25 de December de 2024
Trump podría borrar en 100 días legado de Obama de ocho años
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Trump podría borrar en 100 días legado de Obama de ocho años

Nov 13, 2016

WASHINGTON, 13 de noviembre, (AGENCIAS / CÍRCULO DIGITAL).- En octubre pasado, en el mismo sitio donde Abraham Lincoln pronunció, en 1863, uno de los discursos de lo que sería el nuevo país que se forjó al fragor de la guerra civil, Donald Trump delineó su visión de país que pocos anticipaban se concretaría.

Empero, tras su sorpresiva victoria del martes, el discurso pronunciado por Trump en Gettysburg, Pensilvania, se presenta ahora como el mapa de ruta de su gobierno durante los próximos cuatros años para «hacer grande a Estados Unidos otra vez».

Trump presentó el discurso del 22 de octubre como su «contrato con Estados Unidos», similar al que ofrecieron los republicanos en 1994 cuando tomaron el control del Congreso encabezados por New Gingrich, convertido ahora en asesor de Trump y un potencial miembro de su gabinete.

Ese discurso se presenta igualmente ahora como una suerte de acta de defunción adelantada de mucho del legado del presidente Barack Obama, tanto en términos de política doméstica como exterior.

De los 18 puntos de acción y 10 amplías propuestas de política ofrecidas entonces por Trump, varios incluyen la eliminación o rechazo de algunas de las principales políticas promovidas y adoptadas por Obama en sus ocho años de gobierno.

Durante su campaña electoral, Trump prometió de manera reiterada su intención de repelar la Ley Asequible de Salud (ACA) u Obamacare, considerado el mayor logro doméstico del mandatario.

«El cambio real empieza con el inmediato rechazo y reemplazo de Obamacare», prometió Trump en un evento de campaña en octubre pasado, y sí su discurso de Gettysburg constituye una guía de su gobierno, esto es que algo que pasará en los primeros 100 días como lo ofreció.

A los largo de los pasados seis años y después de más de medio centenar de votos, los republicanos en el Congreso no lograron siquiera ‘rasguñar’ la ley gracias a la resistencia de los demócratas en el Senado, como el poder de veto de Obama.

Con Trump en la presidencia y los republicanos reteniendo el control en ambas cámaras los prospectos de que la ley sea repelada de manera efectiva son más reales que nunca.

Trump ofreció igualmente desmantelar el andamiaje legal orquestado por Obama para proteger a jóvenes inmigrantes indocumentados y sus familias mediante acciones de alivio migratorio, quienes volverían a quedar en estado de vulnerabilidad si una simple firma, si el republicano cumple su promesa.

Se trata del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y su versión para adultos DAPA, los cuales se encuentran en medio de una batalla legal que ha detenido la implementación de las últimas ampliaciones ordenadas por el mandatario.

La primera versión de DACA ha permitido desde el 2012 a más de 700 mil jóvenes obtener licencias de conducir y permisos de trabajo, además de no enfrentar el riesgo de la deportación, y su ampliación, con la inclusión de los padres beneficiaría a unos cinco millones más de personas, la mayoría mexicanos.

Los dos programas fueron impugnados por 26 estados del país encabezados por Texas bajo el argumento de que las acciones ejecutivas migratorias del presidente los forzaban a incurrir en gastos por la obligación de expedir documentos de identidad a los inmigrantes indocumentados.

En octubre pasado la Suprema Corte de Justicia rechazó reconsiderar la ampliación de ambos programas, dejando en efecto la suspensión de su implementación dictada por un juez de Texas, hasta que la cuestión sea finalmente desahogadas por las cortes.

Trump ofreció igualmente dejar sin efecto el acuerdo nuclear con Irán, si bien este fue negociado entre Teherán y el grupo P5+1, que además de Estados Unidos incluyó al Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China y la Organización de las Naciones Unidas.

Aunque las ramificaciones de un eventual nulidad del acuerdo por parte de Estados Unidos no parece estar del todo claras, el acuerdo no es bien visto entre los estadunidenses, donde un 52 por ciento se ha pronunciado en contra.

Asimismo prometió rechazar al Acuerdo Trasatlántico o TPP y cancelar los fondos para la lucha contra el cambio climático y cerrar las puertas a los inmigrantes procedentes de países como Siria que han empezado a ser aceptados en Estados Unidos al amparo de un riguroso programa de verificación con la ONU.