Sufren capitalinos estragos por las altas temperaturas
Ciudad de México, 04 de Junio (AMPRYT/CÍRCULO DIGITAL).-Por segunda semana consecutiva, el calor agobia a los habitantes de la Ciudad de México. Pese a que hoy amaneció con temperaturas más frescas, el Servicio Meteorológico Nacional prevé para esta tarde 29 grados centígrados.
Tanto los capitalinos, como quienes vienen todos los días desde los municipios conurbados para trabajar, sufren los estragos de esta ola de calor, que hace unos días llevó a la Coordinación Nacional de Protección Civil a emitir declaratorias de emergencia para más de 300 municipios.
Aunque en algunas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro hay ventiladores gigantes, algunos con pequeños rociadores de agua, e incluso se distribuye gratuitamente el líquido, los usuarios dentro de los vagones sufren el calor.
Por ejemplo, Emma López Alcántara, señaló en entrevista que todos los días usa la Línea 3 para trasladarse de Ecatepec, hasta su trabajo en la colonia Del Valle. En los últimos días, afirmó, el camino ha sido más agobiante.
Además de las dificultades por el excesivo número de usuarias en los vagones especiales para mujeres, el calor es insoportable y provoca abundante sudoración, lo que la ha obligado a salir sin maquillaje de casa, para que no «se le corra» y llegar a la oficina a arreglarse.
Sin embargo, señala que afortunadamente, en su oficina (un despacho de abogados), hay aire acondicionado que hace pasadero el día, aunque el regreso a casa por la tarde llega a ser «desesperante».
No obstante, quienes laboran principalmente en la calle sufren más. Por ejemplo, Aarón Díaz, repartidor de una cadena de farmacias, se queja que con el sol del mediodía, su uniforme de cuero y su casco se convierten en «un sauna».
Entrevistado sobre el particular, dijo que debe usar ropa de algodón y una capucha del mismo material para sobrellevar el exceso de sudoración que le provoca el uniforme e incluso, el viernes por la tarde, al regresar de un envío, le tuvieron que dar un suero, pues estuvo a punto de deshidratarse.
Para Emilio Sanz Cárdenas, policía auxiliar de la Ciudad de México adscrito a la vigilancia de una sucursal bancaria en avenida Cuauhtémoc y Doctor Río de la Loza, el mejor lugar es detrás de la columna a un lado de la puerta principal.
«A mí me gusta estar siempre en la puerta, para ver mejor lo que pasa en la calle y estar prevenido -explica en entrevista- pero con tanto calor y el sol de frente en el ventanal, es imposible».
Afirmó que el chaleco antibalas es particularmente difícil de llevar, porque genera mucha sudoración, pero es imposible quitárselo, pues sabe que en cualquier emergencia, esa prenda le puede salvar la vida.
A bordo de un Tsuru sin aire acondicionado, para el taxista Alejandro Hernández Herrera, estos días han sido complicados. Dijo en entrevista que ha debido de hacer jornadas mixtas, es decir, trabajar un rato por la mañana (hasta las 11:00) y otro rato después de las 7:00 de la tarde.
El año pasado, señaló, tuvo un problema en la piel por el exceso de sol y con estas temperaturas y el sol de los últimos días, prefiere no arriesgarse: «Por eso estoy usando camisa de manga larga, guantes para manejar y hasta bloqueador solar».