Siete mil mexicanos viajan a Polonia para visita del Papa
CIUDAD DEL VATICANO, 22 de julio, (NOTIMEX / CÍRCULO DIGITAL).- Por Andrés Beltramo Álvarez. Unos siete mil católicos mexicanos, la mayoría de ellos jóvenes, viajan en estos días a Polonia para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que el Papa Francisco presidirá la próxima semana.
Según revelaron a Notimex fuentes episcopales, de esa cantidad unos dos mil harán su peregrinación coordinados por la Pastoral Juvenil, mientras el resto llegará a Cracovia por su cuenta, en pequeños grupos parroquiales o vinculados a diversos movimientos de la Iglesia.
Hasta ahora, unos 335 mil jóvenes de diversas partes del mundo se han inscrito para asistir a la JMJ, que comenzará formalmente el próximo martes 26 de julio, un día antes de la llegada de Jorge Mario Bergoglio.
La mayor cantidad de jóvenes que acudirán a la cita con el Papa proviene de Polonia, Italia, Francia, España, Estados Unidos, Brasil, Ucrania y Portugal, en ese orden.
Además se tiene prevista la participación de unos 800 obispos de diversas naciones, entre ellos unos 70 cardenales. Unos tres clérigos viajarán desde México.
Sin embargo, se prevé que a los actos con el líder católico asistirán muchas más personas.
El jueves, en el santuario de la virgen de Czestochowa, se esperan más de 300 mil personas para una celebración pública, mientras en la misa final, en un campo a las afueras de Cracovia, se estima que el número de fieles podría llegar a 1.5 millones.
Además de los actos festivos con los jóvenes, el 29 de julio Bergoglio participará en un acto conmovedor, cuando recorra las instalaciones del excampo de concentración nazi de Auschwitz, donde fueron asesinadas más de un millón de personas durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de ellas de origen judío.
Como el propio Papa lo adelantó, honrará a las víctimas “con la conmoción y las lágrimas”, pero no pronunciará ningún mensaje.
Atravesará el famoso portón con la inscripción en alemán “El trabajo hace libre” y visitará la celda de Maximiliano de Kolbe, santo católico que murió allí.
Frente al muro de la muerte saludará a 10 sobrevivientes del Holocausto, y con una vela encenderá una lámpara que dejará como regalo al campo. Luego se trasladará hasta el contiguo campo de Birkenau, donde se encontraban cámaras de gas y hornos crematorios.
Allí escuchará el canto de un salmo y podrá ver una serie de lápidas que representan los diversos idiomas y nacionalidades de las personas muertes en aquel lugar.
Ese mismo día, por la tarde, está previsto que el Papa viaje en tranvía junto a jóvenes discapacitados desde la sede de la Arquidiócesis de Cracovia hasta el no muy distante Parque Blonia de esa ciudad, antes de presidir un Vía Crucis monumental.
Aunque sea por un momento, Francisco podrá volver a sentirse “callejero”, como en su natal Buenos Aires, donde solía moverse en metro por la ciudad.
El sábado 30 de julio, el líder católico confesará a cinco jóvenes en el Santuario de la Divina Misericordia y luego almorzará en privado con 12 jóvenes, dos por cada continente y otros dos de Polonia.
“Deseo mucho encontrarme con vosotros para ofrecer al mundo un nuevo signo de armonía, un mosaico de rostros diferentes, de tantas razas, lenguas, pueblos y culturas, pero todos unidos en el nombre de Jesús, que es el rostro de la misericordia”, dijo el Papa en un videomensaje transmitido en Polonia a días de su llegada al país.
“Todo va a estar marcado por el signo de la misericordia, en este año jubilar, y por la memoria agradecida y devota de San Juan Pablo II, que fue el artífice de la Jornada Mundial de la Juventud, y fue el guía del pueblo polaco en su reciente camino histórico hacia la libertad”, apuntó.