18 de November de 2024
Si te cuido ¿qué me das?
Opinión Principal

Si te cuido ¿qué me das?

Ago 30, 2018

Opinión

LUCERO MARQUEZ

 

La llamada Economía del Cuidado la constituyen los elementos físicos y simbólicos que cuidan o “nutren” a las personas para vivir en sociedad; son los bienes y actividades que permiten a las personas alimentarse, educarse, estar sanas y vivir en un entorno digno; es un cuidado material que implica un trabajo, un cuidado económico que representa un costo y un cuidado psicológico que conlleva un vínculo afectivo. Por lo tanto, asociar el cuidado con la economía es hacer visibles aquellos aspectos que generan, o contribuyen a generar, valor económico. Es decir, lo que particularmente interesa a la economía del cuidado, es la relación que existe entre la manera cómo las sociedades organizan el cuidado de sus integrantes, y el funcionamiento del sistema económico.

En mi México lindo y querido, cerca del 43.8% de las personas económicamente activas, lo constituyen las mujeres, de las cuales, su jornada laboral remunerada y no remunerada se divide en: 65% de su trabajo total se integra por labores no remuneradas del hogar, y el 32.3% lo destinan al trabajo remunerado, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI.

Focalizándonos en el trabajo no remunerado que se realiza en el interior de los hogares, las labores de casa equivalen a 47,400 pesos anuales de cada mujer que se dedica a estas actividades. Sin embargo, ellas no se ven beneficiadas; el trabajo no remunerado del hogar contribuye a la economía nacional con un 18%, del cual, la labor de cuidados es la de mayor aporte, con un 33.9%, también cifras del INEGI.

Así mismo, podemos señalar que el cuidado es una actividad altamente genérica. Se encuentra realizada mayormente por mujeres, y es por medio del cuidado que la identidad de género de las mujeres se construye.

Ante este panorama, abordar la organización del cuidado es imprescindible cuando se aspira a una sociedad más igualitaria. Para ello resulta clave que el tema se incorpore en las agendas de discusión de políticas públicas con la finalidad de realizar su redistribución; ampliar las posibilidades de las personas de elegir el modo de organizar el cuidado y facilitar la conciliación entre la vida laboral y familiar de las personas, entre otras. Además de reconocer el derecho de toda persona al cuidado y valorar los trabajos del hogar y de cuidado, remunerado o no, como actividades económicas que producen riqueza y bienestar.

El cuidado no es un asunto de mujeres; es una necesidad de todas las personas porque todas somos vulnerables e interdependientes.

Y tú… ¿Cuánto pagas porque te cuiden?…

T tú… ¿Cuánto percibes por cuidar?…