23 de December de 2024
Una ola de ejecuciones y violencia despidió el 2017, y otra saluda el arranque de 2018
Opinión Principal

Una ola de ejecuciones y violencia despidió el 2017, y otra saluda el arranque de 2018

Ene 8, 2018

Tras la puerta del poder

ROBERTO VIZCAÍNO

El registro de asesinatos en México asemeja a una loca caja registradora sobre la que nadie tiene control. Tan sólo a la mañana de ayer iban 4 en Los Cabos, 8 en las cercanías de Acapulco y 4 más en Veracruz.

Durante la madrugada del día anterior, en Coyoacán –donde en la última semana han ocurrido graves enfrentamientos entre militantes y simpatizantes de Morena y del PRD-, José Gerardo Martínez, editor informativo del diario El Universal, fue asesinado durante un asalto.

Entre el cierre de 2017 y el inicio de 2018 se dieron en varios municipios del Estado de México colindantes con la capital del país asaltos masivos y saqueos de grandes tiendas.

Convocados por redes sociales, cientos de personas –principalmente jóvenes-, acudieron a llevarse refris, estufas, lavadoras, radios, pantallas de TV, etc, etc, no alimentos ni otros productos básicos.

Algo similar ha sucedido en Veracruz, Oaxaca y Chiapas a lo largo de las vías del ferrocarril donde poblados participan en el asalto de los vagones previamente señalados por cabecillas delincuenciales perfectamente ubicados.

Es un patrón repetido en zonas de robo de hidrocarburos –los llamados huachicoleros- en Puebla, Guanajuato y otros estados donde los delincuentes se rodean de pueblo para enfrentar a militares y policías.

En fin: ejecuciones, extorsión, secuestros, narco… violencia, inseguridad y muerte como nunca antes de acuerdo a los índices oficiales. Fue simple y llanamente el año más violento en la historia de México.

¿Es este realmente un problema sin solución? ¿Se requiere de pactar con los delincuentes y narcos como propone Andrés Manuel López Obrador?

INSEGURIDAD, ARGUMENTO ELECTORAL

Dicen quienes saben que en política no hay nada casual.

¿Si esto es cierto, entonces este escenario de violencia, inseguridad y muerte es un escenario preparado por quienes quieren desestabilizar a México o colocar al gobierno saliente contra la pared y al entrante en una debilidad extrema que derive en una negociación?

Lo que sea que sea, haiga sido como haiga sido –diría el clásico Calderón-, esta ominosa ola se empalma ya con el inicio del proceso electoral más grande nunca antes vivido en el país.

Y se comienza a ver cómo el tema de la inseguridad amenaza con convertirse en la moneda más exitosa de obtención de votos para los contendientes presidenciales.

Andrés Manuel López Obrador fue el primero en oler que por ahí puede cumplir su obsesión de llegar a la silla principal de Palacio Nacional.

Y es por ahí que intenta caminar desde hace al menos un mes.

Ocurrente, mañoso, siempre confrontativo, a inicios de diciembre soltó que “meditaría” dar amnistía a capos y jefes del narco y la delincuencia organizada como un mecanismo para lograr la paz en el país.

Así hizo suyos los fríos y dantescos resultados oficiales arrojados por la delincuencia, y metió a todos en México a su agenda.

Desde entonces todo lo que ocurre en el tema de inseguridad gira alrededor de dar o no amnistía a capos y jefes de la delincuencia organizada, como lo sugirió el tabasqueño.

De lo apuntado por AMLO han opinado todos: el presidente Enrique Peña Nieto, sus secretarios de Defensa y Marina, los líderes del Congreso, comenzando por el poderoso Emilio Gamboa, el presidente del Senado Ernesto Cordero, el líder de los senadores del PAN Fernando Herrera, el gerente de Ricardo Anaya en San Lázaro, el michoacano Marko Cortes, el coordinador de los tricolores César Camacho, etc…

El tema ha sido el eje del discurso de los presidentes de los partidos, de los máximos representantes del empresariado y el capital, de los grandes medios nacionales e internacionales, de los gobernadores, en fin, todos…

AMLO ARMA PLAN Y GABINETE

Para avanzar y consolidar en su propuesta, el puntero presidencial ya hasta se dio el lujo de designar a su secretario de Seguridad, para dejar así la percepción de que su triunfo es ineluctable.

