Análisis a Fondo
Francisco Gómez Maza
¿A quién le conviene el terror?
México, a un paso del terrorismo
México puede convertirse en un gran escenario del terror -sólo eso nos falta-; en tierra de nadie. Irremediablemente condenado al sacrificio en las perversas manos de las bandas criminales, de los cárteles de narcotraficantes, de los políticos corruptos cómplices de los primeros, cuyos frutos podridos son los millares de desapariciones forzadas, de ejecuciones de personas inocentes e infantes, de los feminicidios que claman venganza, de la explotación inmisericorde de los trabajadores y de toda maldición humanoide. Y en escenario del terrorismo, nacional e internacional.
En este país de corrupción, simulación, cinismo e impunidad – un semestre es muy poco para acabar con una endemia que lleva siglos apestando al país – ha aparecido el riesgo, infinitamente mayor, del terrorismo (que podría ser – por qué no – el que acostumbra practicar el imperio de Washington para desestabilizar a un gobierno y propiciar un golpe de estado militar, cuando un gobierno se le sale del huacal).
Para conocimiento de quienes aún no se han enterado, una bomba casera, guardada en una caja en forma de libro, estalló, este miércoles por la noche, en manos de la senadora Citlali Hernández (Morena). Los hechos ocurrieron – de acuerdo con las crónicas periodísticas- mientras la senadora decidió abrir un paquete que al parecer contenía un libro, el cual estalló al momento de manipularlo, haciendo que la detonación impactará su rostro.
Pero éste no es el único caso de tintes terroristas. Ya a mediados de febrero en la refinería de Salamanca, Guanajuato, se encontró una camioneta con explosivos y una manta con amenazas contra el Jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador. Hace unos días, una mujer dedicada a al desnudo declaró en un programa que conduce la lectora de noticias, Adela Micha, que ojalá mataran al mandatario, amenaza que no debió quedar impune. El Artículo 282 del Código Penal Federal ordena: Se aplicará sanción de tres días a un año de prisión o de 180 a 360 días multa: El Código Penal Federal, en su artículo 282 ordena: 1. Al que de cualquier modo amenace a otro con causarle un mal en su persona, en sus bienes, en su honor o en sus derechos, o en la persona, honor, bienes o derechos de alguien con quien esté ligado con algún vínculo, y 2. Al que por medio de amenazas de cualquier género trate de impedir que otro ejecute lo que tiene derecho a hacer.
Pero el episodio del llamado “libro bomba” apela a una investigación muy a fondo, no sólo de este hecho y de su autor material e intelectual, sino a tomar medidas de seguridad pública y privada, fortalecer el cuidado de los edificios públicos donde se hay concentración masiva de personas, los medios públicos de transporte como el Metro, el Metrobús, los autobuses del servicio de transporte urbano, los centros de diversión como salas de cine, teatros, mercados públicos y privados, y todos aquellos sitios que pueden ser escenario de actos terroristas que cuesten vidas. México no está exento, después de vivir más de dos sexenios de la actividad criminal de los cárteles de la droga y de la delincuencia organizada, apoyada por el neoliberalismo rapaz que pareciera que se resiste a morir aún con la declaración de muerte pronunciada por el primer mandatario.
La Junta de Coordinación Política y la Mesa Directiva del Senado de la República, reprobaron y condenaron el acto terrorista ocurrido en el despacho de la senadora Minerva Citlalli Hernández Mora. El coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, condenó el atentado y afirmó que se mantendrán atentos a las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República y se reforzarán las medidas de seguridad en el recinto legislativo. Pero no sólo es eso. [email protected]