Línea Fifí
Martín de J. Takagui
Desde el1 de diciembre de 2018, el presidente Andrés López Obrador ha señalado que el país, que dejó Enrique Peña Nieto y todas las administraciones neoliberales es un país hecho un desastre.
Palabras más palabras menos, ha dicho que es muy difícil hacer caminar al elefante viejo y que el gobierno no responde a las necesidades del país; sin embargo, ya ha pasado una cuarta parte de lo que será su administración, un cuarto del sexenio ya se le consumió en echar lodo hacia las administraciones de atrás y no ha cambiado nada.
19 meses en el gobierno, el anticipo informativo de, al menos dos meses de que habría una situación de epidemia, después de conocerse el Coronavirus en China, y hoy, México se presenta como uno de los países que ha manejado el problema del Covid-.19 de la peor manera.
Nada menos los pronósticos epidémicos, las fechas de los picos más altos, el aplanamiento de la curva epidémica, el número de contagios y muertes. Todas las previsiones han salido de lo previsto, todo ha superado, para mal, las expectativas del gobierno, del sistema de salud, que ha quedado tan mal como un fracaso que ha costado al país más de 20 mil vidas humanas.
Si se preguntara ¿por qué decimos que es un fracaso el manejo de la pandemia en México?, la respuesta no es más sencilla que decir, que existe un nivel de mortalidad muy alto, que de cada diez enfermos que se contagian y que se reportan al sistema de salud, fallece más de uno.
No existen razones para que en México los niveles de letalidad por Coivid-19 sean del doble del promedio mundial, ya que en el mundo, por cada cien enfermos, por cada cien contagiados, fallecen cinco y en México, por cada cien contagiados, fallecen más de diez.
SI a nivel internacional la Organización Mundial de la Salud, las organizaciones académicas y científicas han orientado a las naciones sobre las formas de prevención, de tratamiento y de curación son las más adecuadas, cuál sería la razón de esos alarmantes niveles de mortalidad en México.
No cabe duda que los gobernantes de Morena no han sabido hacer frente a esta crisis que es, por mucho y sin duda, el asunto más importante que debe resolver en todo su sexenio el presidente López Obrador y no lo está logrando.
En este momento y, esperemos que en lo que resta de la administración lópezobradorista, la pandemia del Coronavirus es lo más importante a resolver, es a lo que el gobierno debiera estar dedicando todo su esfuerzo y sus recursos; Sin embargo, los resultados que se observan en nuestro país son muy raquíticos.
La conclusión que los mexicanos podremos tener al final de este espectáculo de conferencias de prensa diarias para la aparición del doctor López Gatell, es que se trató de eso un teatro, que no sabían a qué se enfrentaba el gobierno, a qué se enfrentaba el sistema de Salud y que pensaron que con santos, con reflectores y con declaraciones a la prensa o apariciones en televisión los mexicanos no iban a ser contagiados.
Todo esto ha sido confirmado por las reveladoras declaraciones de Asa Cristina Laurell, quien fungía como subsecretaria de Salud hasta hace una semana y se vio obligada a renunciar por su gran congruencia entre su conciencia y sus acciones, ella, quien fuera secretaria de salud de la CDMX, en la administración de López Obrador, aseguró que ni Jorge Alcocer, secretario de Salud federal ni Juan Antonio Ferrer, director del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar estaban preparados para desempeñar sus cargos.
La ex colaboradora del presidente López Obrador se fue de la SSA asegurando que el manejo de la política de salud del país no es adecuada, pues quienes están al frente del sistema de salud no estaban preparado y no se preocuparon por hacer su tarea en el diseño de la políticas de salud.
Hoy está a la vista la mejor prueba de ello, con los desastrosos resultados de la estrategia de atención a la pandemia de Covid-19 que ha costado al país más de 20 mil vidas humanas y que sigue en aumento.
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