Opinión
La seguridad, un campo trastocado que da la s todos
LUCERO MARQUEZ
Me definen como la ausencia de peligro, daño o riesgo; también como la sensación de confianza que se tiene en algo o alguien. Vengo del latín «securitas» que, a su vez, se deriva del adjetivo securus, el cual está compuesto por se, (sin) y cura, (cuidado o preocupación), lo que significa sin temor, despreocupado o sin temor a preocuparse.
¿Ya sabes quién soy?
Más pistas…
Si me agregas el apellido “Pública”, soy un servicio que debe brindar el Estado para garantizar la integridad de todos los ciudadanos y sus bienes, es decir, soy un servicio que debe ser universal, debo alcanzar a todas y a todos; asimismo, implico que las personas puedan convivir en armonía, cada una respetando los derechos individuales de la otra.
El Estado es mi garante y el máximo responsable a la hora de evitar las alteraciones del orden social.
¿Ya sabes quién soy?
Más pistas…
Tengo fuerzas que deben trabajar en conjunto para que, tanto en casa como en las calles, te sientas en libertad.
¿Ya sabes quién soy?
Más pistas…
Sin embargo, la corrupción, impunidad, tráfico de influencias y el abuso del poder, entre otras, me tienen en la lona y dejan en el más completo desamparo a quienes debo servir.
En mi México lindo y querido, no soy una cualidad de los espacios públicos y privados que propicie condiciones para la convivencia pacífica y tu sano desarrollo individual y colectivo; desarrollo sólido en lo económico, político y social para tener certidumbre, confianza, orden y estabilidad.
¿Ya sabes quién soy?
Más pistas…
Estoy necesitada de todo. Necesito que se hagan efectivas la transparencia y rendición de cuentas; me asignen suficientes recursos financieros, materiales, administrativos y humanos, altamente capacitados y con estándares de competencia; se cumplan las responsabilidades, programas y proyectos en tiempo y forma, difundiéndose los resultados a toda la población; se elaboren diagnósticos delictivos y la actualización de los controles de confianza… y mucho, mucho más. También necesito que conozcas tus leyes.
¿Ya sabes quién soy?
No soy melón o sandía, no soy el aguacate ni el trompo chillador
Felicidades, si respondiste: Seguridad Pública. ¡Adivinaste!
Soy tu derecho y soy universal. Ya no adivinemos cómo hacerme efectiva y real para ti, para tu familia, para todas y todos… Quiero ser una realidad en tu vida.
No más juegos adivinatorios.