23 de November de 2024
Silencian grito: “¡ehhhh, puuutoooo!”
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Silencian grito: “¡ehhhh, puuutoooo!”

Jun 19, 2017

• Tibio efecto de la amenaza de FIFA de parar el juego

• Se escuchó dos veces al comienzo del juego este domingo ante Portugal

• Persiste riesgo que el Tri no vaya a Rusia 2018

 

CIUDAD DE MÉXICO, 19 de junio, (JESÚS YÁÑEZ OROZCO / BALÓN CUADRADO / CÍRCULO DIGITAL).—Pareciera que, luego de 14 años, se ha exorcizado el polémico grito homofóbico “¡ehhhh, puuutoooo!” entre la afición  mexicana. Ocurrió dos veces en el empate 2-2 entre México y Portugal, campeón de Europa, en la fase de grupos de la Copa Confederaciones Rusia 2017.  Acabó silenciado. La discriminación de esa exclamación, catártica del aficionado/masa, mantiene en vilo al Tri, aunque pocos  dan importancia.

De persistir esa actitud, los focos rojas podrían encenderse al equipo que dirige el colombiano Juan Carlos Osorio, en los dos restantes juegos del grupo A: 21, contra Nueva Zelanda, y, 24, frente al equipo anfitrión.

Existe un escenario similar, por ejemplo, en lo que resta de la eliminatoria de Concacaf, donde México está a un paso de la clasificación. Como ya ha sido advertida por la FIFA  la Liga MX, quedaría fuera del mundial de Rusia 2018.

Y, en consecuencia, los zares del balón en México, dejarían de generar una derrama económica cercana a los mil millones de dólares. Sobre todo por publicidad y derechos de transmisión de TV e internet.

La FIFA anunció el miércoles pasado que, por primera vez en un torneo oficial, instrumentaría un protocolo de tres medidas para evitar manifestaciones de racismo y discriminación en los estadios. Incluían la posibilidad de detener un partido si los aficionados insistían en esas expresiones.

Incluso se ha hecho mofa de esta exclamación colectiva en redes sociales, a través de hilarantes, celebrados, memes.

Durante el juego del domingo pasado, pese a la advertencia, los hinchas mexicanos profirieron de manera sonora el controversial alarido. Fue en el primer despeje de meta del arquero portugués Rui Patricio: a los tres minutos de juego. Casi enseguida vino otro saque de portería y fue apenas audible el canto. Mas dejó de escucharse el resto del encuentro.

“Creo que los aficionados venimos con la intención de apoyar y ya era momento de parar”, declaró Alejandro Vázquez, a la agencia noticiosa estadounidense AP, Alejandro Vázquez, quien vive en Los Ángeles, California.

“Venimos a divertirnos y a pasarlo bien, ya era momento de acabar con esa tontería”, puntualizó.

“Creo que los aficionados venimos con la intención de apoyar y ya era momento de parar”, declaró Alejandro Vázquez, a la agencia noticiosa estadounidense AP, Alejandro Vázquez, quien vive en Los Ángeles, California.
“Creo que los aficionados venimos con la intención de apoyar y ya era momento de parar”, declaró Alejandro Vázquez, a la agencia noticiosa estadounidense AP, Alejandro Vázquez, quien vive en Los Ángeles, California.

Tibieza de la FMF

Debido a la tibieza de las campañas de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) –que preside Decio de María– y medios locales para cesar el grito, los aficionados del Tricolor siguen emitiéndolo. Ocurrió la semana antepasada en el estadio Azteca, en los partidos de eliminatoria mundialista de la zona de Con-caca-f, ante Honduras y Estados Unidos.

Llama la atención que la FMF poco, o nada, ha hecho para erradicar ese grito de los estadios nacionales que creció, como espuma, desde 2003. Y sí, por ejemplo, ha impedido, con mano dura, que los aficionados, con pancartas y carteles, exhiban leyendas alusivas en las gradas, de sorna al rival. Incluidas las de tinte religioso o político.

Es actitud laxa, refleja de la histórica intolerancia de los dueños del balón hacia una preferencia sexual distinta a la heterosexual.

Hubo otro detalle significaivo.

Ninguno de los comentaristas, cronistas y analistas –algunos de ellos ex futbolistas profesionales– de las televisoras mexicanas, que tienen los derechos de transmisión, TV-Azteca y Televisa, hizo referencia, durante las transmisiones, a cómo se apagó el grito homofóbico durante la igualada 2-2 en el estadio Kazán Arena.

