CIUDAD DE MÉXICO, 13 de noviembre, (AGENCIAS / CÍRCULO DIGITAL).- Por Angélica Guerrero. El famoso brasier diseñado por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para prevenir el cáncer de mamá tenía un motivo principal: acabar con la enfermedad que mató a la abuela de una de las alumnas.
El top que incluye placas en las copas para enviar pulsaciones y vibraciones a las mamas a fin de estimular los senos tuvo su origen en la mente de la estudiante Laura Isabel Hernández Cruz.
«Esto surgió a partir de que mi abuela falleció de cáncer de mama, entonces tanto mi mamá como yo estamos propensas a padecer de este problema, así nació mi inquietud de hacer algo para evitarlo”, comentó la joven de 17 años en una entrevista con Notimex.
Con tres compañeras más y la asesoría técnica de sus profesores, la estudiante de la carrera de informática del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 12 “José María Morelos”, concretó su sueño al presentar “Save me, bra”.
Se trata de un sostén controlado por un software que emite pulsaciones y vibraciones, las cuales estimulan y permiten el drenaje correcto de los conductos lactíferos, explicó la profesora y asesora técnica Raffaela Melina Macías.
“Por ejemplo, cuando damos la mamila al bebé, a veces se queda atorada la leche en el chupón, algo parecido sucede con el seno materno. Al quedarse ahí se genera una especie de grumos o bolitas, obstruyen los conductos y se pueden convertir en tumores”, indicó.
“Entonces con las vibraciones y pulsaciones que emite ‘Save me, bra’ se logran desvanecer esos grumos para ser desechados después de forma natural”, añadió.
Melina destacó que gracias a los asesoramientos de especialistas en ginecología y oncología se sabe que la estimulación también activa el buen funcionamiento de las mamas en hombres y mujeres, por lo que puede ser portable para todo público.
«Save me, bra es un top de copas removibles porque tratamos de que sea higiénico para toda la familia. Los dispositivos se pueden quitar para que se puedan lavar las copas que también pueden ser intercambiables”, apuntó.
Por su parte, Jorge Alberto Florencia, otro de los asesores técnicos y desarrolladores de la idea, hizo énfasis en que el dispositivo no cura el cáncer, sin embargo, contribuye a la cultura de prevención.
«Es un dispositivo electrónico controlado a través de unas placas y lenguaje de programación que va conectado a una computadora o que también puede ir conectado a un pequeño aparato con pilas para portar en bolsa de mano”, detalló.
Indicó después del proceso de la patente, el grupo de estudiantes y asesores buscarán un patrocinador que decida emprender la comercialización.
“Después, si se da la oportunidad, queremos donarlo a ciertas instituciones de salud para que más gente tenga acceso a este tipo de tecnología preventiva», manifestó.