Opinión
LUCERO MARQUEZ
“En verdad, si no fuera por la música
habría más razones para volverse loco”
Piotr Ilyitch Tschaikowsky
Es un lenguaje para comunicarnos, donde las palabras y sonidos se convierten en armonías y melodías que expresan ideas y sentimientos. Tanto a lo largo de la historia, como en mi México lindo y querido, encontramos géneros musicales diversos que suenan temas polémicos y censurados como la política, el sexo y la religión. Sin embargo, estos tópicos y otros encontraron caminos para su expresión: LA MÚSICA.
Rock del angelito a bailar a cantar a gozar rock del angelito baja a mí que me quiero enamorar…
Así, la música se considera como un lenguaje universal, pues no distingue religión, clase social, no conoce fronteras ni países. Diferentes estudios a lo largo del tiempo han demostrado que escuchar música tiene diferentes beneficios para nuestra salud; es capaz de cambiarnos el estado de ánimo si estamos tristes, de reducir el estrés y de hacernos sentir mejor.
¡Diablo! ¿De qué te estás riendo? Oye diabloooo que risa te da…
Sin embargo, existen movimientos musicales como el rock, que ha sido relacionado con drogas, delincuencia. Aún en la época de las traducciones de canciones en inglés como Rock around the clock («El relojito»), «Hiedra venenosa», «Yo no soy rebelde» y «El rock de la cárcel», el nuevo ritmo fue considerado como inmoral y cosa de “jóvenes rebeldes”. Y desde ahí, pasando por el rock chicano… heavy metal … hasta acá con los grupos del movimiento indie rock, el género ha sido satanizado… Yo no soy un rebelde sin causa, ni tampoco un desenfrenado, yo lo único que quiero es bailar rock & roll, y que me dejen vacilar sin ton ni son…
Nos puede o no gustar el rock en sus diferentes variantes, pero me gustaría que consideraras que es una forma de expresión distinta que une a los jóvenes a través de la música, fomenta la pluralidad de pensamientos y forman códigos que logran darles un sentido de pertenencia.
¿Discriminas por la forma en la que se visten? ¿Discriminas por la manera en que caminan? ¿Discriminas por sus consignas? ¿Discriminas sus códigos, sus acuerdos que consiguen darles forma a una identidad propia?
¿Discriminas porque sólo tu música es la buena, la efectiva, la divertida, la intelectual?
Tu música, mi música, nuestra música… también pueden ser diferentes… y, sin embargo, no paramos de escucharla, de bailarla, de cantarla… ¿Será válida su discriminación?