Estaban más apasionados en ver cómo Portugal, con su crack, Cristiano Ronaldo. Lidiaba, como matador de toros, con los mexicanos, que fueron tiernos becerros. El empate es engañoso. Aunque insistían en hacer creer que el Tri “merecia” el triunfo. Cuando, en realidad, se salvó de una goleada.

La séptima multa

El pasado 27 de mayo, La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) impuso una séptima multa a la FMF por conducta discriminatoria de la afición. Fue de 192 mil pesos. Ya suma más de 120 mil dólares en penalizaciones. Cerca de dos millones 200 mil pesos.

El castigo de la FIFA deriva del grito homofóbico que lanzaron en marzo los seguidores mexicanos al portero costarricense Keylor Navas. Sucedió en el duelo eliminatorio, rumbo al Mundial de Rusia 2018, en el estadio Azteca.

Una de las cuatro ocasiones que México ha quedado fuera de una Copa del Mundo ocurrió con con miras a Italia 1990 por una falta administrativa. Durante un torneo juvenil oficial en Guatemala, en 1988, su representación usó jugadores que excedían la edad. Fueron los llamados cachirules. De triste y memorable recuerdo.

México está a un pasó de la calificación a Rusia 2018. Pero la pregunta es: ¿qué sucederá cuando pierda?

Quizá resurja el grito.

Porque el aficionado/masa se sentiría defraudado. “Juegan como nunca, pierden como siempre”, es la conceja popular.  Su complejidad, y crónico senimiento de fracaso, hacen impredecible a la turba.

Y suele refugiarse en la canción de la derrota: El Cielito Lindo. “Canta, canta, y no llores…”

Ese grito homofóbico da un boleto de sentimiento masivo de pertenencia: ser protagonista. Y no eterno convidado de piedra. Acto catartíco de la masa.

Ese grito homofóbico da un boleto de sentimiento masivo de pertenencia: ser protagonista. Y no eterno convidado de piedra. Acto catartíco de la masa.
Ese grito homofóbico da un boleto de sentimiento masivo de pertenencia: ser protagonista. Y no eterno convidado de piedra. Acto catartíco de la masa.

“Puto”, lo más buscado

Durante junio de  2014, Mundial de Brasil 2014, donde México fue eliminado por Holanda, la palabra puto, que se escuchaba en los estadios donde jugaba el Tri,  fue de las más buscadas en la página web de la Real Academia de la Lengua Española (RAE).

Fue consultada 53 mil veces. De las cuales, 97% de esas búsquedas se hicieron desde México. Según la RAE, se define así, en femenino:

  1. adj. U. como calificación denigratoria: Me quedé en la puta calle.
  2. adj. Por antífrasis puede resultar encarecedor: Ha vuelto a ganar. ¡Qué puta suerte tiene!
  3. adj. Necio,tonto.
  4. m. Hombre que tiene concúbito con persona de su sexo.

Los primeros inicios del grito homofóbico, según algunas versiones periodísticas, surgieron en la ciudad de Guadalajara. Por ahí del año 2003. Poco después de que el portero Oswaldo Sánchez, actual comentarista de Televisa, regresara a la ciudad a jugar con las Chivas. Venía de América, previo paso por Atlas, donde saltó al profesionalismo.

Los aficionados tapatíos, principalmente de una barra del Atlas –o Rojinegros– estaban enojados con él –por traidor.  Y se lo quisieron hacer saber con esa exclamación cada que cobraba un saque de meta.

El origen del grito

Pero el grito ‘¡puto!’ se usaba desde antes. Cuando se decía la alineación visitante en el sonido local, se escuchaba la palabra tras oír cada jugador del equipo rival. Intensificándose más con alguien que era particularmente odiado por la afición.

La primera exposición del grito en un escenario más grande fue, según versiones las mismas versiones, en el Preolímpico rumbo a Atenas 2004, también en Guadalajara. Ahí la afición empezó a gritarle al portero rival del Tri.

Y, como se dice popularmente, “pegó”.

El grito pasó a todos los estadios del futbol nacional. Incluso se ha oído en televisión en todo el planeta en los mundiales de Alemania y Sudáfrica. De hecho hay videos en Youtube capturando el momento.

Andoni Bello, fundador y ex capitán del Tri Gay, el pasado 17 de junio afirmó al diario La Jornada que el grito “¡eeeh, puto!” es un reflejo a través del futbol del machismo que aún impera en la población, además de que “normaliza” la homofobia social.

