26 de November de 2024
Tambores electorales
Opinión Principal

Tambores electorales

Sep 28, 2016

Por la Espiral

*Claudia Luna Palencia

No sé si John F. Kennedy, Richard Nixon, Jimmy Carter o inclusive cualesquiera de los Bush acaparó tanta atención mediática como lo hicieron Hillary Clinton y Donald Trump, el lunes por la noche.

            Absolutamente toda la prensa europea se hizo eco del magno evento, no porque sean los candidatos más sesudos de la pléyade político-estadounidense sino porque  representan el signo de los tiempos: la lucha de los países industrializados y desarrollados contra el espectro del populismo que tanto condenaron en América Latina.

            Al final las políticas del palo y la zanahoria se han vuelto contra sus propios creadores, como los olores que terminaron devorando a Grenouille en “El Perfume” la obra maestra de Patrick Suskind.

            A los presuntuosos países capitalistas los demonios se vuelcan en su contra, la larga crisis ha dejado una estela de población de clase media víctima de las circunstancias como suele suceder en las economías emergentes.

            Por eso es que la figura de Trump desata todo tipo de pasiones porque apenas abre la boca, le sale  una alharaca que bien podría pronunciar Evo Morales, Nicolás Maduro o hasta Pablo Iglesias. Y quizá que esa retórica rupturista y del miedo brote a botepronto de un magnate lo haga más chocante.

            El punto es que en Europa toda la opinión pública así como los medios de comunicación y las poderosas redes sociales estuvieron al tanto del primer round de esta contienda para ver quién, al final, se quedará con el trofeo de la Casa Blanca: si la mujer o el millonetas admirador del estilo de Vladimir Putin.

Desde Le Monde hasta The Telegraph o el periódico El País y El Mundo y desde luego la BBC y RTVE dieron cuenta de que fue Hillary la ganadora de lo que pareció ser “la madre de todos los debates” y eso nos dio un ligero respiro.

Y es que déjeme decirle amigo lector un secretito a voces: no nada más en México están harto preocupados por la línea cuasi fascistoide de Trump sino también en Europa temen porque todas las relaciones internacionales queden trastocadas en caso de la victoria de tan excéntrico personaje.

            De por medio están las negociaciones del TTIP a todas luces varado; está de por medio el futuro de la OTAN clave para la estabilidad global con tantos entredichos como sucede actualmente con la guerra de Siria; igualmente en juego el NAFTA y el papel de Estados Unidos en el comercio global so pena de recordar que con Trump el gigante americano regresaría a la Edad Media del proteccionismo. Y no olvidar que también se iría al garete la adhesión de Estados Unidos a la COP21 sobre descarbonizar el planeta y reducir las emisiones fósiles.

A COLACIÓN

            No nada más mete ruido el tema en México y América Latina trastocando los mercados fundamentalmente el cambiario porque en este momento no hay un argumento lo suficiente sólido y contundente para explicar la razón de tanta volatilidad más que reconocer que la expectación electoral estadounidense es lo que nos trae de cabeza en toda la aldea global.

            Hasta China y Japón no se fían de él. Ambas naciones llevan meses vendiendo sus posiciones en bonos de deuda americana mientras siguen comprando oro. Temen que los próximos años con Trump al frente de la Casa Blanca el país se convierta en una montaña rusa.

            Mientras tanto en Europa hacen foros para dilucidar el rumbo de Estados Unidos bajo la férula de Hillary o bien con Donald. Recientemente la correduría XTB Trading presentó un muy interesante análisis al respecto titulado “Elecciones USA informe económico” elaborado por Javier Urones experto en mercados.

            Básicamente Urones confronta la columna vertebral de propuestas entre la candidata demócrata y el candidato republicano enfocándose en áreas altamente sensibles como los impuestos, el salario mínimo, la política exterior, defensa y armamento así como energéticos.

            Un aspecto interesante es que ni Hillary ni Donald son totalmente partidarios de un acuerdo amplio con ambos lados del Pacífico; aunque Trump es mucho más reacio a los acuerdos comerciales porque tiene su toque narcisista de cerrazón casi absoluta.

            Por otro lado en materia fiscal, la ex primera dama quiere gravar las rentas más altas con un impuesto extraordinario mientras Trump propone exentar del ISR  las rentas más bajas.

            Donde hay mayor equidistancia es en el tema del uso de las energías renovables y el rol energético estadounidense en el mundo. Hillary, según explica Urones, es más proclive a las energías renovables y a descarbonizar mientras el empresario quiere darle más poder y negocio a las petroleras y las gasísticas. Y desde luego no descarbonizar ni reducir la dependencia hacia las energías fósiles. Retumban los tambores…

@claudialunapale