Símbolo de putrefacción priista, Duarte busca ahora romper récord de impunidad
Percepción política
Juan Manuel Magaña
Javier Duarte regresó hoy a México para enfrentar las acusaciones de una evidente corrupción, delincuencia organizada y lavado de dinero, que se le imputan en México. No es poca cosa.
Pero cínicamente, el ex gobernador de Veracruz ha anticipado que puede recuperar su libertad en poco tiempo, pues las acusaciones en su contra no tienen sustento. Quizá no le falte razón, si se tiene en cuenta el historial de casos que «pierde» la PGR por mal sustentarlos.
El gobierno de Duarte sembró en Veracruz el ambiente más criminal y siniestro del que se tenga memoria, en medio del cual ocurrió un enorme desvío de miles de millones de pesos.
La risa estúpida, los ojos desorbitados de Duarte, ¿significan que se sabe predestinado para la guerra sucia contra López Obrador como vía de acceso al reino de la impunidad? ¿Cuál será su rol de cara la 2018?