Contrafilo
*Juan Manuel Magaña
Agotado el proceso electoral de los Estados Unidos iniciaron las protestas contra Donald Trump (“Not my President”-Ese no es mi presidente) allá y aquí.
De vuelta a la realidad mexicana, hagamos el recuento de los robos, asaltos, secuestros y asesinatos en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y asociemos a la inseguridad con la ineptitud del gobierno federal y, en particular, la del gobierno del Estado de México.
Narcotráfico, secuestro, trata de personas, lavado de dinero, extorsión y ejecuciones intimidatorias son propias de los grupos criminales que aquí operan.
Tráfico de drogas, trata de personas, contrabando de armas y corrupción son cosa de todos los días en municipios tan importantes como Ecatepec, Tlalnepantla y Zumpango.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi sitúa a la zona oriente de la ciudad de México — Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco– entre los lugares más inseguros.
De igual modo a los municipios de Coatzacoalcos, Ver; Acapulco, Gro y Villahermosa,Tab.
Esa situación explica de algún modo por qué un “vengador solitario” dio muerte a cuatro asaltantes en la autopista México- Toluca el lunes 31 de octubre y como un repartidor de mariscos, asaltado en Sinaloa, alcanzó a los ladrones y los mató.
Mientras las autoridades encuentran a quienes hacen justicia por propia mano, la inseguridad va a galope.
El Estado de México está a la cabeza de las entidades con más problemas de violencia.
La secretaría de Gobernación emitió el año pasado una alerta de género en 11 municipios mexiquenses, todos ellos conurbados con la CDMX.
Los programas de Eruviel Ávila contra del crimen y la violencia no han dado el resultado esperado.
Lo mismo ocurre en Michoacán, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas y Sinaloa.
