Un vino a tu salud
Ciudad de México, 19 de Julio (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-Sin lugar a dudas la cultura del vino en México va en franco crecimiento ya que con la reciente aprobación de la Ley de Fomento a la Industria Vitivinícola, se involucra a las regiones productoras de vino más importantes de México. Se trata de un parteaguas en el país en materia enológica y enoturística, que engloba diversos rubros generando una propia y positiva cultura del vino en el país.
Y es a través de esta percepción favorable al vino mexicano como surgen datos interesantes que privilegian el consumo de esta bebida. Particularmente en la salud, ya que beber vino trae efectos positivos, que van desde la prevención de enfermedades cardiovasculares, fortalecimiento de huesos, combatir algunos tipos de cáncer y hasta ayudar en el retardo del envejecimiento por ser un antioxidante natural.
Diversos expertos en materia de salud aconsejan beber una copa de vino tinto al día, ya que las propiedades de esta bebida equilibran la presión arterial y reducen la producción de colesterol dañino así como – en el caso de los fumadores – reduce los daños que genera el tabaco en los vasos sanguíneos, a través del endotelio, una capa de células que reducen la fricción entre los vasos linfáticos y sanguíneos. Se recomienda que cada persona debería beber una copa de vino tinto durante el almuerzo o durante la cena.
Por otro lado el consumo de vino tinto produce efectos neuroprotectores por el resveratrol (compuesto del vino tinto) combatiendo el Alzheimer. Asimismo también influye en la prevención de la demencia, reduce el riesgo de padecer artritis reumática, el cáncer de garganta, combate los riesgos de la diabetes, el cáncer de próstata, mejora la piel, evita la formación de coágulos de sangre, ayuda en la visión y por si no fuera poco combate la gripe y los resfríos comunes.
El vino tinto posee grandes cantidades de polifenoles y esto hace que sea de los mejores entre los vinos para la salud, ya que estos compuestos naturales provienen de la cáscara y las semillas de las uvas, y va impregnado en todo momento durante el proceso de elaboración de un vino. Por ejemplo el vino blanco se realiza únicamente con la pulpa de la uva, y es por ello que no contiene estas sustancias.
Evidentemente también durante el proceso de elaboración de un tinto interviene la tierra donde es cultivada la uva, la cantidad de sol, agua y la concentración alcohólica que se imprima durante el proceso. Es bien sabido que en México las condiciones climatológicas destacan para la producción y cultivo de vid, no por ello la región del Valle de Guadalupe en Baja California se ha colocado en la estratósfera de las regiones vinícolas a la altura de Florencia, Napa y Mendoza.