en los tratados internacionales sobre derechos humanos. Esta restricción o suspensión a determinados derechos humanos solo puede establecerse en la propia Constitución (art. 29 constitucional, por ejemplo; MUY BIEN REDACTADO).

EL PROPIO CONGRESO (SENADO) EN SU TRABAJO DEBE SER CUIDADOSO DE QUE ESTOS PRINCIPIOS SE CUMPLAN PARA EVITAR ALGÚN RECURSO JUDICIAL (CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL) O AMPAROS CONTRA ESTA LEY REGLAMENTARIA DE SEGURIDAD.

 No obstante al problema legislativo señalado, debemos tener tranquilidad con las Fuerzas Armadas Mexicanas, pues la historia de América Latina la reconoce como unas fuerzas armadas institucionales y respetuosas de la Constitución.

Las Fuerzas Armadas de México   (Ejército, Fuerza Naval  y Fuerza Área) han sido respetuosas del orden constitucional mexicano. Las causas de este fenómeno son complejas; recomiendo dos lecturas para profundizar en el tema: Lozoya, Jorge Alberto: El Ejército Mexicano; El Colegio de México, 2ª. ed., México, 1984;  Boils, Guillermo; Los Militares y la Política en México 1915/1974; Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Ediciones “El Caballito”, México, 1975.

 Hay que revisar un poco la historia para entender lo anterior

Las últimas asonadas militares (ya lejanas en el tiempo) en territorio nacional  fueron:

*En septiembre de 1927 los generales  sinaloenses  Francisco Serrano y Arnulfo R. Gómez   se rebelan contra el gobierno de  Plutarco Elías Calles y la reelección de Álvaro Obregón. La insurrección fue derrotada y los generales  fusilados.

*En marzo de 1929 el general sinaloense José Gonzalo Escobar,  comandante en la zona militar de la Comarca Lagunera, conjuntamente con Francisco R. Manzo y Jesús Aguirre se rebelan  contra el gobierno de Emilio Portes Gil mediante el Plan de Hermosillo de 3 de marzo de 1929, tomando las plazas de Monterrey, Veracruz, Torreón y otros lugares en Sinaloa y Sonora. El movimiento fracasó y los golpistas huyeron hacia Canadá.

*El 15 de mayo de 1938 el gobernador y la legislatura de San Luís Potosí,  apoyados por el general Saturnino Cedillo (ex gobernador de ese estado (1927-1931) y Secretario de Agricultura (junio de 1935 a agosto de 1937) desconocen al presidente Lázaro Cárdenas. Después de algunos combates los rebeldes fueron sometidos.

El novísimo general que gobernó México fue Manuel Ávila Camacho (1940-1946) pero mediante elecciones y no producto de un golpe militar.

El último militar que aspiró a ser presidente de la República, fue el general Miguel Henríquez Guzmán, originario de Piedras Negras Coahuila  en las elecciones de 1952.

El respeto de las Fuerzas Armadas a la Constitución se mantuvo en los años difíciles de la Guerra Fría (1946-1991) cuando los Estados Unidos toleraban gobiernos militares en  Centro y Suramérica para evitar la infiltración de la Unión Soviética en América.

Los golpes militares mas importantes fueron: Brasil desde 1964-1985, Argentina de 1966-1982 (este país tan solo tuvo 5 golpes militares en el siglo XX), Chile en 1973, Uruguay 1973-1985.

El militarismo en América Latina tuvo su auge en las décadas de los 60 y  80 del siglo XX puede ser explicado por razones políticas externas (e internas)  a los países que sufrieron dictaduras militares con el apoyo o tolerancia de algunos casos gobernantes  de los Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría.

Hay que ocuparse del debate en el Senado. Ayuda mucho que el propio presidente de la república Lic. Enrique Peña Nieto  haya hecho un llamado a escuchar las diferentes voces en el tema.

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