Comparó que el alarido que lanzan los aficionados mexicanos, cada vez que el arquero rival hace un saque de portería, sí es un insulto homófobo. “Similar a cuando lanzan un plátano a un jugador de raza negra con la intención de agredir”, como ha sucedido en la Liga Española.

Bello consideró adecuada la medida de la FIFA para evitar los actos de discriminación. Aclaró que dicha reacción ha sido tardía y será insuficiente. La FMF, advirtió, tampoco tiene voluntad para erradicar el polémico grito.

“En otros países ya se habían tomado medidas contra actos de discriminación. Cuando habían insultos racistas vetaban a los agresores en los estadios: en México ha sido muy diferente. La FMF considera que el grito sólo molesta a un sector de la población. Pero en realidad afecta a toda la sociedad”.

Si bien podría ser un acto catártico, de adultos, la masa, como explicar a un infante, en el estadio o ante el televisor, ¿qué significa la palabra puto? Sobre todo en una sociedad marcada con el sello indeleble de la homofobia.

“Cuando insultan a un jugador de raza negra me molesta, aun cuando no soy de esa raza. Así debería ser en el caso de las agresiones homófobas. Además, ese tipo de actitudes pueden alentar a los crímenes de odio”, lamentó el ex capitán del Tri-Gay.

Si bien podría ser un acto catártico, de adultos, la masa, como explicar a un infante, en el estadio o ante el televisor, ¿qué significa la palabra puto? Sobre todo en una sociedad marcada con el sello indeleble de la homofobia.
Si bien podría ser un acto catártico, de adultos, la masa, como explicar a un infante, en el estadio o ante el televisor, ¿qué significa la palabra puto? Sobre todo en una sociedad marcada con el sello indeleble de la homofobia.

Pésimas campañas de la FMF

Las campañas que ha realizado la FMF contra este tipo de actos, censuró, “son malísimas”. Porque no abordan realmente el problema. Y sugirió explicar el conflicto e incluir a las personas afectadas.

El ex jugador, quien compitió en los Mundiales Gay de 2007 hasta 2014, dijo que es necesario educar a las personas desde las escuelas y las familias para inculcar la cultura de respeto. Consideró que el ente rector del balompié mexicano tiene la capacidad para apoyar en ese aspecto.

La poderosa empresa Televisa, que tiene un férreo control sobre el futbol nacional desde la década de los 60s, a partir de la compra del Club América, uno de los más populares del balompié nacional, se caracteriza por su homofobia y racismo, dentro y fuera de las canchas, a través de la pantallita.

En su columna Dinero –especializada en economía y finanzas– que publica el diario La Jornada, considerado de izquierda, Enrique Galán Ochoa, hizo el siguiente comentario este lunes, 19 de junio, que explica, en parte, la raíz de discriminación social.

Escribe:

“Televisa, desde hace muchos años, prefirió contratar como modelos para sus telenovelas y anuncios a personas güeritas y de ojos azules… no obstante que la mayoría de su público no corresponde a ese tipo. Es una forma nada sutil de discriminación. Y Conapred (Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación), la entidad que tiene a su cargo combatirla, sólo es un costoso aparato burocrático”.

Agrega:

“De acuerdo con los resultados del primer Módulo de Movilidad Social Intergeneracional, levantado por el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), las personas de piel clara tienen mayores oportunidades educativas y laborales que las de piel oscura; los prietitos, pues. El instituto hizo una encuesta entre personas de entre 25 y 64 años en 2016, en 32 mil 481 hogares”.

El objetivo, ahonda, conocer cómo y qué ha determinado los cambios en la situación económica de ese segmento de la población. Cuando se cuestionó al entrevistado sobre la mejoría en su situación económica, 52 por ciento que se autoclasificó como de piel clara, dijo que su situación ha mejorado; mientras 48 por ciento de los que se autoclasificaron como de piel oscura, reveló menores mejorías en su situación económica.

Todavía peor, advierte, en personas de piel oscura:

“El Inegi observó un mayor rezago educativo (28.8 por ciento), mientras las personas con tonalidades de piel más clara tienen porcentajes más altos en educación media superior y superior, con porcentajes que van de 29.3 por ciento a 44.4 puntos. Desde luego, el color de la piel no tiene nada que ver con la inteligencia. Por ejemplo, Vicente Fox – expresidente de México– tiene la piel clara y ya ven”.

Desde la colonia española, la discriminación –y ahora la homofobia– es una de las características de la sociedad mexicana, dentro y fuera de las canchas, alimentadas desde la poderosa telepatria.

Y así será per saecula saeculorum (por los siglos de los siglos).

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@kalimanyez