Al parejo anunció su plan anti-inseguridad que girará alrededor de un consejo de notables –casi todos ellos de la tercera edad y sin experiencia alguna en seguridad nacional, interior o pública-, cuyos objetivos serán: crear el mando único policial, darle vida a la Guardia Nacional y preparar una consulta popular para que los ciudadanos decidan si va o no la amnistía a delincuentes. Así de fácil la ve el tabasqueño.

Mientras, su lenguaje envuelve a los mexicanos en un engaño más profundo.

Encantador probado de hombres y mujeres de todos los estratos, edades y regiones, AMLO induce la idea de que su propuesta es para “garantizar la paz y la tranquilidad» de los mexicanos.

Y que en ese intento se vale todo, incluso una “amnistía”…

Significado de Amnistía: Perdón de penas decretado por el Estado como medida excepcional para todos los presos condenados por determinados tipos de delitos, generalmente políticos.

En este esquema lopezobradorista las confrontaciones entre delincuentes con militares y policías se convierten en actos de guerra, donde los actores tienen el mismo nivel y estatus.

Así, mientras Andrés Manuel López Obrador avanza sin oposición real en su propuesta, sus contendientes -José Antonio Meade y Ricardo Anaya- deambulan en una campaña sin propuestas ni ardor ciudadano, planas, insulsas.

Sin plan de seguridad conocido, Meade y Anaya sólo aciertan a comentar que la propuesta de amnistía a criminales y narcos es una locura, una ocurrencia más de López Obrador.

De igual forma, el agotado gobierno de Enrique Peña Nieto, incapaz para casi todo, no atina a confrontar a López Obrador a través de una estrategia de información ciudadana que explique a los mexicanos que para narcos y delincuentes no es aplicable la amnistía porque el origen de sus acciones no es política, sino la búsqueda de riqueza a través de afectar la base misma de la sociedad, es decir a la vida y a la propiedad de sus miembros.

No es viable amnistiar, perdonar, a un narco que envenena a la sociedad con drogas y estupefacientes ni a delincuentes que roban, secuestran y matan para adueñarse de las propiedades y el dinero de otros. Los delincuentes y narcos no son comparables a guerrilleros, opositores políticos o levantados cuyo objetivo es transformar los sistemas políticos, sociales y económicos.

Los delincuentes y narcos lo que buscan es someter y usar a los sistemas para su expolio.

POLITICOS, EN LA MIRA

La ola de muerte alcanzó a fines e inicios del año a los políticos. Tan sólo en los últimos 30 días han caído ejecutados en varios estados 14 alcaldes, exalcaldes y aspirantes a cargos de elección.

Así han sido asesinados el exalcalde priista del municipio de Mixquiahuala, Hidalgo, Miguel Àngel Licona Islas junto a su hijo del mismo nombre.

Previamente había sido ejecutado el director de Protección Civil del municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit, el perredista Sabino Mejía Rodríguez.

En otro evento, también en Nayarit, el exdiputado local perredista y secretario general del Sindicato de Empleados de la Universidad Autónoma de Nayarit, Luis Manuel Hernández fue atacado a balazos, pero resultó ileso.

En Chimalhuacán, Estado de México, dentro de su casa y frente a su familia fue acribillado el promotor de Morena Luis Alberto Sánchez, líder además de la Asociación Civil “Tiempos de Paz”.

Del total de 14 políticos asesinados en los últimos días, 5 eran aspirantes a cargos en el proceso de 2018 mientras otros operaban como promotores de fuerzas políticas y candidatos. De acuerdo a los hechos, Guerrero y Jalisco son los estados donde ha habido más asesinatos. Los otros estados afectados son: Baja California, San Luis Potosí, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala, Oaxaca e Hidalgo.

Ahí han caído: Saúl Galindo Plazola, diputado del PRD, en Jalisco; Salvador Magaña Martínez, coordinador de Movimiento Ciudadano en La Huerta, Jalisco, y Miguel García González, coordinador de Morena el municipio de Casimiro Castillo, Jalisco.

A últimas horas del 31 de diciembre, fue ejecutado el empresario priísta Adolfo Serna Nogueda, aspirante a la alcaldía de Atoyac de Álvarez, Guerrero.

Al parecer esto apenas comienza.

NOTA A LECTORES: hoy más que nunca, les deseamos a todos un 2018 prospero en salud, bienestar, y éxitos profesionales y económicos.

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